Los veterinarios, preocupados por la seguridad alimentaria de Europa

El 14 de diciembre entrarán en vigor algunos aspectos del Reglamento de Controles Oficiales (2017/625) que serán aplicables en todos los Estados miembro de la Unión Europea. Un hecho que desde la Federación Europea de Veterinarios (FVE) han acogido “con satisfacción”.

En este sentido, el Reglamento de Controles Oficiales pretende garantizar la aplicación de la ley de alimentos y piensos, normas sobre salud y bienestar animal, y productos fitosanitarios.

Entre algunos de los puntos del reglamento que entrarán en vigor se encuentra el capítulo dedicado a las “actuaciones de las autoridades competentes y sanciones”; las condiciones de entrada de animales y bienes en la Unión Europea; y la formación de las autoridades competentes y el personal de las diferentes administraciones.

Sin embargo, a pesar de haberse mostrado satisfecha, la FVE también ha señalado cierto grado de “preocupación”, sobre el cumplimiento de estos puntos del reglamento por parte de los Estados miembro.

“Esta legislación puede ser utilizada como una oportunidad para ahorrar recursos más que como una herramienta para fortalecer la calidad de los controles de la cadena alimentaria”, ha señalado la organización en un comunicado.

Este hecho, según han defendido, “podría socavar fácilmente la seguridad alimentaria, la salud pública, la salud y el bienestar animal y tendrá un impacto negativo en la economía de la UE”.

RECURSOS CADA VES MÁS LIMITADOS

Esta preocupación de la FVE surge a raíz de un informe de la Comisión Europea sobre el funcionamiento general de los controles oficiales realizados en los Estados miembro, en el que se señala que los recursos de los diferentes países “son cada vez más limitados”.

Por lo tanto, según la FVE, esto constituye “un riesgo” ya que afectaría “negativamente” a la calidad y los niveles de control por parte de los estados, afectando a la capacidad de Europa de responder a emergencias.

Asimismo, según apunta la institución veterinaria, “existen debilidades importantes” en materia de respuesta rápida, vacunación y vacíos sanitarios de granjas, e “importantes diferencias” entre los Estados en su capacidad para detectar enfermedades de manera temprana para responder a brotes de enfermedades animales de “gran escala”.

Por otro lado también señalan la existencia de “problemas graves” relacionados con el bienestar animal en el transporte de animales vivos y mataderos. Asimismo alertan de una tendencia decreciente en el número de inspecciones realizadas por Estados miembro.

En esta línea la FVE destaca que las autoridades competentes de países como España, el Reino Unido o Alemania han señalado “claramente” que los recursos disponibles para los controles son cada vez más limitados; y en países como Francia, Grecia y Polonia los controles oficiales realizados en establecimientos, “se han reducido drásticamente en años pasados”.