FAO: “La resistencia a los antibióticos es una prioridad de salud mundial”

Los antibióticos ejercen un papel fundamental en el tratamiento de las enfermedades no solo en humanos, sino también en animales (tanto acuáticos como terrestres) y en las plantas. Su uso es esencial para la seguridad alimentaria, así como para el bienestar animal (y humano). Sin embargo, el mal uso de estos medicamentos, asociado con la propagación de las resistencias a los antimicrobianos, puede poner en peligro la medicina y la veterinaria modernas; y la seguridad alimentaria.

Este asunto protagonizó la conferencia internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre el análisis de riesgos de inocuidad alimentaria y resistencia a los antibióticos (RAM) celebrada en Moscú del 17 al 18 de diciembre de 2019.

Además de la aparición de patógenos resistentes a los antibióticos, otros riesgos de inocuidad alimentaria, según han determinado en la conferencia, requieren de una vigilancia constante a través de “mecanismos de gobernanza sólidos y apropiadas medidas preventivas a lo largo de la cadena alimentaria”.

El evento reunió a más de 150 delegados que representan a los sectores de la salud animal, de la salud pública y la seguridad alimentaria, principalmente de Europa y Asia Central, para intercambiar experiencias y mejores prácticas sobre la reducción de la resistencia a los antimicrobianos, evaluar los diversos riesgos a los que se enfrenta la seguridad alimentaria, aumentar la gestión eficaz y mejorar el diálogo multilateral.

La conferencia tiene como objetivo ampliar la cooperación sectorial internacional e interregional y las asociaciones entre los diferentes actores. Los participantes también provienen de organizaciones internacionales especializadas, el sector privado, las asociaciones de consumidores y la comunidad científica.

"La resistencia a los antimicrobianos es una prioridad de salud mundial debido a sus elevado impacto negativo en la salud humana y animal, la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible del sector agrícola", determinó Vladimir Rakhmanin, subdirector general de la FAO y representante regional de Europa y Asia Central, durante la apertura de la conferencia.

El evento, organizado por la FAO, está diseñado para contribuir a mejorar la cooperación internacional multilateral sobre seguridad alimentaria, así como mejorar la nutrición y cumplir las disposiciones de la Agenda 2030 de la ONU.

Además, un objetivo adicional de la conferencia es mostrar los avances logrados en la reducción de la amenaza de resistencia a los antimicrobianos en los países beneficiarios de un proyecto regional financiado por la Federación de Rusia, y revisar los desafíos y las formas restantes de abordarlos.

EL RIESGO DE RESISTENCIAS A LOS ANTIBIÓTICOS, MAYOR EN PAÍSES SIN MONITORIZACIÓN

El riesgo de RAM parece particularmente alto en países donde la legislación, la vigilancia reglamentaria y los sistemas de monitoreo sobre el uso de antimicrobianos, y la prevención y control de la resistencia a los antimicrobianos son débiles o inadecuados.

Aquí es donde la FAO desempeña un papel fundamental en el apoyo a los gobiernos, productores, comerciantes y otras partes interesadas para avanzar hacia el uso responsable de los antimicrobianos en la ganadería, ayudando así a reducir la resistencia a los antimicrobianos en los sistemas agrícolas, han explicado desde el organismo internacional.

LA MEJOR FORMA DE ABORDAR LA RAM: MEDIANTE EL ENFOQUE ‘ONE HEALTH’

Estos problemas se abordan mejor con un enfoque multidisciplinario ‘One Health’ que involucra a una amplia variedad de agentes, como las autoridades de salud pública y veterinaria, los sectores de la alimentación y la agricultura, los expertos financieros, los especialistas ambientales y los consumidores.

"Es fundamental que el desarrollo continuo en el sector de la alimentación y la agricultura vaya acompañado de un plan para abordar esto y garantizar que los antimicrobianos se regulen y usen de manera responsable", enfatizó Rakhmanin.

Por último, el subdirector general pidió a los gobiernos que inviertan en sistemas nacionales de control de alimentos para abordar los desafíos de seguridad alimentaria en la región de Europa y Asia Central, y que apoyen una producción de alimentos más segura, importante para una gran variedad de aspectos socioeconómicos y de salud.