El Brexit pone en peligro el bienestar animal en el transporte

La Comisión Europea mediante un comunicado  ha confirmado que a partir del 30 de marzo el Reino Unido se convertirá en un “tercer país” también para el transporte de animales vivos. Esto significa que se tendrá que acoger a las leyes de importaciones de la Unión Europea.

Para la importación de animales, como estipula las leyes de la Unión Europea (UE) respecto a países no miembros, se les exige certificados de salud a todos los animales. Estos certificados deben estar firmados por un veterinario oficial de la autoridad competente del país exportador que garantice que se han cumplido las condiciones para la importación.

A su llegada a las fronteras europeas, los animales y los certificados que los acompañan deben ser verificados y controlados por los veterinarios oficiales de la Unión Europea en un puesto de inspección fronterizo designado. También se pueden realizar más inspecciones a los animales en el destino final.

Todas estas medidas que se producirán a partir del ‘Brexit’ provocaran mayores esperas a la hora de entrar los animales en el país de destino. De esta situación se queja Stephanie Ghislain, líder del proyecto “Comercio y Bienestar Animal” de EurogroupForAnimals en el Parlamento Europeo.

Ghislain comenta en un artículo que se “pueden ocasionar grandes retrasos y que los animales tengan que esperar en malas condiciones durante días. Para comprenderlo mejor pueden mirar la frontera entre Bulgaria y Turquía. En este punto los animales esperan un promedio de seis horas, la mayoría de las veces sin suficiente cuidado y en condiciones horrendas. El número de animales que cruzan las fronteras entre el Reino Unido y la UE es mucho mayor y la infraestructura existente no es la adecuada para garantizar el  bienestar de los animales”.

PROPONEN CREAR UNA COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN SOBRE EL TRANSPORTE DE ANIMALES VIVOS

A iniciativa del Intergrupo sobre Bienestar Animal en el Parlamento Europeo se ha propuesto la creación de una comisión para investigar supuestas infracciones y malas administraciones en la aplicación del Reglamento (CE) nº 1/2005 sobre la protección de los animales durante el transporte.

Esta propuesta ha recibido el apoyo de 227 diputados del Parlamento Europeo de todos los grupos políticos, y la solicitud se ha enviado a la Conferencia de Presidentes  que deberá decidir si puede someterse a votación en el Pleno.