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PROFESIONALES

Maria dels Àngels Calvo: “Fui la primera decana de las facultades de Veterinaria del Estado español”

La ganadora del Premio Mujer del Año rememora su trayectoria y sus inicios durante la construcción de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, y sus esfuerzos para impulsar el enfoque ‘One Health’ en España

Maria dels Àngels Calvo, ganadora del Premio 'Mujer del Año' de Animal's Health.
Maria dels Àngels Calvo, ganadora del Premio 'Mujer del Año' de Animal's Health.

Maria dels Àngels Calvo: “Fui la primera decana de las facultades de Veterinaria del Estado español”

La ganadora del Premio Mujer del Año rememora su trayectoria y sus inicios durante la construcción de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, y sus esfuerzos para impulsar el enfoque ‘One Health’ en España

Francisco Ramón López - 30-04-2024 - 13:40 H - min.

Este mes de abril, Animal’s Health anunció que la catedrática Maria dels Àngels Calvo había sido la ganadora de la segunda edición del Premio Mujer del Año, gracias a los votos de los lectores del periódico que recibió su candidatura desde que se abrió la convocatoria el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. El galardón se ha convertido en una iniciativa ya consolidada, que ha vuelto a ser un éxito, con una participación sin precedentes con miles de votos, que decantó la balanza en favor de Calvo, resultando elegida entre las 8 candidatas.

Ahora, desde el Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña han publicado una entrevista a Calvo en la que se destacan los mensajes de apoyo que le llegaron de todo el mundo tras conocerse que se encontraba entre las candidatas al premio de Animal’s Health, que reconoce a la mujer más influyente en salud animal y veterinaria de España en 2024. “La satisfacción es increíble”, confesaba la ganadora del premio, que en su momento afirmaba en relación a la nominación que, “pase lo que pase, el premio ya lo he recibido”.

Nacida en Barcelona en 1953, Calvo es licenciada y doctora en Farmacia por la Universidad de Barcelona (UB) y licenciada y doctora en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Especialista en microbiología y parasitología, es catedrática de Sanidad Animal desde 1985 en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), de la que ha sido vicedecana y decana.

Cumplió los setenta años el pasado verano y, desde entonces, es catedrática emérita de la UAB. En la Facultad de Veterinaria conserva su grupo de investigación y el despacho, y sigue colaborando en el máster de ‘One Health’.

Buena parte del tiempo lo dedica a las academias catalanas. Y es que es vicesecretaria de la Real Academia de Medicina de Cataluña, secretaria de la Real Academia de Farmacia de Cataluña, vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores y, desde hace pocos meses, presidenta de la Academia de Ciencias Veterinarias de Cataluña.

En este sentido, afirma que cuenta con un excelente equipo. “Continuamos bastantes de los que éramos hasta ahora; se han cambiado los sombreros pero no se han cambiado a las personas, y ha funcionado siempre muy bien. Creo que tanto con el Colegio de Veterinarios de Barcelona (COVB) como con el Consejo, del que además soy portavoz de la ‘Comisión One Health’, podremos hacer muchas cosas juntos”, indica.

En la entrevista, rememora su trayectoria, indicando que estudió Farmacia en la Universidad de Barcelona entre 1970 y 1975. Al finalizar, pasó una época como profesora de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, donde conoció el mundo de la veterinaria. “Entonces no sospechaba que, al cabo de dos años me dirían: ‘montamos una facultad en Barcelona, ¿quieres venir aquí?’”, recuerda.

“La Facultad de Veterinaria de la UAB nació en 1982. La Microbiología era una asignatura de segundo, por lo que me incorporé como profesora en 1983. También me nombraron vicedecana”, explica.

En 1984 fue nombrada decana. “Fui la primera decana de las facultades de Veterinaria del Estado español. En ese momento, yo todavía no era veterinaria y eso lo hacía complicado. Claro, quítame varios años, sin ser veterinaria, habiendo grandes veterinarios como había en Catalunya…, fue duro”, señala.

“Pero, al final, no les quedó más remedio que aceptarlo y salimos adelante. De hecho, la casa se hizo. Visité varias facultades de fuera para ver cómo eran. La Facultad ya estaba planificada, entonces, pero había algunas cosas que debían cambiarse. Entonces, vino el momento de la búsqueda y captura del profesorado. Vete a Zaragoza: ‘Chicos, ¿quién quiere venir?’. Vete a Madrid: ‘Chicos, ¿quién quiere venir?’. Divertido. O sea, divertido no… pero una experiencia bonita, muy interesante”, explica. Cuando dejó de ser decana la Facultad aún no estaba inaugurada, “pero sí toda encaminada. Mientras, estábamos realquilados en la Facultad de Ciencias”.

Sobre su decisión de estudiar Veterinaria, explica que, llegó un momento en que quería tener el mismo lenguaje que sus alumnos. “No quería tener problemas con nadie por no ser veterinaria. Como decana, no podía estudiar en la Facultad de la UAB, y por eso me fui a la Complutense. Hice la licenciatura y, ya que estaba allí, hice el doctorado”, explica.

“Recuerdo que, el día de la defensa de la tesis, uno de los miembros del tribunal me dijo algo que siempre recuerdo con mucho cariño: ‘La Veterinaria siempre estará en deuda con usted’. ‘¿Sí?’, le dije. Y respondió: ‘Sí, porque usted podría haber hecho el doctorado sin ser licenciada en Veterinaria, pero quiso ser veterinaria’. Como recompensa, me regaló una moneda de oro. Me han pasado cosas en la vida totalmente inusuales”, relata.

Cuando dejó de ser decana, el edificio de la Facultad no estaba inaugurado, pero sí encaminado. “Mientras, estábamos recolocados en la Facultad de Ciencias. Como curiosidad, recuerdo las visitas de obra, que eran divertidísimas. Los arquitectos que hicieron la Facultad habían trabajado mucho en Sudamérica, sobre todo en Brasilia, por lo que la Facultad es muy creativa”, señala.

“Su forma está buscada expresamente. Cuando vienes en tren, la ves que va saliendo de la tierra. Es una serpiente. A medida que avanza el tren, la Facultad va creciendo. Por otra parte, en el centro, cuando vas de la parte donde está el restaurante hacia la parte de la biblioteca, hay un ojo central; eso era el diamante”, apunta.

LA IMPORTANCIA DEL ‘ONE HEALTH’

Calvo habla, asimismo, de otro de los puntos clave de su carrera: el enfoque One Health. “Es un concepto del que ya hablaban los griegos. Tenemos libros en los que explican que los cambios ambientales implicaban problemas en la salud que afectaban tanto al hombre como a los animales. Esto es One Health. Todo esto acaba evolucionando, y quienes llevan la voz cantante al respecto son los veterinarios. En lo que llevamos de siglo, el concepto ha entrado con un empuje importantísimo”, explica.

“Para mí, este enfoque es la gran solución para afrontar los problemas reales. Si hablamos de globalización, qué mejor que todas las profesiones sanitarias, apoyadas por otras que no son sanitarias pero son muy necesarias, podamos llegar a entender que la salud la conforman muchas cosas. Para mí, no deja de ser una excusa para que médicos, veterinarios, biólogos, gente que se dedica al medio ambiente, y matemáticos, estadísticos, etc. nos juntemos para que la salud sea lo que debe ser”, defiende.

En este sentido, lamenta que no se aprovechó lo suficiente el impacto del COVID para intentar asentar el enfoque en España. “Justo empezaba a hablarse entonces. Que haya habido el problema de la COVID ha determinado que empezáramos a darnos cuenta de que necesitamos unos de otros. Es cierto que la COVID fue un gran momento para la visibilidad a los veterinarios, pero la pena es que no supimos aprovecharlo lo suficiente. A nivel personal nos llamábamos, pero a nivel de profesión, no”, apunta.

Desde el punto de vista de Calvo la clave está en la colaboración entre las profesiones sanitarias. “El médico tiene muchos conocimientos, pero también tiene carencias. El farmacéutico, también, por ejemplo, con los medicamentos veterinarios. Estoy hablando con el Colegio de Farmacéuticos para ver si montamos algo conjunto, y que en una misma mesa haya veterinarios y farmacéuticos y que nos expliquemos los problemas que tenemos”, señala.

“El gran problema es que la previsión no es lo fuerte de nuestra sociedad. Si alguien tiene impregnado en el ADN qué es prevenir, es el veterinario; un veterinario nunca tendrá una granja mal, por ejemplo. En humana no podemos hacer un vaciado. Pero sí debemos tener muy claro que es necesaria previsión”, concluye.

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