Europa desconoce cuántas mascotas de terceros países se sacrifican en frontera

El artículo 35 del Reglamento 576/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de junio de 2013, sobre el movimiento no comercial de animales de compañía contempla la posibilidad de, “como último recurso”, sacrificar a animales de compañía de terceros países retenidos en frontera cuando no puedan ser aislados convenientemente ni devueltos a sus países de origen.

Esta posibilidad ha llevado a dos diputados del Parlamento Europeo, Olivier Chastel y Frédérique Ries, a realizar una pregunta escrita a la Comisión Europea (CE) en la que cuestionan si se dispone de datos sobre el número de animales de compañía de terceros países sacrificados desde que se aprobó el Reglamento que lo contempla.

En este sentido, los eurodiputados señalan que en el apartado 1, letra c) del artículo 35 del reglamento “se prevé la posibilidad de que, como último recurso, cuando su devolución no sea posible o el aislamiento no sea práctico, de sacrificar al animal de compañía de conformidad con las normas nacionales aplicables relativas a la protección de los animales de compañía en el momento de la eutanasia”.

Asimismo, ambos parlamentarios preguntan a la CE “en qué medida se consulta al propietario del animal y cómo se asegura la Comisión de que esta sea la opción de último recurso”.

Las preguntas de los diputados han sido finalmente respondidas por Stella Kyriakides, comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea, en un documento publicado el 9 de julio de 2021.

A este respecto, la comisaria indica que “no existe ninguna obligación legal” para los Estados miembros, que son responsables de los controles, de enviar esta información a la Comisión y que por lo tanto la CE no dispone de datos relativos a la eutanasia de animales de compañía en las fronteras.

Además, Kyriakides detalla, en relación a la pregunta de los diputados sobre la comunicación con los titulares de las mascotas, que el artículo 35 del Reglamento (CE) nº 576/20131 establece que, en caso necesario, la autoridad competente consulte con el propietario o la persona autorizada sobre las medidas a tomar cuando se detecten incumplimientos en los controles.

Los incumplimientos pueden estar relacionados con motivos sanitarios, por ejemplo, que los animales no hayan sido objeto de una vacunación antirrábica que cumpla los requisitos de validez de Europa, o que no se les haya sometido a una valoración de anticuerpos de la rabia, como establece la normativa europea.

No obstante, indica que la comunicación con los titulares de las mascotas depende de la autoridad competente, así como decidir cuándo eutanasiar al animal de compañía en cuestión como último recurso.