El Ministerio de Agricultura ha desarrollado un nuevo protocolo para atender a los animales de compañía que lleguen con los refugiados procedentes de Ucrania para minimizar el riesgo de llegada de la rabia
¿Qué requisitos deben cumplir en España las mascotas de refugiados de la guerra de Ucrania?
El Ministerio de Agricultura ha desarrollado un nuevo protocolo para atender a los animales de compañía que lleguen con los refugiados procedentes de Ucrania para minimizar el riesgo de llegada de la rabia
Francisco Ramón López -
04-03-2022 - 09:56 H - min.
La guerra de Ucrania está generando una ola de refugiados que huyen del conflicto y se dirigen a países europeos; muchos de ellos viajan con sus mascotas. Ante esta situación, la Comisión Europea ha recomendado adaptar los controles sanitarios veterinarios para facilitar que ingresen en los países con sus animales de compañía.
España ha aceptado la recomendación de la Comisión y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y ha lanzado un documento en el que explica el protocolo que seguirá para atender a las mascotas de los refugiados que lleguen al país.
En este se adaptan algunos puntos, como la entrada sin necesidad de solicitar previamente un permiso individual o algunos procedimientos relativos a la detección de enfermedades endémicas en Ucrania, como la rabia.
“Todos los Estados miembros nos hemos mostrado favorables a la entrada en dichas condiciones sin necesidad de un permiso individualizado”, ha asegurado el MAPA, que ha aclarado, no obstante, que Ucrania es un país tercero al que siempre se han aplicado una serie de medidas estrictas debido a la situación de rabia, como la obligación de que el animal esté identificado con microchip, esté vacunado y tenga una valoración de anticuerpos.
Sin embargo, el MAPA estima que “es previsible la llegada de animales de compañía que no cumplan con las condiciones anteriores”, con lo que es necesario establecer un nuevo protocolo de actuación homogéneo en todo el territorio de España para mitigar los riesgos inherentes a esta situación.
El protocolo, aclaran, es de aplicación por parte de cualquier administración pública, “ya sea de ámbito nacional, autonómico o local, incluyendo los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, las policías autonómicas y municipales, así como cualquier profesional relacionado con la salud pública o la salud animal”, que deberá informar de inmediato a los Servicios Veterinarios Oficiales de la Comunidad Autónoma de la llegada de un animal de compañía (perro, gato o hurón principalmente) acompañando a refugiados procedentes de Ucrania.
Asimismo, instan a que los Servicios Veterinarios Oficiales de las Comunidades Autónomas tomen “las medidas necesarias, en colaboración con el resto de autoridades competentes y, en su caso, con otras entidades privadas o profesionales sanitarios que presten su colaboración voluntariamente y sin ánimo de lucro”, para que a la mayor brevedad posible se aplique el nuevo protocolo.
Este consiste, en primer lugar, en comprobar la identificación. “En el caso de que el animal esté identificado con microchip y éste sea legible, no será necesaria su reidentificación. En caso contrario, se identificará con microchip”, apuntan.
En segundo lugar, destacan la importancia de comprobar la vacunación de rabia. “Si el animal se comprueba que ha sido vacunado en Ucrania, se procederá a la extracción de sangre para titulación de anticuerpos y a la revacunación en ese momento”, indican.
“Si la titulación es favorable, el animal permanecerá con el propietario en aislamiento domiciliario hasta completar un periodo de 3 meses desde la extracción de sangre. Si la titulación es desfavorable, se realizará una nueva titulación a los 30 días, permaneciendo en cuarentena en un centro público o privado”, apuntan.
En el supuesto de que la titulación vuelve a ser desfavorable, se procederá a la revacunación a los 2 meses de la anterior vacuna y permanecerá en el centro de cuarentena, con una nueva titulación de anticuerpos pasados 30 días de la segunda vacunación.
Si la titulación sigue siendo desfavorable, explican que se deberá completar la cuarentena en el centro por un periodo máximo de 6 meses desde la primera extracción de sangre. “Si la titulación es favorable completará con el propietario el periodo de cuarentena de 3 meses desde la primera extracción de sangre”, añaden.
En el caso de que el animal haya sido vacunado a la entrada en la Unión Europea, el MAPA explica que se procederá a la extracción de sangre si han pasado más de 30 días desde la vacunación.
En caso contrario, se esperará a que pase ese periodo, permaneciendo el animal en cuarentena en un centro público o privado. “Si la titulación es favorable, el animal completará el periodo de cuarentena de 3 meses desde la extracción de la sangre en compañía de su propietario”, aclaran, pero si es desfavorable, se revacunará a los 2 meses de la primera vacunación y se continuará actuando con el procedimiento de cuarentena.
“Si el animal no está vacunado, se primovacunará y permanecerá en cuarentena en un centro público o privado; pasados 30 días se realizará una extracción de sangre para titulación de anticuerpos”, indican.
Si la titulación es favorable, completará el periodo de cuarentena de 3 meses en el centro, pero si es desfavorable, se aplicará revacunación a los 2 meses y se continuará de la misma forma que en los casos expuestos anteriormente. “Las pruebas serológicas se realizarán en el Laboratorio Nacional de Referencia de Santa Fe, de forma gratuita”, explican.
En el caso de que sea necesario realizar las cuarentenas en centros públicos o privados y no se consigan los medios necesarios para ello, el contacto para realizar las gestiones necesarias es la Dirección General de Derechos de los Animales.
Adicionalmente, exponen que es importante remarcar también que, mientras en España no se ha detectado en animales domésticos Echicococcus multilocularis, Ucrania es un país endémico del parásito.
“Por ello, es conveniente realizar a la llegada de estos animales un tratamiento que debe consistir en un medicamento veterinario autorizado que contenga la dosis adecuada de praziquantel o de sustancias farmacológicamente activas que, por sí solas o en combinación, hayan demostrado reducir la carga de las formas intestinales maduras e inmaduras de Echinococcus multilocularis en las especies huéspedes afectadas”, explican.
El MAPA, explica que el riesgo principal para España “ha sido y sigue siendo en la actualidad el norte de África, que es un territorio fuertemente endémico y fuente frecuente de casos importados en Ceuta y Melilla”. “Ello se demuestra con el actual foco de Melilla, que se ha tornado endémico y de difícil control y erradicación, lo que ha hecho aumentar el nivel de riesgo para todo el resto del territorio nacional”, indican.
El siguiente nivel de riesgo, aunque explican que es “considerablemente menor”, ha estado representado por la importación ilegal de perros de raza procedentes de países del este de Europa.
“Con la situación actual en Ucrania, el riesgo procedente de esta zona se incrementa de forma notable, aunque en la actualidad es difícilmente cuantificable por no contar con una estimación del número de animales de compañía que pueden llegar con los refugiados de ese país. No obstante, sí se puede efectuar una evaluación del riesgo cualitativo”, apuntan.
Y es que señalan que Ucrania “sigue siendo el único país de Europa donde la rabia está muy extendida entre los animales y las personas. Anualmente hay unos 1.600 casos de rabia en animales en Ucrania y se han registrado casos esporádicos en humanos a pesar de la de las medidas preventivas”, alegan.
Los casos afectan tanto a perros como a gatos, indican, si bien la proporción de ataque a personas por animales infectados fue, en el periodo 1996-2020, de perros (1:124), de gatos (1:25), de animales salvajes (1:7) y de animales de granja (1:2).
“Desde el punto de vista geográfico, los ataques a personas por parte de carnívoros domésticos se observaron con mayor frecuencia en la parte oriental de Ucrania, debido a la alta urbanización de la región y a la alta densidad de la población humana”, añaden.
En los últimos 25 años, recuerdan que se han registrado 63 casos de rabia en humanos. Las principales fuentes de la rabia fueron los perros (24 casos) y los gatos (22 casos). “Las lagunas en las medidas de control de la rabia son la falta de coordinación acordada de los vínculos intersectoriales, la falta de esfuerzos significativos para sensibilizar a la población y la falta de financiación de los programas de profilaxis para humanos y animales”, subrayan.
“Como conclusión, se puede deducir que el riesgo cualitativo de los animales compañía que pueden llegar acompañando a sus dueños sin asegurar el cumplimiento de los requisitos habituales es muy elevado, y dependiendo del número de refugiados que accedan a nuestro país en esta situación, hará que el riesgo cuantitativo pueda incrementarse de forma considerable. Por tanto, la evaluación preliminar es de riesgo alto”, admiten.
Ello hace, afirman, “que en el actual contexto cobre especial relevancia la indudable efectividad que manifiesta, como medida de contención efectiva, el tener a la población autóctona de perros, gatos y hurones convenientemente protegida”.