A consulta pública la protección de abejas y polinizadores en Europa

Ante el grave descenso de las poblaciones de insectos polinizadores en Europa, la Unión Europea lanzó como primera respuesta la iniciativa sobre polinizadores de la UE. Sin embargo, tal y como señalan desde la Comisión Europea (CE), ahora deben intensificar sus esfuerzos para proteger a las abejas y al resto de polinizadores.

Por este motivo, la CE va a revisar la iniciativa y pondrá en marcha medidas para abordar los principales factores que se esconden detrás de la desaparición de los insectos polinizadores europeos. “Esta iniciativa ayudará a cumplir el Pacto Verde Europeo de invertir el declive de los polinizadores para 2030, garantizando que puedan seguir proporcionando beneficios esenciales a la naturaleza y a los seres humanos”, apuntan desde la Comisión.

La consulta pública europea ya está abierta para la recepción de aportaciones que podrán enviarse hasta el 9 de junio de 2022. Así, la CE tendrá en cuenta estas aportaciones para seguir desarrollando y perfeccionando la iniciativa.

Este movimiento de Europa para defender mejor a los polinizadores se produce poco tiempo después de la puesta en marcha de una petición, que alcanza ya casi las 80.000 firmas, que solicitaba a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que declare a la apicultura como patrimonio de la humanidad, con el fin último de proteger a las abejas, uno de los principales polinizadores del mundo.

El impulsor de la petición, el veterinario y apicultor Enrique Simó, también destacaba, al igual que la Comisión, que los polinizadores proporcionan “beneficios esenciales” a la naturaleza y las personas, como las abejas, son fundamentales, ya que un tercio de la dieta de los humanos proviene directa o indirectamente de la polinización de estos insectos.

PROBLEMAS SANITARIOS DE LAS ABEJAS

Además, Simó también destacaba, en referencia al declive de polinizadores que está sufriendo Europa, que la apicultura española está en “la cuerda floja”, entre otros motivos porque está “asfixiada por problemas sanitarios”. En este sentido, el mayor problema que sufre la apicultura mundial es la varroa.

La varroa es un ácaro que parasita a las abejas y sus crías. Este parásito utiliza una mandíbula alargada con forma de cuchillo de sierra para romper el exoesqueleto protector de la abeja y succiona con la probóscide (especie de trompa) su grasa. Asimismo, su acción transmite a estos polinizadores virus y bacterias que causan enfermedades.

No obstante, se sigue investigando para conocer fórmulas para hacer frente a esta amenaza. Por ejemplo, tal y como explicaba la compañía veterinaria Calier, algunas poblaciones de este importante polinizador llegan a desarrollar tolerancia a Varroa destructor.

De esta forma, las abejas pueden volverse tolerantes al ácaro de una manera natural, tras convivir durante muchas generaciones con el parásito, o gracias a la selección artificial, que busca el mismo objetivo, pero logra una mayor precisión.

En cuanto al método artificial, está enfocada en seleccionar las colonias que sobreviven sin tratamiento a ciertos niveles de varroa y reproducirlas. Así, Calier señalaba que este tipo de pruebas se han efectuado en Europa con éxito en varios países, generando diversas poblaciones de abejas tolerantes a varroa.

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