Aclaran los nuevos límites de aplicación de antibióticos veterinarios

En una nota informativa, el Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña, junto con el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARPA, por sus siglas en catalán) de la Generalitat, explican cuáles son los aspectos que deben tener en cuenta los veterinarios en el uso de antibióticos en su práctica clínica.

Esta aclaración se realiza con motivo de la proximidad de nuevos cambios normativos a nivel europeo que entrarían en vigor al inicio del año 2022 con un nuevo reglamento de medicamentos veterinarios, según señalan desde el Consejo Catalán.

Asimismo, indican que, actualmente se están revisando y debatiendo las modificaciones del Real Decreto 109/1995 sobre medicamentos de uso veterinario. Por ello, para dar respuesta a las dudas surgidas entre los profesionales respecto a la aplicación de la normativa ya publicada, las posibles modificaciones de la normativa estatal y algunas medidas presentes o futuras del Plan Nacional Frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), desde el Consejo de Cataluña aclaran una serie de temas clave.

En este sentido, uno de los aspectos que los veterinarios catalanes subrayan es la diferenciación entre la metafilaxis y la profilaxis. A este respecto, aunque las limitaciones al uso de antibióticos en tratamientos profilácticos entrarán en vigor en el 2022, las fichas técnicas de algunos antibióticos ya establecen, a fecha de hoy, algunas restricciones en este tipo de tratamientos profilácticos.

Y es que, solo bajo sólo bajo una prescripción excepcional, responsabilidad del veterinario prescriptor, se puede prescribir fuera de ficha técnica. Esta prescripción excepcional deberá estar justificada y su finalidad será evitar el sufrimiento animal.

NUEVA CATEGORIZACIÓN DE ANTIBIÓTICOS

Por otro lado, en la nota informativa se detalla la categorización de los antibióticos de uso veterinario que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha lanzado a consulta pública, clasificándolos según el riesgo que representa su uso.

Las 4 categorías serían, en primer lugar, los antibióticos enmarcados dentro de los no autorizados en medicina veterinaria dentro de la Unión Europea; aquellos cuyo uso debe restringirse con el objetivo de mitigar el riesgo para la salud humana; los que sólo deben utilizarse cuando no haya opciones efectivas; y en cuarto lugar estarían los antibióticos que pueden utilizarse de manera prudente, evitando su uso innecesario, en tratamientos largos y/o grupales.

También, desde el Consejo se recoge la importancia de la prescripción y el estudio epidemiológico, y se apunta a que el grado de interconexión entre ambos ámbitos se está discutiendo y, según cual sea el criterio final, podría quedar reflejado en la modificación prevista del real decreto de medicamentos veterinarios.

Por último, se destaca que los veterinarios que estén adheridos al PRAN podrán acceder a la información de esta plataforma para consultar la resistencia a los antibióticos de los microorganismos en las diferentes regiones de España, ya que “esta información puede ayudar al veterinario en la toma de decisiones sobre los tratamientos y la prescripción”, indican.