Dos veterinarias de la Universidad de Murcia explican en un artículo las consecuencias negativas de la obesidad en perros y humanos, como la pérdida de calidad de vida y el aumento del coste médico
La obesidad en perros y humanos pasa factura a su salud y bolsillo
Dos veterinarias de la Universidad de Murcia explican en un artículo las consecuencias negativas de la obesidad en perros y humanos, como la pérdida de calidad de vida y el aumento del coste médico
Redacción -
07-05-2020 - 08:51 H - min.
Dos doctoras en Veterinaria de la Universidad de Murcia, Asta Tvarijonaviciute y Silvia Martínez Subiela, han señalado en un artículo, publicado en The Conversation, que la obesidad es una de las enfermedades crónicas más extendidas en el mundo que se relaciona con el desarrollo de enfermedades secundarias y con una disminución de la calidad y esperanza de vida, tanto en humanos como en los perros.
En este sentido, las veterinarias explican en su artículo que el coste medio del veterinario en un perro con obesidad es casi un 20% más elevado que el de los perros con peso normal.
En las personas, según el Instituto Global McKinsey (2014), el impacto global de la obesidad se aproxima a los 2 billones de dólares. Una cifra equivalente a la del tabaquismo, la guerra, la violencia y el terrorismo.
Asimismo, las veterinarias indican que la prevalencia de la obesidad continúa aumentando haciendo la carga social de la enfermedad muy elevada. Diversos estudios han descrito tanto causas como consecuencias de la obesidad que son comunes para perros y humanos. Incluso se ha sugerido que los perros pueden ser un buen modelo animal para las investigaciones de obesidad humana.
Si bien se considera que las causas principales de obesidad en humanos son el exceso de calorías ingeridas en comparación con las quemadas, junto con la predisposición genética, las veterinarias señalan que se trata de una enfermedad multifactorial. “Eso significa que prácticamente todos los hábitos, e incluso el ambiente que nos rodea, pueden sumar en el desarrollo de la obesidad”, apuntan en el artículo.
En el caso de los perros, destacan las científicas, las causas están relacionadas principalmente con el comportamiento del dueño. “El perro no decide por sí mismo su actividad física ni su alimentación. La grasa que acumula depende, por tanto, del ejercicio que se le permite hacer o del alimento que se le proporciona”, explican.
Además, subrayan que, actualmente, a los perros se les considera cada vez más como “compañeros” que como “mascotas”. Esta “sobrehumanización” de los perros puede provocar el desarrollo de obesidad en estos animales. Asimismo, destacan que existen evidencias científicas que apuntan que la tasa de obesidad en los dueños de perros es más baja que en el resto de la población.
Esto, explican, podría deberse a que existen pruebas de que los perros son un estímulo tanto para la actividad social como física. Por otro lado, se ha sugerido que ser dueño de un perro es una forma de combatir un estilo de vida sedentario mediante una mayor motivación para la actividad. Aunque no hay que olvidar que tener un perro no protege al dueño de ser obeso.
Precisamente, la correcta alimentación de los animales de compañía juega un importante papel en la prevención de la obesidad en animales como perros y gatos. Y es que, como señaló Cecilia Villaverde, veterinaria especialista en nutrición animal, durante una jornada sobre nutrición en perros y gatos en el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid (Colvema), el alimento que se les proporcione a las mascotas debe tener en cuenta la “adecuación nutricional”.
Para responder a esta demanda y siempre de la mano del veterinario, surgen en el mercado alimentos para animales de compañía como la gama Specific de la compañía farmacéutica veterinaria Dechra, que entre otros beneficios, ayuda a prevenir el exceso de peso en los perros.
Y es que esta nueva generación de alimentos de Dechra cuenta con una nueva fuente de proteína alternativa sostenible, el krill, y la proteína de pescado certificado (rica en Omega-3 y baja en grasas), colaborando al mismo tiempo en el desarrollo sostenible del planeta.
Por otro lado, las veterinarias autoras del artículo indican que la obesidad se relaciona con una disminución de la calidad de vida y la salud tanto en humanos como en perros.
Esto se explica porque el incremento de la masa corporal debido al aumento de la grasa se acompaña de una carga excesiva en las articulaciones que resulta en enfermedades ortopédicas, restricción de los movimientos respiratorios y aumento de la presión debido a la grasa visceral que empeora la incontinencia urinaria.
Además, señalan que el tejido adiposo, al contrario de lo que se pensaba antes, no es un órgano pasivo, sino que puede secretar varios compuestos activos. Por ello su exceso crónico produce un desequilibrio de diferentes proteínas y enzimas, lo que conduce a alteraciones metabólicas.
Por ello, las veterinarias recomiendan que los responsables de perros adopten “unos buenos hábitos para que el bienestar del animal no se vea también comprometido”.