Juan Carlos Serra explica en ‘De veterinario a veterinario’, de Hill’s, cuáles son los tumores más frecuentes en perros y gatos, cómo manejar los efectos adversos de la quimioterapia y qué importancia tiene la nutrición
“La nutrición es algo que no se nos puede olvidar en pacientes veterinarios con cáncer”
Juan Carlos Serra explica en ‘De veterinario a veterinario’, de Hill’s, cuáles son los tumores más frecuentes en perros y gatos, cómo manejar los efectos adversos de la quimioterapia y qué importancia tiene la nutrición
Francisco Ramón López - 30-11-2023 - 00:00 H - min.
La compañía de alimentación animal Hill's Pet Nutrition ha lanzado un nuevo episodio de la serie de entrevistas ‘De veterinario a veterinario’, en la que participan expertos veterinarios para abordar diferentes temas de interés para la profesión.
En este nuevo episodio, Marta Ballesteros, Associate PVA Manager para Hill’s Pet Nutrition España, entrevista a Juan Carlos Serra, profesor titular de Oncología en la Facultad de Veterinaria de Edimburgo, responsable del servicio de oncología del Hospital Veterinario Puchol y diplomado europeo en Oncología y Radioterapia.
En la conversación, Serra aborda cuáles son los tumores más frecuentes en perros y gatos, cómo manejar o evitar los efectos adversos más comunes de la quimioterapia y qué importancia tiene la nutrición en este tipo de pacientes.
Sobre la prevalencia de cáncer en perros y gatos, admite que no hay datos muy fiables, pue no siempre se sabe la causa de la muerte de estos animales. No obstante, las investigaciones sobre este tema han descrito entre 100 y 800 casos de cáncer por cada 100.000 perros al año.
“Si miramos en pacientes geriátricos, porque el cáncer es una enfermedad mucho más común en pacientes geriátricos, aproximadamente casi la mitad de ellos van a morir por cáncer y, en general, en todos los perros, uno de cada cuatro va a morir por cáncer sin tener en cuenta la edad”, indica. En el caso de gatos, es menos frecuente, pero sigue siendo una de las mayores causas de muerte en pacientes geriátricos.
En cuanto a los tipos de tumores, explica que, a grandes rasgos, el linfoma es uno de los tumores que más se ven, tanto en perros como en gatos. “Si miráramos a todos los tumores, en gatos se presenta una mayor cantidad de ellos, pero en perros también es muy frecuente”, explica.
En el caso del perro, el tipo de linfoma multicéntrico de alto grado es el más común, mientras que en gatos son más prevalentes todo los gastrointestinales, sean de bajo grado o de alto grado.
Por otro lado, en perros el mastocitoma cutáneo también es muy frecuente, y en gatos otros tipos de tumores comunes son los carcinomas de células escamosas de cabeza y cuello, los orales, los tonsilares, etcétera. Asimismo, en ambas especies, para hembras no esterilizadas, los tumores de mamá son muy prevalentes también.
Pasando ya a tratamientos y a la quimioterapia, el veterinario explica que las células que se ven afectadas son las que se están dividiendo de forma más rápida, las cancerígenas, por lo que la mayor parte de las células, que no se están dividiendo, no se ven afectadas por la quimioterapia convencional.
Sin embargo, sí que hay dos grupos principales de células sanas que están dividiéndose todo el tiempo y que explican algunos de los efectos adversos más comunes de la quimioterapia. Una de ellas son las células de la médula ósea, pero sus efectos suelen ser subclínicos.
Un caso distinto son las células de las criptas intestinales, que también están en continua división y, por tanto, se van a ver afectadas por la quimioterapia. Sus principales consecuencias son gastrointestinales, con vómitos, diarreas, letargia asociada a molestias abdominales, disminución del apetito o hiporexia.
Aproximadamente, apunta el veterinario, un 20% de las administraciones de quimioterapia están asociadas a este tipo de efectos adversos, que se ha visto que se pueden paliar con algunos medicamentos administrados de forma profiláctica.
Dicho esto, insiste en que, generalmente, los efectos adversos son generalmente leves o moderados, por lo que otro método que funciona muy bien es el manejo dietético. En este caso, una dieta altamente digestible y palatable, aparte de antieméticos, antidiarreicos y probióticos debería ser suficiente.
Más allá de los efectos adversos, el veterinario insiste en que controlar el estado nutricional de estos pacientes en tratamiento por cáncer es clave. “La nutrición hay que monitorizarla de forma muy cercana y tenerla muy en cuenta en el cáncer, porque es verdad que los tumores tienen muchos mecanismos que pueden afectarla”, indica.
En este sentido, recuerda que uno de los principales pilares del cáncer son modificaciones en el metabolismo, que puede poner al paciente en riesgo de perder condición corporal, de perder condición muscular, incluso situándolo en riesgo de caquexia.
Por otro lado, debido a la pérdida de apetito producida por el tratamiento, que provoca pérdida de palatabilidad u olfatabilidad, es muy importante darles alimentos muy palatables, “pero hay que tener cuidado de no caer en el riesgo de darles alimentos que no sean altamente nutritivos, porque ya el paciente está en riesgo de problemas nutricionales”.
Es por ello, por lo que defiende que las dietas de prescripción son ideales. Es el caso de Hill's Prescription Diet On-Care, que es muy palatable. “La nutrición es algo que no se nos puede olvidar en pacientes veterinarios con cáncer”, concluye.