Las leyes de bienestar animal, un reto para el sector alimentario

Las empresas de alimentación y bebidas españolas se enfrentan a un nuevo marco legislativo de cara al 2020 que estará influenciado en buena medida por las regulaciones en el ámbito del bienestar animal. Así se desprende de un informe realizado por la consultora Llorente y Cuenca, al que ha tenido acceso Animal’s Health, y que repasa las siete tendencias legislativas que afectarán al sector alimentario en los próximos dos años.

Según los autores del informe, elaborado “tras consultar distintas fuentes gubernamentales y parlamentarias”, una de estas tendencias que afectará al sector agroalimentario será el que atañe al bienestar animal. En este sentido, los autores señalan que este aspecto tiene cada vez más relevancia en la opinión pública. “Campañas como la de la ONG de Igualdad Animal en contra la venta de huevos provenientes de gallinas enjauladas ha contribuido a que marcas como Mercadona o Lidl dejasen de hacerlo”, señalan.

Pero no se trata solo de una demanda exclusiva de la sociedad civil hacia las empresas. En Francia, por ejemplo, a partir de 2022, todos los huevos frescos vendidos en Francia procederán de gallinas que vivan al aire libre y no encerradas en jaulas. También han aprobado, añade el informe, al igual que Reino Unido, una serie de medidas que incluye la instalación de cámaras de seguridad en los mataderos.

Por otro lado, a nivel también legislativo, el análisis recuerda que el parlamento andaluz va a ser el primero en debatir sobre una ley de bienestar animal “fuera del entorno doméstico, lo que afecta a granjas”. Y al menos dos grupos parlamentarios tienen intención de llevar este asunto al plano nacional en el corto-medio plazo (en esta legislatura, según el informe).

Además de ello, los autores del informe consideran que, en la era de la hipertransparencia, “es difícil pasar desapercibido aplicando prácticas que son legales, pero poco éticas o no acordes a la expectativa creadas”, en materia de bienestar animal.

Junto a este ámbito el sector alimentario español también se verá afectado, previsiblemente, como la aparición de nuevos alimentos, la ley del cambio climático y la transición energética o el aumento del control sobre los componentes químicos o pesticidas que se usen en la elaboración de los alimentos.