La OIE no ve necesaria la vacunación de mascotas de Covid-19, salvo excepciones

Este mes de abril tuvo lugar la reunión número 14 del grupo de trabajo sobre Covid-19 en la interfaz animal-humano de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) en el que, junto a los últimos estudios científicos en este ámbito, se discutió sobre la vacunación contra este coronavirus tanto de animales de compañía como de producción.

Respecto a los animales de compañía, consensuaron que la vacunación de este grupo solo tendría sentido en circunstancias excepcionales, por ejemplo, cuando personas con problemas de salud o inmunodeprimidas estuvieran en contacto con animales de especies susceptibles de infectarse con el SARS-CoV-2.

Sin embargo, apuntaron que en animales de producción es más complicado. En este sentido, señalaron el caso de los visones, en el que se han registrado infecciones por trabajadores infectados. Por esto no descartan la vacunación en estos animales, pero siempre prestando atención a la bioseguridad antes de optar por esta opción.

Asimismo, proponen la vacunación prioritaria de los trabajadores de las granjas antes que la de los animales, pues aunque admiten que las vacunas humanas no cortan totalmente la transmisión reducen la duración de la diseminación viral y la carga viral.

La última opción, por tanto, debido a que la vacunación de humanos no eliminaría completamente el riesgo, es la vacunación de los visones, que actuaría como complemento del plan de bioseguridad y podría evitar que el SARS-CoV-2 llegue a una granja.

Como conclusión, afirman que se necesitan más investigaciones sobre la eficacia y efectividad de las vacunas en visones, sobre todo en cuanto a la eficacia de la vacunación de grandes grupos de animales, como es el caso de las granjas de visones.

ROEDORES SILVESTRES COMO RESERVORIOS DEL CORONAVIRUS

Por otro lado, los expertos de la OIE discutieron algunas de las últimas novedades científicas disponibles, como las investigaciones llevadas a cabo en una granja de Michigan, en Estados Unidos, en las que comprobaron que un pequeño número de personas estaban infectadas con una variante del SARS-CoV-2 que contenía mutaciones únicas relacionadas con el visón.

Esto sugiere que podría ser otro caso de propagación del coronavirus de visones a humanos. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) señalan que desde entonces los animales de la granja han dado negativo en dos ocasiones y las personas infectadas se han recuperado.

En la misma línea, discutieron un nuevo artículo de investigación sobre la infección por SARS-CoV-2 en visones de Dinamarca, que está pendiente de publicación. El tema del artículo es una granja que se pensó que estaba libre de infección por SARS-CoV-2, pero vivió un resurgimiento del virus después de 2 meses de que ningún animal diera positivo.

El virus reemergido había acumulado mutaciones que indican que permaneció sin ser detectado en la población de visones. Además, el estudio muestra que los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 se mantuvieron muy altos durante todo el período de estudio.

Por último, el Grupo expresó su preocupación con respecto a la expansión del rango de hospedadores de algunas variantes del SARS-CoV-2 (B1.351 y P.1) que demostraron ser capaces de infectar ratones, según un preprint del Institut Pasteur.

“Aunque la expansión del rango de hospedadores brinda la oportunidad de utilizar otros animales como modelos de laboratorio, también plantea la posibilidad de reservorios secundarios de roedores silvestres y proporciona nuevos modelos experimentales para estudiar la patofisiología de enfermedades y contramedidas”, apuntan.