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ANIMALADAS

Perro víctima de un incendio realiza terapias con pacientes quemados

Taka, un shiba Inu que sufrió graves quemaduras en un incendio, se ha convertido en un perro de terapia que visita a pacientes con quemaduras de hospitales

Taka, una vez recuperado de sus quemaduras.
Taka, una vez recuperado de sus quemaduras.

Perro víctima de un incendio realiza terapias con pacientes quemados

Taka, un shiba Inu que sufrió graves quemaduras en un incendio, se ha convertido en un perro de terapia que visita a pacientes con quemaduras de hospitales

Francisco Ramón López - 09-08-2019 - 14:31 H - min.

En 2018 una familia de Georgia (Estados Unidos) consiguió escapar a tiempo de un incendio. Sin embargo, Taka, un shiba Inu de 9 años no corrió tanta suerte y se quedó dentro. Por suerte, el perro pudo escapar cuando el fuego hizo colapsar el suelo de la vivienda.

El animal corrió aún en llamas hasta la casa de sus vecinos. Al ver la escena, los vecinos entraron en pánico y contactaron a Crystal Lesley, una veterinaria de la zona.

"En cuanto vi la foto, inmediatamente les llamé y les dije que tenían que traerlo", explica Lesley, que recuerda que cuando el perro llegó a la clínica aún seguía humeando. “Nunca antes habíamos encontrado un perro con quemaduras tan graves”, asegura.

Debido a que no podían tocar a Taka sin que el animal gritara de dolor, lo sedaron para evaluar sus heridas y se dieron cuenta de que les esperaba un largo camino para la recuperación, pero Lesley estaba decidida a ayudar al perro.

Lo llevó a un hospital especializado de Columbia en Carolina del Sur. Allí pasó un mes y medio. Una vez superada esta primera fase crítica, Lesley tuvo que cuidarlo.

"Semanas de cambios diarios de vendaje y cuidado de heridas", recuerda. Fue en esa temporada cuando se dieron cuenta de que Taka no podía parpadear.

  • GALERIA

    Taka junto a la veterinaria Crystal Lesley durante su proceso de recuperación.

 

SE SOMETIÓ A UNA CIRUGÍA RECONSTRUCTIVA

Una enfermera de un hospital para pacientes quemados descubrió la historia de Taka y el centro se ofreció a realizarle gratuitamente una completa cirugía reconstructiva con injertos de piel que le permitieron volver a cerrar los ojos.

Fue precisamente otra enfermera del centro para pacientes quemados, que conocía a Taka, la que propuso que el animal fuera a visitar a los niños con quemaduras del hospital. Lesley supo de inmediato que la personalidad de Taka era perfecta para este trabajo.

"Le encantan los niños y las personas", afirma, y apunta que, como el perro ya era oficialmente suyo, pues su anterior familia se desentendió de él, "era demasiado especial para no compartirlo con el mundo".     

Todavía quedaban por delante meses de entrenamiento para que pudiera conseguir el certificado de perro de terapia. La parte más difícil fue enseñarle a quedarse parado. "Le costó un tiempo hacerlo cuando estaba rodeado de gente", explica Lesley.

Finalmente, Taka superó el examen, por lo que ahora puede empezar a visitar los hospitales de pacientes quemados e interactuar con otras víctimas de quemaduras.

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