Condenados por intrusismo profesional dos propietarios de un centro veterinario

El Juzgado de lo Penal de Manresa ha condenado a una pareja propietaria de un negocio relacionado con animales y centro veterinario a prisión y les ha inhabilitado para ejercer cualquier profesión u oficio relacionado con animales por la comisión de un delito de intrusismo profesional agravado, así como les ha impuesto el pago de las costas procesales.

Como copropietarios de un establecimiento abierto al público, el condenado efectuó actuaciones propias de la veterinaria como cirugías, diagnósticos, prescripción y administración de medicamentos. Además, cabe destacar que la propietaria que no realizaba de forma directa los actos de intrusismo, también es condenada, ya que favorecía y conocía que en su centro veterinario se estaban realizando unas prácticas en contra de la profesión veterinaria, incurriendo en un claro intrusismo profesional.

Los dos condenados contrataban veterinarios sin experiencia como “tapadera”, para poder actuar como veterinarios, realizando actos propios de la profesión.

El Colegio de Veterinarios de Barcelona interpuso una querella por intrusismo profesional y delitos conexos y ha ejercido la acusación particular gracias a la denuncia de tres veterinarios que detectaron estos hechos delictivos y lo pusieron en conocimiento de la entidad colegial, que inició los trámites legales para depurar responsabilidades. Cabe destacar que la sentencia no es firme.