La Efsa pide revisar los restos de plaguicidas en alimentos para bebés

La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) ha elaborado nuevas recomendaciones para proteger aún más a los bebés y niños pequeños de los riesgos potenciales que plantean los residuos de plaguicidas en los alimentos.

Las nuevas recomendaciones están basadas en una evaluación exhaustiva de la seguridad de los residuos de plaguicidas en alimentos destinados a lactantes y niños pequeños.

Para realizar la evaluación, los expertos han aplicado la guía desarrollada por el Comité Científico de la autoridad en 2017 sobre la evaluación de sustancias en alimentos destinados a lactantes menores de 16 semanas, y los resultados de una búsqueda bibliográfica de nuevas pruebas sobre sistemas en desarrollo en lactantes y niños pequeños.

En este sentido, la Autoridad recomienda que se revisen los niveles máximos de ciertos residuos de plaguicidas que puedan estar presentes en los alimentos destinados a lactantes y niños pequeños. “Esto garantizará una amplia protección para bebés menores de 16 semanas, incluso en los niveles de exposición más altos”, apuntan.

Además, informan de que los niveles específicos de ingesta segura de residuos de plaguicidas para bebés menores de 16 semanas deben establecerse de acuerdo con la guía del Comité Científico de la EFSA.

Por otra parte, para los bebés mayores de 16 semanas, el organismo europeo considera apropiado el enfoque actual para establecer los principios de salud y seguridad alimentaria.

"Los avances en conocimiento del desarrollo infantil más la disponibilidad de la guía de la EFSA nos permitieron llegar a la conclusión sobre cuáles son los niveles deseables más altos de protección para ciertos plaguicidas en bebés menores de 16 semanas", afirma Gerrit Wolterink, presidente del grupo de trabajo que redactó la evaluación científica.

La nueva evaluación de estos avances fue solicitada por la Comisión Europea para actualizar el asesoramiento proporcionado en 1997/1998 por el Comité científico de la alimentación humana, que, antes de la creación de la EFSA en 2002, proporcionó asesoramiento a la Comisión sobre la seguridad de los alimentos.