Fesvet denuncia la lesión de los derechos de los veterinarios

La Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios (Fesvet) se ha vuelto a sumar a las reivindicaciones de los veterinarios castellanoleoneses en su lucha por el reconocimiento de la profesión sanitaria. En un comunicado, Fesvet ha anunciado que “apoya sin fisuras las movilizaciones, y las nuevas convocatorias de huelgas” que ha impulsado Uscal. Asimismo, ha denunciado “la postura intransigente y prepotente” de la Junta de Castilla y León.

Para Fesvet, a los veterinarios, así como a los farmacéuticos, médicos y enfermeros que realizan prestaciones de protección de la salud preventiva, como aquellos veterinarios que trabajan en mataderos, se les niegan los derechos que les corresponden como trabajadores públicos del sector sanitario. De hecho, según denuncia la federación, su no inclusión como profesionales sanitarios, regulados por el Estatuto Marco del Personal Sanitario, supone un agravio para estos profesionales al no ser integrados en el SACYL.

Además, Fesvet considera que esta situación está marcada por la postura “intransigente y prepotente del Gobierno Castellano y Leonés”. De hecho, denuncia que la Junta mantiene dicha coyuntura “sin argumentos convincentes ni legales”.

Entre los derechos que no pueden ser disfrutados por los veterinarios no asistenciales destacan el acceso a la función pública mediante el procedimiento de concurso-oposición en el que se valora la experiencia profesional, una situación que ya ha llevado a la huelga a los veterinarios, el reconocimiento de la carrera profesional sanitaria, la toma de consideración de la actividad docente que realizan en colaboración con la universidad o el reconocimiento de una especialidad propia de Veterinaria de Salud Pública dentro del Sistema Nacional de Salud, apoyada en los términos que recoge la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias.

Fesvet ha mostrado su apoyo a todos los profesionales sanitarios en sus movilizaciones, con especial mención a los veterinarios, entre los que ha destacado a los que ejercen su profesión en los mataderos. De hecho, la especial mención a los 192 veterinarios que trabajan en la Inspección Oficial en los mataderos se debe a su importancia dentro de la salud pública, al asegurar que las carnes no suponen ningún riesgo para la salud de los consumidores. En cuanto a este punto, ha defendido que “los ratios de veterinarios en los mataderos deben ser adecuados a las funciones de control oficial” y que, en su opinión, cada matadero debe contar, por lo menos, con tres veterinarios.