Propietarios del establecimiento y funcionarios de la Junta de Salud de Nueva York trabajaron de forma conjunta en el diseño de un espacio dog-friendly que ya es pionero en la ciudad
Nueva York abre la primera cafetería para perros
Propietarios del establecimiento y funcionarios de la Junta de Salud de Nueva York trabajaron de forma conjunta en el diseño de un espacio dog-friendly que ya es pionero en la ciudad
Javier López Villajos - 15-02-2018 - 09:00 H - min.
“Boris & Horton”, cafetería situada en el East Village de Nueva York, se convierte en la primer cafetería dog-friendly de la ciudad. Así lo reconoce la Junta de Salud de Nueva York, cuyos funcionarios han trabajado mano a mano con los copropietarios, Coppy Holzman y su hija, Logan Mikhly, en el diseño de una cafetería donde también pueden acceder los perros.
La idea surgió hace dos años cuando a la familia no se le permitió entrar a una cafetería con sus perros. Fue entonces cuando vendieron su negocio y fundaron, a unos pasos del Tompkins Square Park, “Boris & Horton”, nombre que corresponde a sus mestizo de pitbull de 7 años y chihuaha-terrier de 2 años respectivamente.
Asesorados por el Departamento de Salud de Nueva York, Holzman y Mikhly idearon dos espacios, uno para humanos y otro para dueños con perros, separados por una pared hecha de vidrio y conectados por un vestíbulo que da la sensación de ser un único espacio. Las personas con perros piden a través de un mostrador con ventanilla y después acceden a la otra sala para acomodarse.
La única condición que puso el Departamento de Salud fue que no hubiera servicio de camareros ya que “si un miembro del personal deja la barra del café y se pasa al espacio donde hay perros, se contamina de ellos y no puede volver a ofrecer servicio en la anterior sala”. Por su parte, los propietarios no admiten gatos ni traer más de un perro por persona además de exigir que sea llevado con correa.
Con todo, “Boris&Horton” es una cafetería donde “la buena comida es una prioridad”, según Mikhly que centró sus esfuerzos en ofrecer “productos hechos con ingredientes de calidad humana y que a la vez fuesen del gusto de los perros”. De esa forma nacieron los llamados “paw-reos” y las magdalenas con tocino que fueron probados por el mismo Boris, quién, según su dueña, tiene un estómago sensible.
Entre otros productos de su carta, “Boris & Horton” dispone de pasteles de Balthazar, delicias de Murray’s cheese y quichés de Ceci-Cela. El café de la casa es “City of Saints” y también hay cerveza artesanal además de vino.
Pero la iniciativa va más allá de ser un lugar de referencia gastronómica ya que Holzman espera que sea un lugar de encuentro para amigos e incluso para citas de Tinder. “Los perros son un gran rompehielos y pensé que sería un gran lugar para conocer gente fuera del trabajo sin tener que dejar a tu mascota en casa”, detalla. Además, los fines de semana se organizarán eventos benéficos para que la comunidad neoyorkina participe en campañas de adopción.