Testimonio: El impacto del coronavirus Covid-19 en los veterinarios

Convertirse en veterinario parece el sueño de la infancia de cualquier amante de los animales: dedicar una carrera al cuidado de su salud. Sin embargo, muchas personan no se dan cuenta del nivel de angustia y el impacto sobre la salud mental asociados a la profesión veterinaria.

De hecho, las investigaciones han demostrado que los profesionales veterinarios corren un alto riesgo de suicidio debido al estrés laboral, la depresión y el agotamiento; además de la fatiga por compasión. 

En este sentido, la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, causante de Covid-19, está teniendo un impacto adicional en los veterinarios.

Así, según alertan en un artículo publicado en The Conversation, ganarse la vida como veterinario está directamente relacionado con el éxito financiero de un negocio, y la interrupción de la pandemia ha tenido un gran impacto en las pequeñas empresas, incluidas las clínicas veterinarias.

Por ello, un propietario de una exitosa clínica veterinaria de Alberta (EE.UU.), que ha decidido mantener su anonimato, ha compartido su experiencia como veterinario tras la pandemia de Covid-19.

El veterinario destaca un tema de vital importancia, cualquier asunto financiero se ha visto eclipsado por la parte emocional de la pandemia y la necesidad de planear ante lo desconocido.

AUMENTA LA ADQUISICIÓN DE CACHORROS

Como garantes de la salud pública y animal, los veterinarios han sido autorizados a prestar servicios durante la pandemia, ya que su actividad se considera esencial. Así, según señala el veterinario, el impacto más visible en los servicios veterinarios de pequeños animales ha sido la afluencia de cachorros recién adquiridos a la clínica.

Observando las listas de espera de 50 personas para la adopción de perros y los refugios de animales vacíos, el veterinario de Alberta alerta de que "los cachorros son como el papel higiénico 2.0".

A pesar de la incertidumbre financiera a la que se enfrentan muchas familias, la adopción de mascotas y la acogida de animales de compañía ha aumentado, ya que las personas se encuentran con tiempo extra en casa y tratan de cubrir una necesidad de compañía.

A medida que los cachorros envejezcan en sus nuevos hogares, es de esperar que una disminución a corto plazo de la demanda de servicios veterinarios debido a la pandemia se traduzca en un aumento permanente de la demanda a medida que los consultorios veterinarios ganen nuevos pacientes caninos de por vida.

CORONAVIRUS: DIFERENTES ESPECIES, DIFERENTES RETOS

Por el contrario, la clientela de grandes animales se ha visto afectada economicamente por la pandemia, repercutiendo también en los servicios veterinarios. Así, para los clientes de bovinos del veterinario, el cierre de las plantas de procesamiento ha sido “devastador”.

El veterinario explica que los ganaderos asumen los costes de las vacunas, la alimentación y los medicamentos, sin saber su precio final en el mercado y cuál va a ser el retorno de la inversión. Así, la incertidumbre que plantea la pandemia ha sometido a una gran presión a su clientela ganadera.

Las diferentes experiencias de la clientela de pequeños y grandes animales de su clínica han demostrado las diferencias entre lo que demandan los propietarios de animales pequeños —los animales domésticos suelen ser adoptados para que se conviertan en miembros de la familia durante mucho tiempo— y los de grandes animales de granja.

Además, las grandes pérdidas sufridas en el mercado ganadero como resultado de la pandemia de COVID-19 ponen de relieve una demanda más volátil de servicios veterinarios para grandes animales.

LA PANDEMIA PROVOCA UN ALTO DESGASTE EMOCIONAL DE LOS VETERINARIOS

Además, como problema añadido consecuencia del coronavirus, según el veterinario, la reducción del número de personal que trabaja en cada turno, así como las largas horas de trabajo, ha dado lugar a un alto desgaste emocional, hasta el punto de que está preocupado por el agotamiento de los trabajadores.

Por último, señala que las llamadas telefónicas adicionales con cada cliente consumen tiempo, y que estas añaden el reto de la comunicación no verbal durante la conversación para tener una discusión importante sobre la toma de decisiones sobre el cuidado de la salud animal.