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POLÍTICA

Coronavirus: Sanidad ofrece teléfono de atención psicológica para reducir estrés

El Ministerio de Sanidad ofrece un teléfono de atención psicológica para lidiar con el estrés y malestar que puede generar la pandemia del coronavirus Covid-19. El estrés es uno de los principales problemas de la profesión veterinaria.

Salvador Illa, ministro de Sanidad.
Salvador Illa, ministro de Sanidad.

Coronavirus: Sanidad ofrece teléfono de atención psicológica para reducir estrés

El Ministerio de Sanidad ofrece un teléfono de atención psicológica para lidiar con el estrés y malestar que puede generar la pandemia del coronavirus Covid-19. El estrés es uno de los principales problemas de la profesión veterinaria.

Redacción - 31-03-2020 - 18:50 H - min.

El Ministerio de Sanidad y el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (COP) de España han puesto en marcha un teléfono de atención psicológica para prestar apoyo asistencial a las personas con dificultades derivadas de la COVID-19. Este servicio telefónico ha comenzado este martes 31 de marzo a prestar asistencia.

Su finalidad es desarrollar un sistema de apoyo y primera atención psicológica, orientado al manejo del estrés y situaciones de malestar derivados de las diferentes realidades que está generando esta pandemia.

El estrés es precisamente uno de los principales problemas que aqueja a la profesión veterinaria, y puede verse aún más intensificado durante estos días de confinamiento y de crisis sanitaria, en los que puede haber preocupaciones familiares que se suman a las laborales y económicas, pues los centros veterinarios, aunque se mantienen abiertos por considerarse esenciales, solo pueden aceptar urgencias y bajo determinadas circunstancias y precauciones especiales. 

A ello hay que sumarle que muchos veterinarios están poniendo su material, equipamiento y conocimientos al servicio de la sociedad, ya sea mediante cesión de respiradores y material sanitario, como colaborando en el diagnóstico del nuevo coronavirus SARS-CoV-2. 

Asimismo, más de 10.000 veterinarios continúan trabajando durante el estado de alarma en granjas, instalaciones acuícolas, mataderos, industrias alimentarias, empresas distribuidoras, restauración colectiva, servicios oficiales de salud pública e inspección, laboratorios de análisis o control aduanero, entre otros lugares, para garantizar el abastecimiento de la población y la seguridad alimentaria en España.

Una labor imprescindible para la población, como señala el presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), Luis Alberto Calvo, pero que puede resultar especialmente dura en la actual crisis sanitaria del coronavirus.

Y es que a todo esto, hay que sumarle que los resultados de la encuesta Vetsurvey 2018, que la Federación Europea de Veterinarios (FVE) presentó a finales del año pasado, apuntaban que el nivel de estrés en el trabajo en la profesión veterinaria es de 6,9 sobre 10, y España está por encima de esa media, con un estrés de 7,2 sobre 10.

De hecho, el 26% de los veterinarios admitió que tuvo que tomar más de 2 semanas fuera del trabajo debido a depresión, agotamiento, o fatiga por compasión. En España, un 32% de los encuestados admitió que tuvo que recurrir a un descanso.

Por ello, atendiendo a la situación del sector y para evitar estas situaciones límite, instituciones como el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid (Colvema) ofrecen, en línea con esta iniciativa del Ministerio de Sanidad, Asistencia Psicológica y Psiquiátrica (SAPP) especializada.

EL PROBLEMA DEL SUICIDIO EN LOS VETERINARIOS

Diversos estudios en los Estados Unidos ponen de manifiesto que la situación es tan límite, que las tasas de suicidio en la profesión son cerca del doble de la población general en hombres (1,6 veces) y más del doble (2,4 veces) en mujeres.

En España aún no se recogen datos por profesiones, pero ahora, un estudio publicado en la revista 'Veterinary Record' llevado a cabo en veterinarios alemanes por las universidades de Berlín y de Leipzig trae a Europa el problema y corrobora la tendencia, al menos en la intención de suicidio.

En el estudio se incluyeron un total de 3.118 veterinarios (78,8% mujeres, con una edad promedio de 41,3 años) entre 22 y 69 años y se compararon con dos muestras de la población general del mismo rango de edad utilizando cuestionarios validados científicamente para medir las ideas suicidas o la salud mental.

En general, se detectaron pensamientos suicidas en el 19,2% de los veterinarios, en comparación con solo el 5,7% en la población general.

Además, el 32,11% de los veterinarios se clasificó como de riesgo de suicidio incrementado, en comparación con el 6,62% en la población general.

Asimismo, El 27,78% de los veterinarios fue identificado como personas con depresión, en comparación con el 3,99% de la población general.

Los investigadores señalan que el estudio no explora las causas de estas tasas más altas de depresión, riesgo de suicidio e ideación suicida, por lo que instan, para evitar suicidios, a investigar en estas causas, para prevenirlas.

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