La Organización Colegial Veterinaria señala que la vacunación de la leptospirosis no es obligatoria a pesar de tener una mortalidad de cerca del 50% en perros y graves consecuencias en las personas que la contraen
Veterinarios insisten en la prevención de rabia y leptospirosis mediante vacunación
La Organización Colegial Veterinaria señala que la vacunación de la leptospirosis no es obligatoria a pesar de tener una mortalidad de cerca del 50% en perros y graves consecuencias en las personas que la contraen
Redacción -
27-07-2021 - 10:57 H - min.
La rabia y la leptospirosis son dos enfermedades que pueden transmitirse de forma directa de los perros a las personas. Por ello la Organización Colegial Veterinaria (OCV) insiste en la importancia de su prevención a través de la vacunación.
“La cura más efectiva para una enfermedad es, sin duda, la prevención”, aseguran desde la OCV, ya que “un plan vacunal correcto y adaptado a cada animal es esencial para mantener tanto a nuestras mascotas como al resto de la familia y a la sociedad a salvo de estas y de otras muchas enfermedades, puesto que todos compartimos una única salud”.
Además, inciden en la importancia de “llevar a cabo revacunaciones anuales de los animales de compañía, siempre siguiendo las indicaciones del veterinario y atendiendo a las necesidades de cada animal según la especie, la edad y las características del lugar en el que reside”.
En España se ha producido un incremento de la incidencia de la leptospirosis en los últimos años. La vacunación frente a esta enfermedad no es obligatoria a pesar de tener cerca de un 50% de mortalidad en los perros que la contraen y provocar graves consecuencias en las personas que la padecen, pudiendo incluso llegar a causar su muerte si afecta al hígado, los riñones o el sistema nervioso.
La leptospirosis es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria llamada Leptospira. La pueden transmitir roedores, perros, vacas y otros animales silvestres, por contacto directo o indirecto con la orina, principalmente, de roedores infectados. La bacteria también se puede contraer a través de la comida o el agua contaminada, a través de lesiones de la piel, o de las mucosas de ojos, nariz y boca.
La OCV señala que los veterinarios, ganaderos, agricultores o personas que conviven con perros, tienen mayor probabilidad de contraer la enfermedad. Sin embargo, no solo ellos están en riesgo. Las familias, y principalmente los niños que juegan en los parques o jardines donde un perro infectado ha podido orinar, están expuestos a este riesgo.
"Prevenir enfermedades en los animales de compañía es una responsabilidad conjunta de los veterinarios y los propietarios para salvaguardar a las mascotas y garantizar la salud pública", concluyen.