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Investigadores españoles analizan las medidas de control de fiebre Q en rumiantes y sus implicaciones para la Salud Pública

Una revisión científica ha analizado las medidas de control de Coxiella burnetii en ovejas, cabras y vacas infectadas de forma natural, destacando el papel de la vacunación con medidas de manejo y bioseguridad

La fiebre Q es una importante zoonosis causada por la bacteria Coxiella burnetii.
La fiebre Q es una importante zoonosis causada por la bacteria Coxiella burnetii.

Investigadores españoles analizan las medidas de control de fiebre Q en rumiantes y sus implicaciones para la Salud Pública

Una revisión científica ha analizado las medidas de control de Coxiella burnetii en ovejas, cabras y vacas infectadas de forma natural, destacando el papel de la vacunación con medidas de manejo y bioseguridad

Francisco Ramón López - 15-02-2024 - 10:05 H - min.

La fiebre Q es una importante zoonosis causada por la bacteria Coxiella burnetii. Como en tantas otras zoonosis, los veterinarios son la principal barrera para evitar que esta infección llegue a las personas.

Por ello, en 2021 se constituyó un equipo de trabajo en la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera (UCH CEU), coordinado por el profesor Ángel Gómez Martín, con el objetivo de avanzar en la lucha contra la fiebre Q con el que colabora la compañía Ceva Salud Animal.

Ahora, este grupo, junto a otros investigadores del CEU y de la Universidad de Murcia, ha publicado una revisión de alcance que resume las medidas de control actualmente disponibles para reducir la infección por C. burnetii en rebaños de ovejas, cabras y bovinos infectados de forma natural.

En la revisión se incluyeron un total de 28 artículos y los resultados indicaron que la vacunación a largo plazo en vacas reduce la excreción bacteriana en la leche y la contaminación ambiental.

“En pequeños rumiantes los resultados de la vacunación en términos de eficacia son variables. En las cabras, hay una reducción de la excreción bacteriana, a diferencia de las ovejas, donde es necesario un programa de vacunación a largo plazo para reducir la excreción bacteriana”, apuntan.

Además, los autores señalan en esta revisión que hay que tener en cuenta que la alta persistencia del C. burnetii viable en el medio ambiente significa que se necesitan medidas de control para las ovejas durante varios años.

En la revisión no se encontró que el uso de antibióticos como medida de control en vacas y ovejas reduzca la excreción. Sin embargo, la combinación de vacunación con terapia antibiótica parece tener efectos positivos en pequeños rumiantes en términos de control de brotes de fiebre Q. “Las medidas de higiene y bioseguridad son los medios básicos para controlar la infección por C. burnetii en granjas de rumiantes y garantizar la salud pública”, añaden.

De esta manera, los investigadores señalan que la vacunación, la terapia antibiótica y la implementación de medidas higiénico-sanitarias en las granjas fueron las medidas de control más comunes estudiadas.

Hubo pocos estudios que reportaran una combinación de las tres medidas de control y, en general, no se implementaron todas las medidas de bioseguridad posibles disponibles para los rebaños.

“Los estudios incluidos en nuestra revisión demostraron la importancia de combinar la vacunación con medidas de manejo y bioseguridad en las granjas para reducir la infección por C. burnetii, así como los riesgos para los humanos, con programas a largo plazo debido a la persistencia de la contaminación ambiental”, concluyen.

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