Los turnos de noche permiten a los asistentes técnicos veterinarios poner más en práctica los conocimientos adquiridos durante su formación y, además, con menos estrés que durante el día
Los turnos de noche "son perfectos” para la formación de los ATVs
Los turnos de noche permiten a los asistentes técnicos veterinarios poner más en práctica los conocimientos adquiridos durante su formación y, además, con menos estrés que durante el día
Jorge Jiménez - 17-10-2019 - 16:41 H - min.
En los últimos días, desde la Asociación Americana de Hospitales Veterinarios señalaron la importancia que los asistentes técnicos veterinarios (ATVs) tenían para las clínicas donde trabajaban ya que, según indicaron, mejoran el rendimiento y la capacidad de trabajo de los equipos veterinarios.
Para que los ATVs tengan una buena formación no solo tienen que realizar cursos formativos, sino que tienen que poder aplicar los conocimientos adquiridos durante sus horas de estudio. Precisamente, los turnos de noche son “perfectos” para poner en práctica los conocimientos, según apunta en declaraciones para Animal’s Health, Natalia Bermejo, antigua alumna de la Escuela de Veterinaria de MasterD.
En este sentido, los turnos de noche son un buen complemento para los ATVs, ya que, según señala Natalia, el trabajo durante el día “es una locura”, con “urgencias continuas”. Por ello, indica que, “la noche viene bien” porque es “más pausada”, y a no ser que lleguen a las clínicas casos de urgencia “hay más tranquilidad”.
“Por ejemplo, el trabajo de hospitalización se hace mejor durante la noche, de una forma más tranquila y no como durante el día, donde los ATVs tenemos que estar pendientes de muchas cosas al mismo tiempo”, apunta Natalia.
Dicho esto, la ATV aclara que trabajar de noche es “difícil”, haciendo especial hincapié en el esfuerzo que tienen que realizar tanto los técnicos como los veterinarios. Pero, a pesar de esta dificultad añadida, los turnos de noche son para Natalia “más gratificantes”.
“La noche es difícil, ya que tienes que aguantar muchas horas de guardia, pero si al terminar todo sale bien, te sientes muy realizado como ATV”, apunta. De hecho, señala que las urgencias y hospitalizaciones son su parte “favorita”, algo que realiza “con gusto”, pues lo hace con “vocación”.
Entre los casos de urgencia que llegan a las clínicas por la noche que más ha podido observar durante su dilatada experiencia como ATV, Natalia destaca las intoxicaciones y las roturas de extremidades como “los más comunes”.
Y es que, según apunta, los propietarios suelen confíar en que síntomas como vómitos remitan durante el día, y cuando no lo hacen, acuden de urgencia al veterinario de noche. Respecto a las roturas de extremidades, Natalia lo achaca a que es durante la noche cuando los propietarios aprovechan más para sacar a sus animales de compañía de casa.
Por último, la ATV subraya la importancia de la compenetración entre técnico y veterinario, sobre todo durante estas jornadas nocturnas donde el cansancio puede hacer mella en el equipo clínico. “Es importante conocer con quién estás trabajando para poder adaptarte y hacer la convivencia lo mejor posible”, concluye.