SÁBADO, 27 de abril 2024

SÁB, 27/4/2024

PROFESIONALES

Insólito experimento: un veterinario duerme en una caseta de perro

Un experimento veterinario demuestra que no se debe dejar dormir a los animales en la calle o en el jardín en invierno

Insólito experimento: un veterinario duerme en una caseta de perro

Insólito experimento: un veterinario duerme en una caseta de perro

Un experimento veterinario demuestra que no se debe dejar dormir a los animales en la calle o en el jardín en invierno

Alfonso Neira de Urbina - 24-12-2018 - 12:00 H - min.

Ernie Ward, veterinario de los Estados Unidos de América, se ha propuesto desmontar el mito de que todas las razas de perro están bien protegidas contra las inclemencias del tiempo. De hecho, el profesional ha decidido ponerse en la piel de los animales, que duermen fuera de sus hogares en invierno. Concretamente, ha pasado una noche en una caseta de perro en Chicago, Illinois, con el objetivo de concienciar a la población del sufrimiento que pueden provocar a sus mascotas al impedirlas dormir dentro de las casas.

Ward ha grabado su periplo, parecido a pasar por un infierno congelado, y en el vídeo explica, nada más comenzar la grabación, que “los veterinarios advierten de que hay que meter a los animales dentro de casa cuando hace frío”. Una aseveración que ha demostrado con su peculiar experimento, en el que se disponía a “averiguar cómo se siente uno y cuánto frío se puede pasar, en una caseta de perro durante una noche.”

El momento escogido para realizar el experimento fue una típica noche invernal sin problemas climáticos especiales, como viento o nieve, y aun así el video muestra el sufrimiento que pueden padecer los animales, si duermen en el jardín en una zona cuyas temperaturas son bajas.

Ernie Ward se dispuso a comprobar mediante la experiencia qué siente un perro cuando solo tiene la caseta para protegerse de los elementos. Para ello, se vistió con ropa térmica y pensada para el esquí, para poder aguantar el mayor tiempo posible.

El veterinario estadounidense ha explicado que el experimento, y el vídeo producto del mismo, tienen “el objetivo de ayudar a prevenir el sufrimiento de los animales y salvar potencialmente vidas”. Además de aseverar tajantemente que “dejar al animal fuera es condenarlo a sufrir”

 

 

Ward, para ayudar a concienciar de que las mascotas no deben dormir en casetas al aire libre, ha pasado una noche como lo hacen algunos perros. “Pensad en todo lo que llevo puesto y me estoy congelando”, ha explicado durante el transcurso de la solitaria y fría velada. Y es que al empezar el experimento, la temperatura era de -5 grados. Tras una hora, el veterinario ha perdido la sensibilidad de los pies y, transcurridos 90 minutos, la temperatura ha descendido hasta los -6 grados y ha perdido también la sensibilidad de las piernas.

Después de dos horas y media, Ward no tenía energías y su temperatura corporal había disminuido drásticamente, situándose en los 33 grados, cuando lo habitual es que un ser humano registre una temperatura de 37 grados. Por lo que el veterinario ha explicado que la extendida teoría de que la piel de los perros les mantiene calientes es un mito y que la resistencia al frío depende de la raza

“Creo que el experimento ayudará a las personas a entender cómo es que te dejen en una caseta de perro, una noche, cuando hace frío”, ha explicado Ward, quien además ha mostrado una tabla con las diferentes razas y la capacidad que tienen de aguantar el frío, ya que, por ejemplo, un chihuahua no resiste las mismas temperaturas que un san Bernardo.  

 “No hay forma después de tres horas de que mi cuerpo caliente este espacio”, ha explicado Ward, quien ha señalado las duras condiciones a las que se tienen que enfrentar algunos perros en invierno. “Y esto en una noche “fácil”, imaginaos en una noche de tormenta o de nieve, o de viento. Después de esta experiencia no me convenceréis nunca de que estos animales no están sufriendo”, ha concluido el veterinario, para terminar recomendando que si alguien se encuentra con un caso en el que un perro esté durmiendo en el jardín o en la calle, en invierno, avise a las autoridades locales o a las protectoras, “ya que ningún animal debería sufrir de esta manera”.

VOLVER ARRIBA