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Cada vez más cerca la vacuna contra la enfermedad del ciervo 'zombie'

La vacuna contra la caquexia crónica o enfermedad del ciervo 'zombie' está cada vez más cerca después de que investigadores norteamericanos hayan conseguido importantes avances contra esta enfermedad letal

Ciervo americano de cola blanca, una de las especies actualmente afectada por la caquexia crónica.
Ciervo americano de cola blanca, una de las especies actualmente afectada por la caquexia crónica.

Cada vez más cerca la vacuna contra la enfermedad del ciervo 'zombie'

La vacuna contra la caquexia crónica o enfermedad del ciervo 'zombie' está cada vez más cerca después de que investigadores norteamericanos hayan conseguido importantes avances contra esta enfermedad letal

Jorge Jiménez - 25-04-2019 - 14:00 H - min.

Los casos de una enfermedad infecciosa que mata a los ciervos y alces se está expandiendo rápidamente por Norteamérica. Similar a la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), —comunmente conocida como enfermedad de las vacas locas— la enfermedad de desgaste crónico (CWD), también llamada caquexia crónica o enfermedad del ciervo 'zombie', es una enfermedad priónica de los miembros de la familia de los cérvidos. Los animales infectados pierden peso drásticamente, y sufren otros síntomas como falta de coordinación y babeo. La CWD es fatal en todos los casos y no hay cura, tratamiento, o forma de prevenirla.

Sin embargo, el estudio de una vacuna contra la CWD ha hecho que los investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Calgary (UCVM) tengan esperanzas. El estudio encontró que la vacuna, probada en un modelo de ratón, prolongó el tiempo antes de que los animales infectados desarrollaran los síntomas hasta en un 60%.

"La vacuna no previene la enfermedad, pero retrasa su aparición", dice Dalia Abdelaziz, investigadora del estudio, quien además añade que este retraso de síntomas en ratones “es significativo porque su vida es mucho más corta que la de los cérvidos. Por eso los resultados son esperanzadores, ya que se ha conseguido aumentar considerablemente el tiempo de supervivencia”.

INTRODUCCIÓN DE RESPUESTA INMUNE

La CWD no es causada por un virus o una bacteria. El agente infeccioso es un prión, una forma anormal de una proteína inofensiva que se encuentra en el cerebro. Una vez que los priones están presentes en el cerebro, se multiplican haciendo que las proteínas normales se replieguen en una forma anormal.

“El sistema inmunológico del animal no detecta priones como un enemigo, por lo que no hay una respuesta inmunitaria contra la enfermedad”, señala Simrika Thapa, estudiante de doctorado y coautora del estudio.

Por ello, Tapha indica que se está tratando de crear “un inmunógeno que induzca una respuesta inmune en el animal. Como una vacuna contra la gripe que produce una respuesta para que su cuerpo reconozca la enfermedad y se defienda contra ella”.

RÁPIDA EXPANSIÓN

“No hay tratamiento, y el otro gran problema con esta enfermedad es que es muy contagiosa, por lo que se está propagando rápidamente por América del Norte”, dice Abdelaziz, quien añade que, “los animales contribuyen a su difusión mediante la orina, la saliva y las heces, y el resultado es que la enfermedad se propaga por casi todo el entorno”. En Europa también se han registrado casos de la enfermedad en Noruega en el año 2016.

“El problema de la infección no solo está en el cerebro de los animales, también está en sus músculos”, agrega Thapa. En este sentido, la científica subraya la peligrosidad de la caquexia, ya que, “no solo está en el sistema nervioso central, está en todo el cuerpo. Cuando un animal muere y se descompone en el medioambiente, está contaminando todas las plantas y el suelo. Entonces, cuando los ciervos comen plantas o entran en contacto con el suelo, la proteína infecciosa entra en el cuerpo, y es que, además, esta proteína puede permanecer en el suelo durante muchos años.”

Sobre el potencial de la transmisión a humanos de la caquexia crónica, Abdelaziz subraya que constituye un “problema alarmante”, pero que sigue siendo “una incógnita”. A este respecto, la investigadora señala que, “no se han reportado casos de la enfermedad en personas, pero los estudios de monos ardilla han demostrado su transmisibilidad en primates no humanos”.

El siguiente paso para los científicos es el desarrollo de una vacuna oral que pueda ser utilizada en fauna silvestre. En este sentido indican que, aunque no se puede vacunar a cérvidos en libertad por la dificultad y el riesgo que entraña, se está considerando la posibilidad de recurrir a vacunas orales, basadas en plantas que puedan ingerir directamente tanto ciervos como alces. Por último, los investigadores del proyecto apuntan que se encuentran “muy emocionados” con los avances obtenidos y con el futuro desarrollo de la vacuna contra la caquexia.

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