La pandemia agrava la salud mental de los veterinarios en España

El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para visibilizar y normalizar los problemas mentales en la población y favorecer que se busque ayuda y tratamiento, sin miedo a la posible estigmatización que esto supone.

La OMS recuerda que este año el día de la salud mental se celebra en un momento en que la vida cotidiana se ha visto considerablemente alterada como consecuencia de la pandemia de Covid-19.

La psiquiatra Enriqueta Ochoa, que entre otros, coordina el Servicio de Atención Psiquiátrica y Psicológica del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid (Colvema), explica a Animal's Health cuál es el perfil del veterinario con problemas de salud mental que llega a su consulta y cómo ha impactado el coronavirus en la profesión veterinaria.

El servicio de Colvema comenzó en marzo de este año, poco antes de que se declarara el estado de alarma en España, y desde ese momento ha atendido a 62 veterinarios. Ochoa defiende que el principal objetivo de su trabajo es facilitar a las personas con trastornos mentales que pidan ayuda.

En este sentido, recuerda que las enfermedades mentales son algo relativamente común, y no tienen por qué estar relacionadas con cuadros como la psicosis, que son los que la población imagina y “habla en la calle”. “Muchas veces no se pide ayuda por el estigma que representa”, lamenta.

De hecho, hay enfermedades mentales muy comunes, como la depresión, que afecta a entre un 6% y 10% de la población. También son muy frecuentes los trastornos por dependencia (las conocidas como adicciones) o los de ansiedad.

EL PÉRFIL DEL VETERINARIO CON PROBLEMAS DE SALUD MENTAL

Estos problemas también afectan a los veterinarios. Especialmente la ansiedad, que la psiquiatra señala que es la causa más común del servicio de consultas. El perfil de los veterinarios que han usado este servicio es el de una persona joven, sobre todo mujer —en este punto aclara que esto es normal por la feminización de las profesiones sanitarias—, que trabaja en condiciones de precariedad e inestabilidad y sobrecarga laboral.

Dentro de este perfil, concreta que se podrían establecer dos grupos: el de los asalariados, que cuenta con contratos muy precarios; y el de los trabajadores por cuenta propia, que “como buenos autónomos” realizan horarios muy prolongados y viven en una situación de inestabilidad propia de gestionar un negocio.

El coronavirus, ha incrementado esta inestabilidad y precariedad laboral, por lo que ha terminado empeorando también las situaciones de estrés en los veterinarios. A esto se le suman los efectos del confinamiento, tanto económicos como sociales, que los veterinarios han tenido que sobrellevar como el resto de la población.

Además, la psiquiatra recuerda que la veterinaria, junto al resto de profesiones sanitarias, se enfrenta a diario a situaciones complicadas en las que hay que lidiar con la toma decisiones que conllevan mucha responsabilidad.

“Esta carga de responsabilidad hace que haya más situaciones de estrés, y muchas veces el manejo de esas situaciones provoca algunos síntomas de ansiedad, que no un trastorno”, señala, y añade que la relación con los clientes, en ocasiones, es otra fuente de estrés.

En general, el mensaje que transmiten los veterinarios atendidos es que trabajan muchas horas, con un  horario en el que se termina tarde y que puede incluir fines de semana, y eso puede afectar a su calidad de vida, pues resta tiempo a su vida personal.

APRENDER A MANEJAR EL ESTRÉS EN VETERINARIA

Ochoa apunta que las personas que llaman a un servicio de atención psicológica no tienen por qué tener un trastorno mental, y de hecho solo alrededor de un tercio de los 62 veterinarios que lo utilizaron padecía este tipo de problemas, principalmente trastornos ansioso-depresivos. El resto llamó porque tenían un nivel de estrés elevado.          

El objetivo en estas situaciones de estrés es aplicar un tratamiento, que puede consistir en aprender unas pautas de manejo del estrés en determinadas situaciones laborales, ya sea por la carga de trabajo o por otro tipo de dificultades a las que tenga que enfrentarse.

Ochoa señala que el estrés se genera por circunstancias tanto externas como internas. Concretamente la veterinaria cuenta con factores externos, como la sobrecarga laboral, que fomentan este estrés, pero también se puede trabajar con los internos, pues la psiquiatra apunta que hay algunas personalidades que pueden ser más propensas.

Así, el principal factor es favorecer el autocuidado, manteniendo una vida diaria en la que haya pautas de sueño y alimentación adecuadas, favoreciendo las relaciones interpersonales y el deporte. La psiquiatra insiste en la importancia de respetar el tiempo de ocio.

“Hay trabajos que son muy exigentes y tienen mucha carga laboral en los que se tiende a sacrificar todo el tiempo de ocio por el trabajo, eso al final produce un peor manejo del estrés cuando este se presenta”, concluye.