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MASCOTAS

Día mundial de la esterilización animal: Alternativas a la castración en perros y gatos

Este 28 de febrero es el Día Mundial de la Esterilización Animal y el veterinario experto en reproducción Fernando Mir comparte algunas claves sobre los factores a tener en cuenta a la hora de optar por esterilizar a un animal de compañía

Fernando Mir, diplomado por el Colegio Europeo de Reproducción Animal y presidente del Grupo de Estudio en Reproducción y Pediatría de Animales de Compañía de Avepa (GERPAC).
Fernando Mir, diplomado por el Colegio Europeo de Reproducción Animal y presidente del Grupo de Estudio en Reproducción y Pediatría de Animales de Compañía de Avepa (GERPAC).

Día mundial de la esterilización animal: Alternativas a la castración en perros y gatos

Este 28 de febrero es el Día Mundial de la Esterilización Animal y el veterinario experto en reproducción Fernando Mir comparte algunas claves sobre los factores a tener en cuenta a la hora de optar por esterilizar a un animal de compañía

Francisco Ramón López - 28-02-2023 - 00:19 H - min.

El cuarto martes de febrero, desde 1995, la Humane Society Veterinary Medical Association impulsa el Día Mundial de la Esterilización Animal para promover que los veterinarios eduquen a sus clientes sobre la importancia y los beneficios de la esterilización, principalmente en lo relativo al control poblacional de animales de compañía.

La esterilización quirúrgica suele ser la opción mayoritaria entre propietarios y veterinarios para prevenir la reproducción en perros. De hecho, en países como los Estados Unidos es la opción elegida aproximadamente el 64% de las ocasiones y la cirugía más utilizada para prevenir la reproducción es la castración, que consiste en la extirpación de las gónadas.

En este ámbito, están empezando a surgir algunas publicaciones que sugieren que la castración en perros puede tener efectos en la salud, en función de aspectos como la raza, la edad o el tamaño, lo que contrasta con la posición científica mayoritaria de hace unos años, cuando se consideraba que la esterilización generalizada brindaba beneficios sustanciales para la salud de los perros, sin grandes inconvenientes.

La Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA), consciente de la existencia de estos estudios está preparando las primeras directrices sobre reproducción de animales de compañía, analizando la literatura científica disponible, aunque admiten que aún existen “lagunas de conocimiento”.

El propio presidente del Comité de Reproducción de la WSAVA, Stefano Romagnoli, admitía en una entrevista que el enfoque de la esterilización para el control poblacional de las últimas décadas “ha sido cuestionado” en investigaciones recientes y se está viviendo un “cambio de paradigma”.

Ahora, según Romagnoli, se está caminando hacia un consenso que defiende que la extirpación de las gónadas puede tener consecuencias negativas para la salud de las mascotas, y reconocía que existen “áreas grises” e “incertidumbres”.

“A todos nos enseñaron que la esterilización o castración carece de consecuencias negativas para la salud de nuestras mascotas. Ahora sabemos que esto no es cierto, al menos no en el 100% de los casos. Como veterinarios, debemos dar el consejo adecuado y este variará según la raza, el papel de la mascota en la familia, la rutina familiar, etc.”, explicaba.

VALORAR LA CASTRACIÓN CASO POR CASO

El veterinario Fernando Mir, diplomado por el Colegio Europeo de Reproducción Animal y presidente del Grupo de Estudio en Reproducción y Pediatría de Animales de Compañía de Avepa (GERPAC), coincide en declaraciones para Animal’s Health en que la esterilización de animales de compañía y su relación con algunas enfermedades insidiosas, que se presentan con el tiempo, es una cuestión que “está de actualidad”.

Así, señala que es cierto que la castración puede tener una influencia sobre la presentación de tumores, de procesos inmunomediados o problemas ortopédicos, pero considera que para que haya un auténtico consenso tiene que haber aún mucha más literatura científica en este sentido.

De manera resumida, Mir explica que, a la hora de recomendar la castración en perros, normalmente, se suelen tener en cuenta principalmente factores como prevenir las camadas no deseadas o sus beneficios para tratar algunos problemas de comportamiento, como el marcaje con orina o la agresividad en perros macho.

No obstante, teniendo en cuenta que existe la posibilidad de una incidencia en la salud en algunos animales, a falta de consensos oficiales, como criterio general, es recomendable no optar por la esterilización temprana de los perros, pues “no parece tener unos grandes beneficios y sí que podría tener ciertos inconvenientes”. Así, habría que tratar de evitar castrar a las perras antes de su primer celo y como criterio general para machos y hembras antes de una cierta edad, que suele rondar los 10 meses.

Sin embargo, señala que no ocurre lo mismo en los gatos, en los que parece que la esterilización temprana no tiene inconvenientes. En este caso se podría incluso esterilizarlos a los dos o tres meses, como se hace en algunos países.

Para el veterinario, por tanto, la clave está en valorar caso por caso, teniendo en cuenta, además de su incidencia en la salud, también características y estilo de vida, pues no es lo mismo el caso de un perro con acceso al exterior, que presenta un riesgo de que haya una monta no deseada, o un perro de refugio, que un animal que vive en un piso.

Lo mismo ocurre con un animal que ya presenta sobrepeso o con una perra con problemas de comportamiento agresivos pues, a diferencia de los machos, la castración no va a solucionar este problema. El criterio por tanto es sopesar con el veterinario los pros y contras. 

Dicho esto, insiste en que no hay que olvidar que el control poblacional es uno de los principales beneficios de la esterilización que, en el caso de algunos animales, como los perros de refugio, supera los efectos negativos de una posible enfermedad insidiosa que se pudiera desarrollar en el futuro.

Mir considera que no es adecuado obligar, en el caso de los perros, a los propietarios a esterilizar a su animal sin valorar antes desde una perspectiva veterinaria los pros y los contras. “No debería haber una ley que obligue a un particular a esterilizar a su perro”, esgrime, y considera que esto debería ser más bien una medida que se aplicara en los perros de refugios o en los gatos, en los que aún no se han demostrado efectos negativos debido a la esterilización.

ALTERNATIVAS A LA CASTRACIÓN TRADICIONAL EN VETERINARIA: VASECTOMÍA, HISTERECTOMÍA Y CASTRACIÓN MÉDICA REVERSIBLE

Normalmente, cuando se habla de esterilización, se hace referencia a la gonadectomía, es decir, una intervención quirúrgica en la que se extirpan los testículos, en el caso de los machos. En el caso de las hembras, se suele recurrir a la ovariohisterectomía, que incluye la extracción del útero y los ovarios.

Pero existen otras intervenciones quirúrgicas como la vasectomía o la histerectomía (extirpación del útero manteniendo los ovarios), en la que se puede eliminar la capacidad reproductiva, pero manteniendo los órganos que generan las hormonas sexuales.

Para este veterinario experto en reproducción animal, estas opciones no suelen ser recomendables, pues en el caso de los machos se van a seguir dando inconvenientes relativos a los comportamientos sexuales problemáticos y seguirá marcando o teniendo actitudes agresivas. “La vasectomía a mí me parece que en los perros no tiene mucho sentido”, sostiene.

No obstante, admite que en los gatos —especialmente los de colonias felinas— podría haber una justificación en machos, pues, como seguirán montando hembras, inducirá una pseudogestación en la gata, que no permitirá que se quede preñada durante un par de meses.  Eso sí, está el gran inconveniente de que una vasectomía es una intervención mucho más compleja. “Desde un punto de vista práctico, tampoco lo veo”, afirma.

En cuanto a la histerectomía, considera que ocurre algo parecido a la vasectomía de los perros, el animal será estéril, pero sufrirá todos los inconvenientes de las hormonas sexuales. Teniendo en cuenta que la cirugía se tiene que hacer independientemente de qué órgano se extraiga, no lo considera de especial interés.

Sobre los tratamientos médicos reversibles, el experto señala que existen los implantes de deslorelina (Suprelorin de Virbac), que considera una buena alternativa en los perros macho. Y es que, destaca que pueden ser una buena opción, por ejemplo, para los propietarios que tienen dudas a la hora de castrar a su animal por motivos de comportamiento. De esta manera, puede servir de prueba para valorar la castración quirúrgica. “Si le sienta bien, pues luego pueden castrarlo quirúrgicamente, y si no, pues se vuelve a estar como antes”, concluye. 

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