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ANIMALADAS

El comportamiento de las razas de perros, marcado por la genética

Un estudio ha desvelado que los genes marcan las diferencias de comportamiento de las distintas razas de perro y ha identificado 131 variaciones en el genoma fuertemente vinculados con la diversidad de comportamiento

Algunos rasgos específicos de las razas de perros, como cuando los galgos corren detrás de todo lo que se mueve, están marcados por la genética.
Algunos rasgos específicos de las razas de perros, como cuando los galgos corren detrás de todo lo que se mueve, están marcados por la genética.

El comportamiento de las razas de perros, marcado por la genética

Un estudio ha desvelado que los genes marcan las diferencias de comportamiento de las distintas razas de perro y ha identificado 131 variaciones en el genoma fuertemente vinculados con la diversidad de comportamiento

Redacción - 10-10-2019 - 14:50 H - min.

La gran variedad de razas de perro que se pueden encontrar en la actualidad debe su diversidad sobre todo a los ajustes humanos, es decir, a la cría. De hecho, muchas de estas razas han aparecido en los últimos siglos.

Algunas personas han criado perros por su aspecto, pero la mayor parte de los esfuerzos de cría han apuntado a provocar comportamientos particulares en los ejemplares, según explica James A. Serpell, director del Centro para la Interacción entre Animales y Sociedad de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania.

“Si nos fijamos en la evolución del perro, la selección se ha producido principalmente por conductas: conductas de caza, conductas de vigilancia o proporcionar compañía a los humanos”, remarca el investigador.

Ahora, un nuevo estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B y en el que han participado investigadores de la mencionada institución académica estadounidense, de la Universidad de Arizona, de la Universidad de Washington y de la de Princeton, ha puesto sobre la mesa pruebas sólidas para respaldar algo que los científicos sospechaban: algunos de los comportamientos que caracterizan a las razas están asociados con diferencias genéticas entre las mismas.

Los investigadores señalan que aunque pueda parecer obvio que los genes influyen en los comportamientos de un individuo, este hecho no siempre es fácil de respaldar con la evidencia, en gran parte porque los comportamientos son rasgos complejos. Además, las tendencias como la agresión, la ansiedad o la compulsión de perseguir cualquier cosa que se mueva se rigen por muchos genes, no solo por uno.

Sin embargo, las razas de perros, al ser altamente endogámicas, han permitido a los científicos avanzar en esta área. Así, los investigadores se percataron de que, si una raza de perro se asocia con un comportamiento particular que lo distingue de otras razas, podría ser más fácil detectar las variantes genéticas que contribuyen a ese comportamiento si se compara el genoma de esa raza con una gran cantidad de otras.

La investigación partió del C-BARQ (Abreviatura de Canine Behavioral Assessment and Research Questionnaire), una encuesta que más de 50.000 propietarios han completado sobre sus perros. C-BARQ valora 14 factores de comportamiento de cada perro encuestado, facilitando información sobre rasgos como la excitabilidad, la agresión dirigida a extraños o el nivel de energía.

Los investigadores descubrieron que aproximadamente la mitad de la variación en los 14 comportamientos medidos entre las razas podría atribuirse a la genética, una proporción mayor que la que determinaban los estudios previos.

"Esto se basó en comportamientos promedio de raza, porque no teníamos información conductual y genética de los mismos animales", ha explicado Evan L. MacLean, profesora de la Facultad de Antropología de la Universidad de Arizona.

DIFERENTES COMPORTAMIENTOS, DIFERENTES INFLUENCIAS

Uno de los puntos que han llamado la atención a los investigadores es que los rasgos con las tasas más altas de heredabilidad —aquellos que parecían estar influenciados por factores genéticos en vez de ambientales— eran comportamientos como la capacidad de entrenamiento, la persecución depredadora, la agresión dirigida a los extraños y la búsqueda de atención. Es más, en estos rasgos, la genética explicó del 60% al 70% de la variación entre las razas.

"Estos son exactamente los tipos de rasgos que se han seleccionado para razas particulares de perros", explica Serpell, quien señala que este particular se puede observar en los border collie, que responden a las señales humanas para realizar tareas complicadas; en los galgos, que están predispuestos a perseguir cualquier cosa que se mueva; o las razas de perros guardianes, que presentan mayor agresividad hacia extraños.

EL ESTUDIO ABRE CAMINO A FUTURAS INVESTIGACIONES

Los investigadores han encontrado 131 variantes estrechamente vinculadas con los 14 rasgos de comportamiento de C-BARQ, muchos  desconocidos, por lo que señalan que proporciona información para futuros estudios. Si estas diferencias genéticas influyen en el comportamiento, se podría suponer que de alguna manera afectan el cerebro.

Como paso final, el equipo buscó dónde se expresaban en el cuerpo los genes en los que aparecían las variantes clave. Su análisis mostró que los genes tenían muchas más probabilidades de expresarse en el cerebro que en otros tejidos del cuerpo.

Sin embargo, cabe destacar que los resultados también dejan mucho espacio a las diferencias individuales y al entorno de un animal a la hora de influir en el comportamiento.

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