El Instituto de Salud Carlos III ha emitido un informe epidemiológico sobre la situación de la leptospirosis en humanos en España entre los años 2019 y 2021 y señala que la mayor tasa de notificación se produjo en 2018
España ha registrado 119 casos de leptospirosis en humanos en los tres últimos años
El Instituto de Salud Carlos III ha emitido un informe epidemiológico sobre la situación de la leptospirosis en humanos en España entre los años 2019 y 2021 y señala que la mayor tasa de notificación se produjo en 2018
Redacción - 01-12-2022 - 15:04 H - min.
La leptospirosis es una enfermedad producida por espiroquetas patógenas del género Leptospira. Se trata de la zoonosis más prevalente del mundo y está considerada una de las patologías reemergentes de mayor importancia en ciertas regiones (generalmente tropicales o con climas cálidos y húmedos).
La principal vía de contagio es por contacto con leptospiras secretadas al medio ambiente por animales infectados, que ingresan en el cuerpo a través de la piel lesionada y las mucosas de ojos, boca y nariz (consumo o inhalación).
Se conocen alrededor de 160 especies de mamíferos reservorios de Leptospira, además de algunos reptiles y anfibios. Los roedores son los principales portadores del agente infeccioso y, junto con los animales domésticos, son la fuente principal de infección del ser humano.
Teniendo en cuenta su impacto tanto en personas como animales, la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha publicado un nuevo informe epidemiológico sobre la situación de la leptospirosis en humanos en España durante los años 2019, 2020 y 2021.
El ISCIII explica que esta enfermedad se asocia a trabajadores en contacto con animales o sus productos y a actividades relacionadas con el medio ambiente o de recreo en zonas húmedas. Por esta razón veterinarios, ganaderos, matarifes, agricultores de campos de arroz, mineros, trabajadores de la construcción o el alcantarillado y personal de laboratorio, entre otros, son ocupaciones de riesgo.
La leptospirosis es una enfermedad incluida dentro del listado de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO). Antes del año 2015 se vigilaba de forma voluntaria a través de su notificación al Sistema de Información Microbiológica (SIM); a partir de 2015, las comunidades autónomas la han ido incorporando en sus circuitos de vigilancia, por lo que para el análisis se utilizaron los datos desde 2016 a 2021.
Durante los años 2019 a 2021 se notificaron a la RENAVE 119 casos de leptospirosis (50, 22 y 47 correspondientes a 2019, 2020, y 2021 respectivamente). Seis casos de 2019 fueron importados. De los 113 casos autóctonos notificados durante el trienio 2019-2021, 108 fueron confirmados (96%) y 5 se clasificaron como probables.
Desde 2016 a 2021, la mayor tasa de notificación se produjo en 2018 (67 casos, tasa 0,14) seguida de 2021 (47 casos, tasa: 0,10) y 2019 (44 casos; tasa: 0,09). Durante todo el periodo la notificación fue superior para hombres, con una razón de tasas hombres/mujeres en un rango de 2,8 a 8,9.
Desde 2019 a 2021 han notificado casos a la RENAVE 10 comunidades. En 2021 fueron 8 las CCAA que notificaron casos, siendo Canarias y Andalucía (13 casos cada una de ellas) y la Comunidad Valenciana (10 casos) las que mayor número de casos aportaron.
En 2020 el País Vasco registró el mayor número de casos (11) y, en 2019 Andalucía (12) y Extremadura (11).
En 2016-2018 notificaron casos 11 comunidades, con el mayor número registrado por el País Vasco (38 casos), Canarias (24 casos) y Andalucía (23 casos) y en el último trienio Andalucía (25 casos), Canarias (24) y Extremadura (21).
En 2019 Extremadura notificó un caso asociado a un brote en un trabajador medioambiental, pero no se notificaron otros casos asociados. La notificación especial de informes de brotes, recoge tres brotes en Andalucía, 1 en 2019 con 2 casos entre septiembre y octubre del citado año, y 2 en 2021, 1 de ellos en septiembre, con 2 casos notificados y 2 expuestos, y otro con 4 casos sin más información.
Las mayores tasas se observaron entre las edades de 30 a 49 años (0,11 por 100.000 hab.) seguidas de los de 50 a 69 años (0,10) y del grupo de 20 a 29 años (0,08); las menores tasas se observaron en los menores de 10 años y mayores de 70 años.
La tasa de notificación fue superior en hombres en todas las edades, excepto en los menores de 10 años (donde solo se notificaron 2 casos: 1 en hombres y 1 en mujeres). La máxima razón de tasas hombre/mujer se observó en el grupo de edades de 50-59 años (21,3), seguida de los de 60-69 años (7,5)
El 34% de los casos tenían una ocupación de riesgo, en el 66% restante se desconoce esta información. Entre los que se conoce la ocupación la mayoría son trabajadores medioambientales (74%), el 18% (7 casos) son manipuladores de animales y 3 casos (8%) son trabajadores de la construcción.
La Organización Colegial Veterinaria (OCV) ya ha advertido de que la leptospirosis es también una amenaza para los animales de compañía, y en España se ha producido un incremento de la incidencia de la leptospirosis en los últimos años.
Sin embargo, la vacunación frente a esta enfermedad no es obligatoria a pesar de tener cerca de un 50% de mortalidad en los perros que la contraen y provocar graves consecuencias en las personas que la padecen, pudiendo incluso llegar a causar su muerte si afecta al hígado, los riñones o el sistema nervioso.
La OCV señala que los veterinarios, ganaderos, agricultores o personas que conviven con perros, tienen mayor probabilidad de contraer la enfermedad. Sin embargo, no solo ellos están en riesgo. Las familias, y principalmente los niños que juegan en los parques o jardines donde un perro infectado ha podido orinar, están expuestos a este riesgo.
"Prevenir enfermedades en los animales de compañía es una responsabilidad conjunta de los veterinarios y los propietarios para salvaguardar a las mascotas y garantizar la salud pública", concluyen.
Un estudio reciente en Reino Unido da una idea de cómo ha penetrado la vacunación de leptospirosis entre los propietarios. Los resultados fueron que solo la mitad de los perros (49%) estaban al día con la vacuna contra la leptospirosis.