La falta de veterinarios ya está obligando a los pueblos de la isla de Osterøy a llevar al matadero a sus animales porque no pueden recibir los tratamientos veterinarios que necesitan, un problema que no se limita solo a este municipio
Una isla de Noruega colapsa al quedarse sin servicios veterinarios
La falta de veterinarios ya está obligando a los pueblos de la isla de Osterøy a llevar al matadero a sus animales porque no pueden recibir los tratamientos veterinarios que necesitan, un problema que no se limita solo a este municipio
Francisco Ramón López - 16-05-2022 - 11:10 H - min.
Los problemas de falta de veterinarios en muchos países europeos son comunes, y si se aplica al ámbito de los veterinarios rurales —no así a los pequeños animales— afecta incluso a España. Países como Reino Unido, Suecia y Francia han advertido sobre esta situación, y también lo ha hecho la Federación Europea de Veterinarios.
Y es que la labor de los veterinarios, aunque no es lo suficientemente reconocida por la sociedad, es indispensable para el funcionamiento cotidiano de numerosos sectores, especialmente la ganadería. En el municipio noruego de la isla Osterøy son plenamente conscientes de ello, pues la falta de servicios veterinarios ha llevado a la isla al “colapso”.
“En el municipio de Osterøy, ahora están completamente sin veterinarios”, ha advertido la Asociación Noruega de Veterinarios, que critica que los planes del Gobierno para paliar la crisis no están siendo efectivos.
De hecho, afirman que el plan gubernamental para paliar la escasez de veterinarios se ha “derrumbado por completo”, y han recordado que este es un problema del que ya venían advirtiendo desde hace años, pero, vista la magnitud de la crisis, las medidas ya deben de ser urgentes.
El líder de la Asociación de Agricultores de Osterøy, Asgeir Presttun, describe la situación “crítica” que se está viviendo en una carta a la Dirección de Agricultura de Noruega, en la que piden ayuda para hacer frente a sus labores diarias.
A este respecto, señala que varios ganaderos de la zona ya han tenido que sacrificar vacas lecheras y ovejas, sencillamente porque no hay veterinarios disponibles para aplicarles los tratamientos que necesitan.
“Yo mismo envié una vaca al matadero de emergencia”, afirma el ganadero, que lamenta que todo lo que está sucediendo les genera ansiedad. “Estamos enfadados con las autoridades, que no han logrado encontrar una solución”, añade.
Para la asociación de veterinarios, este “colapso”, que no es exclusivo de Osterøy, se debe a una mayor demanda de servicios veterinarios en el país, sumada a las “extenuantes” condiciones de trabajo del sector, que se unen además a una compensación económica “insatisfactoria” en la práctica clínica.
El presidente de la Asociación Noruega de Veterinarios, Bjørnar W. Jakobsen, llama a la acción, “para que los animales que sufren reciban la ayuda necesaria”, y pide ayudas para los municipios y crear plazas temporales y programas de formación, medidas que ya se habían pedido y que ahora considera que deben ser inmediatas.
“No importa en qué punto estén las negociaciones, eso no soluciona que cuando los animales enferman no haya un veterinario disponible”, insiste, y lamenta la histórica falta de interés por este problema que ha habido por parte de las autoridades.