Un estudio internacional en el que han participado científicos españoles propone que la bioseguridad contra las especies invasoras sea una prioridad nacional dado el riesgo que suponen para la salud pública
El aumento de especies invasoras supone un riesgo para la salud pública
Un estudio internacional en el que han participado científicos españoles propone que la bioseguridad contra las especies invasoras sea una prioridad nacional dado el riesgo que suponen para la salud pública
Redacción - 13-07-2020 - 15:47 H - min.
Un estudio internacional con participación de la Estación Biológica de Doñana, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), advierte de que se requieren medidas urgentes para prevenir, detectar y controlar a las especies invasoras, que ya sobrepasan las 18.000 en todo el mundo.
El estudio, recientemente publicado en Biological Reviews, forma parte de la iniciativa "Advertencia de los científicos del mundo a la humanidad: un segundo aviso", que pide un cambio urgente en las relaciones entre los seres humanos y la Tierra.
Las especies exóticas son plantas, animales y microbios introducidos por los seres humanos de forma accidental o intencionada, en un área en la que de forma natural esas especies no habrían llegado.
Muchos de estos organismos prosperan extendiéndose muy rápidamente y causando daños en el ambiente, la economía y la salud humana, según explica un comunicado del CSIC difundido este lunes.
Montserrat Vilà, profesora de investigación del CSIC en la Estación Biológica de Doñana y coautora del estudio, subraya que los impactos de las invasiones biológicas no se limitan únicamente al medio ambiente, plantas y animales exóticos, sino a impactos en la salud pública, producidos por microorganismos patógenos.
Además, señala que la pandemia del coronavirus es "un caso ilustrativo brutal" de la expansión e impacto de un organismo exótico, por lo que la bioseguridad debería ser una prioridad nacional.
Los investigadores aseguran que el origen de estas invasiones biológicas reside en el aumento en el número y la variedad de vías de entrada por las que las especies se introducen.
Así, el tráfico de estas especies exóticas ha crecido con la aparición de nuevas vías, entre las que destacan el comercio en línea de mascotas exóticas y el transporte de especies a través de océanos como polizones en materiales de plástico.
Además, el estudio muestra cómo otros factores ambientales, entre ellos el cambio climático, los cambios del uso del paisaje junto con el comercio internacional, están exacerbando los impactos de las invasiones biológicas.
Las especies que han sido transportadas pueden prosperar en nuevas regiones debido a las variaciones de la temperatura producto del cambio climático.
Asegura el estudio que la apertura permanente del Océano Ártico por el calentamiento global está permitiendo el movimiento de especies marinas entre los océanos Atlántico y Pacífico, al igual que ha ocurrido durante décadas entre el Mar Rojo y el Mar Mediterráneo a través del canal de Suez.
Los autores de este artículo enfatizan que las invasiones biológicas pueden ser manejadas y mitigadas, y señalan enfoques que están funcionando en todo el mundo, a la vez que hacen recomendaciones específicas para mejorar la gestión de estas especies.
Un ejemplo es el caso de Nueva Zelanda, que ha conseguido, mediante la introducción de controles fronterizos más estrictos, incluyendo máquinas de rayos X y perros detectores, disminuir progresivamente la tasa de entrada de hongos fitopatógenos.
Por su parte, el autor principal del artículo, el profesor Petr Pyšek, de la Academia Checa de Ciencias y la Universidad Charles en Praga, afirma que a medida que aumenta el conocimiento sobre las especies exóticas invasoras, los problemas asociados con las invasiones biológicas se vuelven más claros.
Las amenazas que representan para el medio ambiente, la economía y la salud son "muy graves" y van "a peor", por lo que los responsables políticos deben "priorizar" las acciones para detener las invasiones y sus impactos.
Un análisis reciente de las extinciones globales en la base de datos de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza reveló que las especies exóticas contribuyeron al 25% de las extinciones de plantas y al 33% de las extinciones de animales terrestres y de agua dulce.
Otro apunte relevante es que algunas de las especies consideradas más invasoras en el mundo son transmisoras o reservorios de patógenos que pueden causar enfermedades tanto en animales domésticos como en humanos.
Por su parte, las pérdidas ambientales anuales causadas por especies introducidas en los Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Sudáfrica, India y Brasil se calculan en más de 89.000 millones de euros.