Proponen un nuevo método de diagnóstico para la ehrlichiosis canina

Investigadores de biología molecular procedentes del Reino Unido analizan a través de un estudio la precisión que ofrece un diagnóstico realizado mediante el ensayo molecular Taqman para detectar la ehrlichiosis canina.

La ehrlichiosis es una enfermedad infecciosa de tipo zoonótico que se transmite principalmente mediante la picadura de garrapatas, explican los responsables del estudio, quienes detallan que la Ehrlichia es un parásito intracelular que ataca a las células inmunitarias del huésped. 

Dado que los ensayos que se utilizan actualmente para el diagnóstico de esta enfermedad no ofrecen suficiente información sobre la ehrlichiosis, los investigadores de este estudio proponen un ensayo que utiliza la prueba de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en tiempo real a partir de muestras de sangre de perros, método al que llaman Taqman.

Los responsables del estudio probaron la sensibilidad de las muestras utilizando diluciones en serie de aislados clínicos de Ehrlichia por triplicado, además de calcular la eficacia de dicha amplificación mediante un análisis de regresión logarítmica de los datos. Para ello se utilizaron dos tipos de muestras. Una de 33 perros que daban positivo en Ehrlichia spp en Reino Unido y otra de 215 perros que mostraban signos de ehrlichiosis en Israel.

La eficiencia  del nuevo ensayo TaqMan se calculó en un 97% en comparación con las pruebas habituales que se realizan para este tipo de diagnóstico. Por tanto, los investigadores señalan que el método Taqman, además de preciso, es más rápido aunque requiera de una interpretación adicional de datos y cálculos.

EHRLICHIOSIS CANINA

Los expertos de la clínica veterinaria detallan que esta enfermedad se transmite mediante la picadura de una garrapata, “teniendo un periodo de incubación de entre ocho y veinte días”. De entrar en el organismo del perro, “la Ehrlichia infecta los glóbulos blancos, las plaquetas y las células que forman la pared de los vasos sanguíneos”. Y al propagarse por la sangre, puede llegar a afectar a los ganglios linfáticos, pulmones, hígado, riñones e incluso las meninges. 

Los síntomas que suelen manifestarse son la fiebre, la inapetencia, la pérdida de peso, dificultad respiratoria, sangrado nasal, problemas oculares y nerviosos y cojeras, entre otros.