VIERNES, 26 de abril 2024

VIE, 26/4/2024

MASCOTAS

Casi la mitad de los propietarios duerme en la misma cama con su perro

Una encuesta realizada a más de 1.000 propietarios de perros de Australia ha puesto de manifiesto que un 49% de estos animales duerme en la misma cama con sus titulares, y un 20% utiliza al menos el dormitorio

Casi la mitad de los propietarios duerme en la misma cama con su perro

Casi la mitad de los propietarios duerme en la misma cama con su perro

Una encuesta realizada a más de 1.000 propietarios de perros de Australia ha puesto de manifiesto que un 49% de estos animales duerme en la misma cama con sus titulares, y un 20% utiliza al menos el dormitorio

Redacción - 04-01-2021 - 17:44 H - min.

La relación entre los perros y sus responsables se va volviendo cada vez más estrecha, y una muestra de esto es un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad Canisius College en el que se ha investigado a más de 1.000 propietarios de perros de Australia para conocer sus hábitos de sueño.

La principal conclusión es que alrededor del 49% de los participantes, que tenían entre 18 y 78 años, admitió que su perro duerme en su cama. Otro 20% confesó que su perro duerme en el mismo dormitorio, aunque no en la cama, mientras que el 31% restante señaló que su perro duerme fuera del dormitorio.

"Los estudios de las relaciones de los humanos con sus animales de compañía se han centrado casi exclusivamente en las formas en que las personas se relacionan con sus mascotas durante las horas de vigilia, sin embargo, las personas suelen pasar las horas de sueño con las mascotas en sus camas o dormitorios", asegura la autora del estudio, Christy Hoffman, profesora asociada de comportamiento animal.

El estudio presenta una de las pocas investigaciones exhaustivas sobre la práctica de dormir juntos humanos y perros, y respalda afirmaciones anteriores de que los dueños de perros comúnmente eligen dormir con sus perros en sus camas o dormitorios.

Usando imágenes de mapas de calor, los investigadores determinaron que cuando dos personas estaban en una cama doble, el perro tendía a dormir a sus pies o en el medio de la cama.  Por otro lado, cuando una persona y un perro compartían una cama, la mayoría de los perros dormían al nivel del pecho humano, en el espacio donde podría haber dormido una pareja humana.

Para las personas con una cama individual, según el estudio, los perros dormían con mayor frecuencia en el suelo al lado de la cama, aunque algunos dormían en la cama al nivel del pecho humano. Además, independientemente del tamaño de la cama, casi un tercio de los perros dormía bajo las sábanas.

LOS PROPIETARIOS DE MAYOR EDAD SON MÁS PROCLIVES A COMPARTIR LA CAMA CON SUS PERROS

"Los participantes mayores tenían más probabilidades de compartir la cama con sus perros, al igual que los solteros y las personas que tenían perros pequeños en lugar de perros de tamaño mediano o grande", explica Hoffman, quien apunta que el tamaño de la cama también afectó la probabilidad de compartirla.

Casi dos tercios de los participantes dijeron que sus perros rara vez o nunca perturbaban su sueño. Estos hallazgos respaldaron investigaciones anteriores en las que Hoffman usó rastreadores de actividad para determinar los movimientos nocturnos de las mujeres cuando compartían la cama con un perro.

Ese estudio encontró que tenían tres veces más probabilidades de pasar de un estado inactivo a uno activo si su perro se movía durante el minuto anterior, aunque no recordaban que sus perros perturbaran su sueño en la mayoría de los casos.

"Dado lo poco que los participantes recordaron las interrupciones del sueño relacionadas con los perros en relación con la cantidad de movimiento del perro que observamos durante las noches, parece que los humanos no asocian conscientemente sus noches de mal sueño con las actividades nocturnas de sus perros", anotó Hoffman.

Esta discrepancia sugiere que a pesar de las perturbaciones que crean los compañeros de cama caninos, pueden estar satisfaciendo una necesidad psicológica de sentirse seguros durante los períodos de sueño, considera la investigadora. Los hallazgos se publicaron recientemente en la revista Human-Animal Interaction de la Asociación Americana de Psicología.

VOLVER ARRIBA