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Un estudio recuerda que la leishmaniosis canina también se puede transmitir en el útero

Un caso clínico describe el inicio temprano de signos de leishmaniosis clínica en una camada de cachorros de perro en la que había evidencia de transmisión a través del útero, la conocida como transmisión vertical

Imagen de los cachorros afectados por leishmaniosis.
Imagen de los cachorros afectados por leishmaniosis.

Un estudio recuerda que la leishmaniosis canina también se puede transmitir en el útero

Un caso clínico describe el inicio temprano de signos de leishmaniosis clínica en una camada de cachorros de perro en la que había evidencia de transmisión a través del útero, la conocida como transmisión vertical

Francisco Ramón López - 16-06-2021 - 09:54 H - min.

La leishmaniosis canina (CanL) es una enfermedad zoonósica causada por Leishmania infantum. Aunque generalmente se transmite a través de un vector, el flebotomo, también se ha informado de infecciones por transmisión vertical (de madre a hijos a través del útero) y por transfusiones de sangre.

En este sentido, un grupo de investigadores de la Universidad de Jerusalén ha descrito un caso clínico en el que se detectó el inicio muy temprano de signos de leishmaniosis clínica —a los 2 meses de edad—, en una camada de cachorros nacidos de una madre y un padre infectados. Siete cachorros de esta camada de nueve, que vivían en diferentes hogares, presentaron dermatitis exfoliativa alopécica y lesiones cutáneas ulcerativas.

Para confirmar la infección por Leishmania, todos los cachorros y ambos padres se analizaron en al menos una ocasión, tanto serológicamente, mediante ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA), como mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

Los nueve cachorros fueron positivos a PCR para L. infantum verificado por secuenciación de ADN y siete fueron positivos por conjuntiva, cinco por sangre, cuatro por ganglio linfático y uno por PCR cutánea de una lesión ulcerosa. Ambos perros sin signos clínicos fueron seronegativos, mientras que cinco de los siete con anomalías dermatológicas fueron seropositivos mediante ELISA.

Los autores explican que el padre tenía hallazgos clínicos dermatológicos y viscerales típicos de CanL, era seropositivo y sus muestras de PCR fueron positivas a L. infantum en el ganglio linfático y líquido de los conductos deferentes analizados después de que los testículos fueron extraídos por castración. La madre estaba subclínicamente infectada y era seronegativa, pero positiva mediante PCR en sangre, ganglios linfáticos y conjuntiva para L. infantum.

Respecto al tratamiento, explican que la administración de alopurinol a todos los perros clínicamente afectados resultó en la recuperación clínica.

Con todos estos datos, es decir, la infección por L. infantum en ambos padres, la edad muy temprana de inicio clínico entre la mayoría de los cachorros y el hecho de que los cachorros nacieron y se detectaron con signos de leishmaniosis en el invierno, que es una temporada sin actividad de flebótomos en Israel, los investigadores consideran que se sugiere “fuertemente” la transmisión vertical.

“Se debe aumentar la conciencia sobre la posibilidad de transmisión vertical de L. infantum y la infección entre perros de la misma camada. Se recomienda que los perros jóvenes con leishmaniosis clínica se sometan a pruebas de infección subclínica, ya que también pueden ser infecciosos para los flebótomos y, por lo tanto, para otros perros y para los seres humanos. También debe considerarse la posibilidad de restringir el apareamiento de las perras infectadas para evitar la transmisión vertical de la infección”, concluyen.

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