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Demuestran la mejoría clínica de perros con enteropatía crónica al ser alimentados con una dieta seca comercial

Los perros que no habían respondido a la terapia dietética y antibacteriana mostraron una mejoría clínica en 10 semanas al ser alimentados con la dieta seca extruida

La dieta de prueba se administró a los perros durante 10 semanas.
La dieta de prueba se administró a los perros durante 10 semanas.

Demuestran la mejoría clínica de perros con enteropatía crónica al ser alimentados con una dieta seca comercial

Los perros que no habían respondido a la terapia dietética y antibacteriana mostraron una mejoría clínica en 10 semanas al ser alimentados con la dieta seca extruida

Alfonso Neira de Urbina - 18-02-2025 - 16:11 H - min.

Las enteropatías crónicas caninas (EC) son un grupo de trastornos definidos por signos clínicos persistentes o recurrentes de enfermedad gastrointestinal sin una causa neoplásica, metabólica, parasitaria u otra causa infecciosa primaria.

Ahora, un estudio en el que han participado investigadores de la Escuela Nacional de Veterinaria de Alfort y de Royal Canin, entre otros, ha arrojado luz sobre los beneficios de una dieta seca extrusionada en perros con enteropatía crónica.

En el estudio prospectivo, multicéntrico, no controlado y abierto, se evaluó una dieta seca comercial con una fuente proteica de pluma de ave extensamente hidrolizada en el tratamiento de perros con EC que no habían respondido a terapias dietéticas y antibacterianas previas.

La dieta de prueba era un alimento seco extrusionado (Anallergenic™ Canine Formula, Royal Canin Veterinary Diets™), formulado con proteína de pluma de ave (queratina) que había sido extensamente hidrolizada con ácido clorhídrico para producir aminoácidos libres (88%) y oligopéptidos de menos de 1 kilodalton (6-8 aminoácidos).

En la investigación, se excluyeron los perros con enteropatía perdedora de proteínas moderada o marcada. Tras el cribado, los perros entraron en la fase 1 y empezaron la dieta de prueba. Se realizó una endoscopia gastrointestinal, y sólo los perros con pruebas histopatológicas de inflamación del intestino delgado que confirmaban la EC podían pasar a la fase 2 del ensayo.

La dieta de prueba se administró durante 10 semanas a lo largo de las fases 1 y 2, y la medida de resultado primaria fue el éxito clínico definido como una reducción del índice de actividad de la enfermedad inflamatoria intestinal canina (CIBDAI) ≥ 75%. Los resultados secundarios incluyeron la puntuación de la condición corporal y la puntuación de la consistencia fecal.

Asimismo, se presentaron los resultados de los perros con EC confirmada que participaron en ambas fases del estudio.

En cuanto a los resultados, un total de 15 perros comenzaron la fase 1, y 13 de ellos progresaron a la fase 2, de los cuales dos fueron retirados en la semana 5 por desviaciones del protocolo.

Las puntuaciones CIBDAI disminuyeron de 9 (7-16; n = 13) al inicio a 2 (1-11; n = 13) en la semana 2 (P < 0,001), 2 (0-6; n = 13) en la semana 5 (P < 0,001) y 1 (0-3; n = 11) en la semana 10 (P < 0,001).

Además, lograron el éxito del tratamiento en 8 de 13 perros en la semana 5 y en 10 de 11 perros en la semana 10 y la puntuación fecal y la de la puntuación corporal mejoraron entre el inicio y la semana 10.

“Los perros con EC que no habían respondido al tratamiento dietético y antibacteriano previo mostraron una mejoría clínica en 10 semanas cuando se alimentaron con una dieta seca extrusionada con una única fuente proteica hidrolizada en aminoácidos y oligopéptidos, sin tratamiento inmunosupresor concurrente”, concluyen los investigadores.

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