El investigador español Juan Carlos Espinosa Martín, del INIA-CSIC, participa en un proyecto de la Universidad de Minnesota para diseñar un plan de respuesta ante un posible salto de la caquexia crónica de los ciervos a los humanos
España participa en un proyecto internacional para prepararse ante un posible salto a humanos de una enfermedad mortal de los ciervos
El investigador español Juan Carlos Espinosa Martín, del INIA-CSIC, participa en un proyecto de la Universidad de Minnesota para diseñar un plan de respuesta ante un posible salto de la caquexia crónica de los ciervos a los humanos
Redacción - 17-01-2024 - 11:41 H - min.
La caquexia crónica (CWD) es una enfermedad neurodegenerativa mortal de los cérvidos causada por proteínas infecciosas mal plegadas llamadas priones. Si bien aún no se ha detectado en personas, está desaconsejado el consumo de carne de animales infectados.
La caquexia crónica se detectó por primera vez en 1967 en ciervos bura en un centro de investigación de Colorado. Se ha confirmado en 32 estados, cuatro provincias canadienses, Corea del Sur, Finlandia, Noruega y Suecia.
Actualmente, esta infección mortal afecta sólo a cérvidos, pero a los expertos les preocupa que pueda propagarse a humanos y animales de granja no cérvidos. Por ello, el Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas (CIDRAP) de la Universidad de Minnesota es pionero en un proyecto multinacional para prepararse ante este posible salto.
El trabajo está financiado por la Legislatura de Minnesota, administrado por el Departamento de Recursos Naturales del estado y dirigido por el director del proyecto CIDRAP y CWD, Michael Osterholm, y los codirectores Jamie Umber y Cory Anderson.
También participa en el proyecto Rick Hansen, que forma parte de la cámara de representantes del estado de Minnesota y es miembro del grupo de trabajo de conservación y salud de la vida silvestre de este proyecto del CIDRAP.
En total, el equipo CIDRAP CWD ha reclutado a 67 expertos de 7 países para formar parte de cinco grupos de trabajo. Sus discusiones informarán un plan de respuesta vivo y continuo sobre temas como la comunicación de riesgos, la educación y la divulgación.
Los miembros representan 18 universidades, cuatro agencias federales de EE.UU., siete agencias estatales y cuatro comunidades tribales. Además de Estados Unidos y Canadá, los miembros provienen de Francia, Alemania, Noruega, España y el Reino Unido.
En el caso de España, participa Juan Carlos Espinosa Martín, del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC), que formará parte del grupo de trabajo de ‘Vigilancia de cérvidos y animales de producción, capacidad de laboratorio, planificación y respuesta’.
Los grupos abordan la medicina humana y la vigilancia de la salud pública, la epidemiología, la capacidad de los laboratorios, la planificación y la respuesta; vigilancia, capacidad de laboratorio, planificación y respuesta de cérvidos y animales de producción; diagnóstico de enfermedades priónicas; eliminación de cadáveres y artículos contaminados; y salud y conservación de la vida silvestre.
“Estos grupos están discutiendo el estado del conocimiento sobre las enfermedades e identificando las acciones requeridas en caso de que se produzca un desbordamiento. Sobre la base de estas discusiones, el programa CWD desarrollará, perfeccionará y compartirá un plan de preparación y planificación de respuesta con las partes interesadas”, explican.
La intención es redactar una guía integral y autorizada con las formas de actuar ante un contagio en humanos o animales de producción no cérvidos. El enfoque de CIDRAP es único en el sentido de que ninguna otra agencia gubernamental, organización o centro académico ha incluido todas estas disciplinas para abordar el riesgo de un evento de contagio de caquexia crónica.
Hansen defiende que la ciencia es fundamental para hacer frente a una enfermedad nueva y desafiante. “Creo que ahí es donde es realmente importante involucrar a científicos, profesionales, investigadores y formuladores de políticas en el esfuerzo del CIDRAP, porque podemos aprender unos de otro”, apunta.
En este sentido, considera que la cooperación estatal, nacional e internacional es esencial para abordar la caquexia crónica. “Creo que lo bonito de la propuesta del CIDRAP es que hay grupos trabajando en una variedad de cosas, ya sea salud humana, gestión, investigación, lo que está sucediendo con otras especies, así que tenemos la salud de la vida silvestre, la salud pública y la gestión”, señala Hansen. “Tenemos mucho más que aprender”, concluye.