El fármaco ansiolítico mirtazapina se usa ampliamente en medicina humana, pero en veterinaria solo se comercializa como estimulante del apetito en gatos (Mirataz de Dechra)
Un estudio español señala la utilidad de la mirtazapina en el tratamiento de problemas de conducta en perros
El fármaco ansiolítico mirtazapina se usa ampliamente en medicina humana, pero en veterinaria solo se comercializa como estimulante del apetito en gatos (Mirataz de Dechra)
Francisco Ramón López - 03-01-2024 - 13:06 H - min.
Los problemas de conducta animal vistos por los servicios especializados de medicina conductual a menudo implican trastornos de ansiedad crónicos que han resultado en una mala adaptación del individuo a su entorno.
El tratamiento de estos problemas de conducta suele incluir una combinación de modificación de conducta, modificación ambiental y terapias biológicas. Dentro de estas últimas, han demostrado ser útiles fármacos ansiolíticos como la clomipramina o la fluoxetina.
Un reciente estudio del profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera Juan Argüelles, junto con veterinarios de Ethoclinic Valencia, el Royal Veterinary College de Londres y la Universidad Autónoma de Barcelona muestra un análisis retrospectivo de 32 casos de perros con una variedad de problemas de conducta relacionados con la ansiedad, que fueron tratados con el fármaco ansiolítico mirtazapina. En 10 de los 32 casos, la agresión estuvo presente de alguna forma.
La mirtazapina es un medicamento que se usa ampliamente en medicina humana pero que no se ha informado previamente para el tratamiento de problemas de conducta en perros, aunque sí se comercializa como un estimulante del apetito en gatos (Mirataz de Dechra). Esta formulación transcutánea se utiliza para aumentar el apetito en gatos con enfermedades crónicas, especialmente aquellos con enfermedad renal crónica.
Con la información previa en humanos y sin datos previos en la literatura veterinaria, los autores esperaban, a priori, que pudiera ser un fármaco útil en pacientes muy inhibidos en los que predominan signos negativos (falta de motivación, falta de interacción social, falta de alegría, falta de conducta exploratoria)
Los resultados del estudio indican que el 81% de los perros que presentaron un problema de conducta mostraron una mejoría y los efectos adversos sospechados fueron leves y tolerables. Así, globalmente obtuvieron un 81% de casos con mejoría completa o suficiente en la adaptación del paciente al medio y un 100% de pacientes con algún tipo de respuesta positiva durante el seguimiento.
En cuanto al tiempo hasta la aparición del efecto, la impresión inicial es que la mirtazapina es más rápida que otros fármacos serotoninérgicos. Un tercio de los pacientes respondió dentro de las primeras 3 semanas y hasta dos tercios respondieron antes de la sexta semana.
A la vista de estos resultados de seguimiento de los casos tratados con mirtazapina, los autores consideran que el uso de mirtazapina como monoterapia parece ser seguro en perros. “Los resultados finales obtenidos son satisfactorios, por lo que se puede considerar un fármaco útil en el tratamiento de problemas de conducta en perros”, concluyen.