LUNES, 29 de abril 2024

LUN, 29/4/2024

PROFESIONALES

Veterinarios españoles analizan los factores de riesgo para el desarrollo clínico de la leishmaniosis canina

La raza del perro, el peso corporal, las condiciones de vida, el tratamiento antiparasitario regular y la vacunación contra Leishmania redujeron significativamente el riesgo de infección y de progresión clínica de la enfermedad

El estudio se desarrolló en el Hospital Clínico Veterinario Complutense (Alfonso Neira/Animal's Health).
El estudio se desarrolló en el Hospital Clínico Veterinario Complutense (Alfonso Neira/Animal's Health).

Veterinarios españoles analizan los factores de riesgo para el desarrollo clínico de la leishmaniosis canina

La raza del perro, el peso corporal, las condiciones de vida, el tratamiento antiparasitario regular y la vacunación contra Leishmania redujeron significativamente el riesgo de infección y de progresión clínica de la enfermedad

Jorge Jiménez - 04-04-2024 - 17:36 H - min.

La leishmaniosis canina (CanL), causada por Leishmania infantum, es una enfermedad compleja de creciente importancia en Europa. Las manifestaciones clínicas resultan de la modulación negativa de la respuesta inmune del huésped a través de múltiples interacciones huésped-parásito.

En este sentido, aunque varios factores podrían influir en la progresión de CanL, un nuevo estudio retrospectivo desarrollado por investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid ha evaluado por primera vez los factores de riesgo para sus diferentes estadios clínicos en una gran población (n = 35.669) de un hospital de referencia (Hospital Clínico Veterinario Complutense) de un área endémica (Madrid), durante un período de 20 años.

Asimismo, en el estudio también se realizaron exploraciones de todo el genoma en busca de firmas de selección para explorar el componente genómico de la susceptibilidad clínica a la infección por L. infantum.

Según informan los investigadores la prevalencia de leishmaniosis canina fue del 3,2%. De estos animales, el 16,7% se encontraba en el estadio I, el 43,6% en el estadio II, el 32,1% en estadio III, y el 7,6% en estadio IV.

Tanto la raza del perro (cruce), el peso corporal, como la vacunación contra Leishmania (CaniLeish o LetiFend) redujeron significativamente el riesgo de transmisión y el riesgo de desarrollar formas clínicas graves.

Por el contrario, apuntan, la detección de comorbilidades se asoció con formas clínicas avanzadas, particularmente enfermedad renal crónica, neoplasia, criptorquidia, traqueobronquitis infecciosa y urolitiasis por uratos, aunque no afectaron el resultado clínico.

También se detectaron asociaciones significativas entre un mayor riesgo de estadios clínicos graves y hallazgos en la anamnesis (manifestaciones renales o cutáneas) y el examen físico (hallazgos oculares), destacando su valor diagnóstico en los casos referidos de CanL.

Por otro lado, los investigadores encontraron que 16 razas eran significativamente más susceptibles a desarrollar etapas graves de leishmaniosis. Entre estas se incluyen el gran danés, el rottweiler, el springer spaniel inglés, el boxer, el staffordshire terrier americano o el golden retriever.

Por otro lado, otras 20 razas mostraron un fenotipo de resistencia clínica y, por lo tanto, se mostraron menos susceptibles a desarrollar etapas graves de leishmaniosis, siendo probable que desarrollaran una respuesta inmune eficaz contra L. infantum. Aquí mencionan al braco, el samoyedo, el mastín español, el galgo español, el setter inglés o el husky siberiano.

“Nuestros hallazgos proporcionan pruebas sólidas de una predisposición racial a la progresión clínica de la infección por L. infantum, destacando el papel potencial de la genética en la modulación de la respuesta inmune durante CanL. Una caracterización adicional de los factores genómicos relacionados con esta susceptibilidad clínica puede contribuir a una mejor comprensión de los mecanismos moleculares subyacentes a la inmunopatogénesis de CanL y ayudar a diseñar nuevas estrategias protectoras contra ella”, destacan.

Protocolo del estudio

AUMENTA EL USO DE VACUNAS CONTRA LA LEISHMANIOSIS CANINA EN LOS ÚLTIMOS 7 AÑOS

Asimismo, señalan que la evaluación de los factores predisponentes a la CanL durante el período de estudio de 20 años reveló cambios significativos a lo largo del tiempo. “En los últimos 7 años detectamos un aumento en el uso de piretroides y vacunas como medidas profilácticas contra la CanL. Juntas, estas medidas podrían ayudar a reducir tanto la incidencia como la gravedad de la enfermedad”, explican.

Durante este período también se observó un aumento en la frecuencia de perros que vivían en interiores, acompañado de una disminución en la proporción de perros diagnosticados con estadios clínicos graves (III y IV). Teniendo en cuenta estos datos, indican, se esperaría una mejora en el resultado clínico de los perros atendidos durante los últimos 7 años, ya que se comprobó que vivir en interiores es un factor protector para las formas clínicas graves de CanL y los perros diagnosticados con enfermedad clínica.

A modo de resumen, los investigadores subrayan que la raza del perro, el peso corporal, las condiciones de vida, el control de endoparásitos y el estado de vacunación CanL pueden afectar no sólo al riesgo de infección por L. infantum, sino también a la progresión clínica de la enfermedad.

Además, hacen hincapié en la valiosa información que pueden ofrecer una anamnesis detallada y un examen físico completo. “Finalmente, vale la pena señalar que los cambios en cualquier factor de riesgo o protector de CanL mantenidos en el tiempo pueden alterar la dinámica huésped-parásito y tener consecuencias clínicas para la población canina. Los análisis futuros de la respuesta al tratamiento y los factores que influyen en el pronóstico a largo plazo pueden contribuir a mejorar aún más el tratamiento clínico de esta compleja enfermedad”, concluyen los investigadores.

Representación de los estadios clínicos de la leishmaniosis canina (CanL) por año de diagnóstico, peso corporal y presencia de comorbilidades. CKD es el acrónimo de chronic kidney disease o enfermedad renal crónica

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