MARTES, 19 de marzo 2024

MAR, 19/3/2024

PROFESIONALES

“En caso de catástrofe hay que evacuar a los seres más débiles”

Los recientes incendios ocurridos en diferentes comunidades durante este fin de semana y las muertes de animales que han provocado, ponen de manifiesto la ausencia de protocolos en estos casos

Juan Luis de Castellví, técnico de emergencias sanitarias y adiestrador canino.
Juan Luis de Castellví, técnico de emergencias sanitarias y adiestrador canino.

“En caso de catástrofe hay que evacuar a los seres más débiles”

Los recientes incendios ocurridos en diferentes comunidades durante este fin de semana y las muertes de animales que han provocado, ponen de manifiesto la ausencia de protocolos en estos casos

Francisco Ramón López - 02-07-2019 - 02:00 H - min.

Este fin de semana la ola de calor, como cada verano, ha traído consigo la temporada de incendios, como los sucedidos en Tarragona, Madrid, Ávila o Huelva. Estas catástrofes también afectan a los animales, sin embargo, actualmente no hay en vigor ningún protocolo de emergencias para evacuarlos o ayudarles en catástrofes de este tipo.

Juan Luis de Castellví, técnico de emergencias sanitarias y gestor de recursos de seguridad de emergencias por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y que actualmente trabaja como oficial de seguridad y prevención en el Parlamento Europeo ha puesto de relieve esta problemática en una entrevista para Animal's Health.

Castellví cuenta con numerosas acreditaciones en adiestramiento de perros, y es perito judicial en comportamiento canino, técnico en modificación de conducta e instructor de guías caninos para seguridad privada.

“A día de hoy en España no se está aplicando ningún protocolo de protección animal, ninguno, cero”, lamenta el técnico de emergencias, que  recuerda que descubrió esto cuando en 2011, durante una crisis volcánica en la isla canaria de El Hierro, le comunicaron que no existía ningún protocolo de evacuación para animales, ya fueran de compañía, ganado o fauna.

Para Castellví esta situación podría deberse a la falta de voluntad política. “No es difícil hacerlo, solo falta voluntad. Todos los años ocurre lo mismo, en primavera inundaciones, y en verano incendios forestales, y lo pagan siempre los animales”, critica.

Esta falta de protocolos para socorrer a animales termina siendo “malo para todos”, pues dificulta la tarea de los profesionales de emergencias. Y es que recuerda que en una evacuación, el personal de emergencias no está obligado a llevarse al perro o el gato que hay en casa, algo que puede terminar generando conflictos.

“Si tú intentas evacuar a gente que quiere irse con sus animales y no se lo permites, ahí tienes un problema grave. Tienes que enviar recursos humanos como policías, que podrían ir de uno en uno tocando a las puertas para la evacuación, pero hay casos en los que tienen que ir en grupos para llevarse por la fuerza a gente que no está dispuesta a irse”, señala.

Así, apunta que los propietarios, ante estas situaciones límite, tienen solo dos opciones, o confinar a los animales en casa, con el riesgo de que mueran “de forma horrorosa”, o soltarlos, con el peligro de que provoquen un accidente o se pierdan.

Castellví señala que la situación siempre va a depender mucho de quién realice la evacuación, lo flexible que sea o las plazas que tenga. Y es que explica que en estas situaciones los medios que se movilizan pueden ir justos. “El problema es que si yo voy a un barrio donde sé que tendré que tengo que evacuar a 500 personas, pues tengo hueco para evacuar a ese número de ciudadanos, si empiezo a meter gente con sus animales, en un momento dado me quedaré sin sitio para las personas”, señala.

SIN PROTOCOLO TAMPOCO EN GANADO

Por todo ello, aboga por que los efectivos de emergencias cuenten con un censo para movilizar recursos teniendo en cuenta los animales de compañía que viven en la zona. Esto sería en el caso de perros y gatos, pero señala que hay otros muchos tipos de animales, que requerirían otro tipo de dispositivos, como el caso del ganado.

En este caso, explica, tampoco hay planes, y si la catástrofe alcanza la explotación, el protocolo suele consistir simplemente en recurrir al seguro por los animales muertos. “Yo creo sinceramente que sería más barato para las aseguradoras pagar la evacuación, que puede ser incluso a los mataderos, pero también a un sitio seguro”, manifiesta.

Debido a esta falta de planes para animales, el experto aconseja a los propietarios a que, si la catástrofe no es sobrevenida, “sean responsables” y que desalojen las zonas con sus animales de compañía por sus propios medios antes de que lleguen los dispositivos de emergencias, porque es posible que no les permitan llevarse a sus mascotas.

En caso de castástrofe, hay que evacuar a los seres más débiles, como las mascotas, si tú te quieres quedar hasta el último momento, hasta que se ordene la evacuación para echar agua en tu propiedad, ese es un riesgo que como adulto puedes correr, pero igual que te llevarías a tus hijos pequeños, llévate a tus perros a casa de algún familiar”, recomienda.

  • GALERIA

    Castellví denuncia que no ha protocolos para animales en catástrofes

 

Si la catástrofe es imposible de prever, como fue, por ejemplo, el terremoto de Lorca en 2011, Castellví aconseja tener siempre preparada una mochila de emergencias detrás de la puerta con una bolsita en la que se puedan llevar objetos como un bebedero portátil, una correa de repuesto, una fotocopia de la documentación del animal y pienso para un par de días. También recomienda, si el perro está enfermo, contar con algunas dosis de su medicación.

En caso de que le obliguen a dejar al perro en casa, la situación “menos deseable”, aconseja que se deje dentro de la casa todo abierto para que se pueda mover por todas partes y que se deje agua por todas las dependencias como la bañera —también se puede dejar la tapa del inodoro levantada— y que se coloquen objetos con comida repartidos por la casa.

EXTREMADURA, COMUNIDAD PIONERA

Castellví señala que actualmente solo existen dos proyectos de planes en España que contemplen la evacuación de animales, el del Cabildo de Tenerife, que equivaldría a un plan de diputación provincial en la península, y que aún no está en marcha y la ley de protección civil y emergencias de Extremadura, más avanzada, que entrará en vigor en octubre y que incluye por primera vez a los animales en los planes de emergencia.

Estos protocolos tienen en cuenta algunas de las medidas que Castellví ya ha expuesto en numerosas conferencias que ha hecho por España, pero no es suficiente, pues apunta que los planes de emergencia funcionan de una manera piramidal, y requieren, por tanto, que haya planes tanto municipales, como provinciales, regionales y nacionales. “Si el nivel municipal se desbordara es cuando el alcalde podría pedir ayuda a la diputación y así sucesivamente”, aclara.

A nivel municipal, por ejemplo, insta a que los ayuntamientos tengan un censo de los albergues y espacios en los que se podrían refugiar animales. También sería recomendable habilitar zonas para animales en lugares como polideportivos donde normalmente se moviliza a la población en casos de emergencia y contar con comida para ellos.

Aquí es donde entraría el papel de empresas sensibilizadas que, como ocurre con la alimentación para humanos, realizan donaciones a entidades como la Cruz Roja para que repartan comida entre los afectados por catástrofes. En estos casos también podrían suministrar alimento para animales de compañía.

A nivel municipal, también considera recomendable que se integre en las agrupaciones de protección civil a las personas interesadas por los animales que en estas situaciones de emergencia estén dispuestos a movilizarse para ayudar, y así evitar que, con sus acciones descoordinadas, pongan su vida en peligro.

“Habría que darles formación y que cuando se declare una emergencia se les pueda coordinar y decirles: ‘tú te vas a encargar del rescate de animales’. Pero ya no a lo loco, sino porque protección civil  te proporciona un vehículo y una zona en la que trabajar”, apunta.

Estas medidas, que para Castellví son sencillas, sin embargo no están aplicándose. “Estos planes como el de Extremadura solo habría que adaptarlos mínimamente para que estuvieran activo en otras comunidades”, señala, y concluye confiando en que la nueva normativa aprobada en Extremadura “sea el principio de un cambio a nivel nacional”.

 

VOLVER ARRIBA