Un paso adelante más
Gonzalo Moreno del Val - 24-08-2023 - 12:17 H - min.
Presidente del Colegio de Veterinarios de Alicante y consejero responsable del área de Formación del CGCVE
El próximo 16 de septiembre se celebrarán las elecciones a la vicepresidencia del Consejo General de Colegios de Veterinaria de España (CGCVE). El motivo de esta convocatoria es la triste pérdida de nuestro compañero Luis Alberto García Alía, que durante tantos años ostentó este cargo y que falleció tras una larga enfermedad el pasado mes de febrero. Imposible olvidarle en estas líneas. Imposible no reconocer y agradecer todo su esfuerzo y trabajo.
Mi candidatura surge tras una reflexión en la que entendí que estaba preparado para afrontar un nuevo reto en el CGCVE después de haber liderado la formación de esta entidad los últimos 4 años. Pienso que tengo más que ofrecer, y que cuento con la experiencia suficiente como para poderme comprometer a dar un paso adelante más.
Mi trayectoria colegial comienza en el año 2012 cuando llegué a la junta del Colegio de Veterinarios de Alicante (ICOVAL). Contaba con 31 años y me quedaba mucho por aprender de lo que suponía un colegio profesional. Lo hice gracias a mi antecesor, Luis Eduardo Montes, y a todos mis compañeros de junta, con los que trabajé en asuntos importantes, como por ejemplo en propiciar la aparición del primer convenio colectivo de la profesión veterinaria. El histórico convenio de la provincia de Alicante en 2014. Hubo otros muchos proyectos, hasta que en 2017 el presidente nos comunicó que iba a dejar su cargo, y tras hablar con mis compañeros decidimos presentar una nueva candidatura encabezada por mí.
Ahora, después de 6 años como presidente de ICOVAL conozco la dedicación y responsabilidad que supone ejercer un cargo como este y representar a toda una profesión. Siempre lo he hecho con esfuerzo, cercanía, diálogo, respeto, y con la mayor honestidad. He trabajado en muchas iniciativas, y creo que hemos conseguido que el colegio y la profesión alicantina haya avanzado en estos años. Como ejemplo, nuestra entidad ha sido modelo de digitalización: portal de transparencia, sede electrónica, plataforma de comercio electrónico, nueva web, integración de todos los programas de gestión de la entidad… Nuestro trabajo promoviendo todos estos procesos de cambio y automatización han devenido en ahorro de costes y en un mejor servicio, y han ayudado a los compañeros a tener su colegio cerca incluso en situaciones complicadas como las de la pandemia.
Moreno del Val acudiendo a votar en los comicios para la renovación de los órganos de gobierno de la OCV del 12 de julio de 2019
En julio de 2019, inicié mi experiencia en el CGCVE, al ser elegido como consejero. Se me responsabilizó de la formación, y después de evaluar lo que había, quise cambiar el rumbo del departamento. En este sentido debo agradecer la libertad que se me dio para tomar las decisiones que estimaba oportunas. Cuando llegué teníamos 3.800 alumnos al año, pero después de 4 años, y de mucho esfuerzo este año superaremos fácilmente los 16.000. Es decir, que hemos pasado de que se formasen con nosotros 1 de cada 10 colegiados, a que lo hagan aproximadamente 1 de cada 2. Todo ello se ha conseguido, además, con más o menos el mismo gasto formativo, pero reduciendo a la mitad los costes globales. Esto ha permitido duplicar el número de acciones formativas, aumentar a un 60% los cursos gratuitos, y reducir en un 30% las tarifas de los cursos de pago. Sin duda es un buen ejemplo de lo que se puede conseguir trabajando desde el Consejo para todos los colegios y sus colegiados. Y no puedo estar más contento con los resultados, porque nuevamente nuestro trabajo ha beneficiado directamente a muchos compañeros, y sin duda a nuestra profesión.
Pero ser presidente de un colegio de veterinarios tiene también un coste personal. En estos últimos 10 años, la actividad colegial me ha acompañado en algunos de los momentos más complicados de mi vida. Por suerte he sabido ver en el colegio un estímulo positivo, un refugio donde, en ocasiones, poder evadirme, volcar energías e ilusionarme con nuevos proyectos. Esto no ha hecho más que reforzar el vínculo y compromiso que siento con las instituciones colegiales pese al trabajo que conlleva.
De vuelta al presente, y a las futuras elecciones, nuestros estatutos indican sobre la figura de vicepresidente que “llevará a cabo todas aquellas funciones que le confiera el presidente, asumiendo las de éste en caso de ausencia, enfermedad o vacante”. Mi promesa en este sentido es la de ofrecer lo mismo que he hecho en estos años. Desde la juventud, pero ahora también desde la experiencia, poder representar de manera sensata, cabal y honesta a nuestra profesión, y ofrecer dedicación y trabajo en aquellas áreas de responsabilidad que el presidente pueda asignarme. Pienso que esto es lo que nuestra institución necesita, y mi objetivo, como hasta ahora, no será otro que el de mejorar los servicios que ofrecen nuestras instituciones, facilitar el ejercicio de nuestros compañeros, y mejorar con ello nuestra profesión.
No puedo finalizar sin mostrar públicamente mi reconocimiento a los colegios de veterinarios canarios y a sus colegiados. En estos días, y ante una nueva catástrofe natural, vuelven a ser ejemplo de lo mejor que puede aportar nuestra profesión. Ellos son el reflejo de que la unidad y el trabajo, incluso en las peores circunstancias, son el camino más directo hacia el éxito profesional.
Imagen de una ejecutiva permanente del CGCVE