Los veterinarios: "No es lo mismo un resfriado que la gripe canina"

El Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña advierte de que no hay que confundir un resfriado en perros con la “gripe canina”, y de la importancia de acudir al veterinario para no equivocarse en el diagnóstico de ambas enfermedades.

La llegada del frío puede provocar que los perros sufran resfriados igual que en los humanos, además de la llamada “gripe canina”. Si no se acude al veterinario pronto un resfriado puede causar al animal un bronconeumonía al igual que en los humanos.

En el caso de la “gripe canina”, las causas no son como en la de las personas, que son por motivos meteorológicos, sino que se debe a un virus asociado a la Bordetella Bronchiseptica o más comúnmente conocida como “tos de las perreras”. Aunque no afecta a los humanos, es una patología propia de las colectividades como recalca el Colegio de Veterinarios catalán. Es una enfermedad que afecta al sistema respiratorio y hay que diferenciarla de los resfriados para que el animal conserve un buen estado de salud.

Los síntomas de los resfriados en los canes son muy parecidos a la gripe en los humanos, provoca estornudos, tos, secreciones oculares, pérdida del apetito y dificultados respiratorias. Además, los canes pueden padecer fiebre. Anímicamente también hay observaciones ya que el perro perderá las ganas de jugar y estará cansado. Para no equivocarse en el diagnóstico lo mejor es acudir a una clínica veterinaria. De este modo, también se descartarán otras enfermedades más graves.

A parte de la medicación que prescriba el veterinario se pueden llevar a cabo unas recomendaciones para ayudar a la mascota a recuperarse antes entre las que destacan hacer una visita al veterinario para que evalúe un tratamiento acorde al estado de salud del animal, evitar grandes cambios de temperatura y corrientes de aire, evitar salir de casa cuando haga mucho frío y si hay que hacerlo poner al perro prendas de abrigo.

También, mantener el bebedero lleno continuamente para que el can se pueda hidratar, servirle comida húmeda especializada, dejar que el perro entre al baño cuando el dueño se ducha para que respire aire más húmedo ya que podrá ayudarle a fluidificar los mocos, disminuir la irritación y aliviar la congestión nasal. Del mismo modo es importante dejarle descansar y darle afecto porque no hay riesgo de contagio para los humanos, según el Colegio de Barcelona.