SÁBADO, 4 de mayo 2024

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ANIMALADAS

Extraen un gusano parásito zoonósico del cerebro de una mujer

Se trata de la primera vez que se detecta el ascárido Ophidascaris robertsi, cuyo hospedador definitivo es la pitón de alfombra australiana, en una persona

 A) Imagen de resonancia magnética del cerebro de la paciente que demuestra una lesión realizada en el lóbulo frontal derecho. B) Forma larvaria viva de tercer estadio extraída del lóbulo frontal derecho de la paciente. C) Forma larvaria viva bajo microscopio.
A) Imagen de resonancia magnética del cerebro de la paciente que demuestra una lesión realizada en el lóbulo frontal derecho. B) Forma larvaria viva de tercer estadio extraída del lóbulo frontal derecho de la paciente. C) Forma larvaria viva bajo microscopio.

Extraen un gusano parásito zoonósico del cerebro de una mujer

Se trata de la primera vez que se detecta el ascárido Ophidascaris robertsi, cuyo hospedador definitivo es la pitón de alfombra australiana, en una persona

Francisco Ramón López - 31-08-2023 - 12:40 H - min.

Un grupo de investigadores de Australia ha descrito en un estudio un caso de larva migrans neural humana causada por el ascárido Ophidascaris robertsi en una mujer de 64 años ingresada en un hospital del sureste de Nueva Gales del Sur.

“Hicimos el diagnóstico después de que se extrajera un nematodo vivo del cerebro de una mujer de 64 años que estaba inmunodeprimida por un síndrome hipereosinofílico diagnosticado 12 meses antes”, destacan.

Así, los autores explican que la paciente ingresó en un hospital local a finales de enero de 2021 después de tres semanas de dolor abdominal y diarrea, seguidos de tos seca y sudores nocturnos, que fue tratada por una neumonía de la que no se había terminado de recuperar.

Tres semanas después, ingresó de nuevo en un hospital con fiebre recurrente y tos persistente y los test ya indicaban algún tipo de infección, por lo que le fueron administrados diversos tratamientos sin una mejoría completa.

Durante un período de 3 meses en 2022, la paciente experimentó olvidos y un empeoramiento de la depresión, y una resonancia magnética cerebral mostró una lesión del lóbulo frontal derecho del cerebro.

Fue en junio de 2022 cuando se le realizó una biopsia abierta, en la que notaron una estructura en forma de hilo dentro de la lesión, que eliminaron. “Era un helminto vivo y móvil (8 cm de largo, 1 mm de diámetro)”, recuerdan los investigadores. Seis meses después de la cirugía, el recuento de eosinófilos de la paciente se mantuvo normal y los síntomas neuropsiquiátricos habían mejorado, pero persistían.

UN PARÁSITO ZOONÓSICO CON LA PITÓN COMO HOSPEDADOR DEFINITIVO

Los autores identificaron el helminto como Ophidascaris robertsi del cual las pitones de alfombra australianas son huéspedes definitivos. Las especies de Ophidascaris son nematodos que exhiben un ciclo de vida indirecto y varios géneros de serpientes del Viejo y Nuevo Mundo son huéspedes definitivos.

Los nematodos O. robertsi son originarios de Australia y los ejemplares adultos habitan en el esófago y el estómago de la pitón y arrojan sus huevos en sus heces. Los huevos son ingeridos por varios pequeños mamíferos, en los que se establecen las larvas, que sirven como huéspedes intermediarios.

Las larvas migran a los órganos torácicos y abdominales donde, particularmente en los marsupiales, las larvas del tercer estadio pueden alcanzar una longitud considerable (7–8 cm), incluso en huéspedes pequeños.

El ciclo de vida concluye cuando las pitones consumen los huéspedes intermedios infectados. De esta manera, los humanos infectados con larvas de O. robertsi se considerarían huéspedes accidentales, aunque admiten que no se había informado previamente de infección humana con ninguna especie de Ophidascaris.

En este caso, los autores destacan que la paciente residía cerca de una zona de un lago habitada por pitones de alfombra, pero, a pesar de no tener contacto directo con serpientes, a menudo recolectaba vegetación de alrededor del lago para usarlas en la cocina.

“Nuestra hipótesis es que sin darse cuenta consumió huevos de O. robertsi, ya sea directamente de la vegetación o indirectamente mediante la contaminación de sus manos o equipo de cocina”, aseguran.

“En resumen, este caso enfatiza el riesgo actual de enfermedades zoonósicas cuando los humanos y los animales interactúan estrechamente. Aunque los nematodos O. robertsi son endémicos de Australia, otras especies de Ophidascaris infectan a serpientes en otros lugares, lo que indica que pueden surgir casos humanos adicionales a nivel mundial”, concluyen.

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