La situación política sigue afectando a los veterinarios catalanes

La situación política de Cataluña, que vuelve al debate nacional con la celebración, este martes, de la Diada, sigue afectando a parte de los veterinarios que trabajan para la administración pública, concretamente para el departamento de Salud de la Generalitat.

Como ya adelantó  Animal’s Health, aunque estos veterinarios que realizan funciones de salud pública tenían una jornada laboral normal y un horario especial, por la labor que realizan, una orden del Ejecutivo catalán estableció en 2012, que estos profesionales también tuvieran una jornada laboral especial.

En la práctica, esto supone que los veterinarios de este departamento trabajen más horas en el cómputo anual, puesto que, a diferencia de los profesionales que dependen de la Consejería de Agricultura o de otros funcionarios, no ven reducida su jornada en períodos festivos como Semana Santa o Navidad.

El propio Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ya les dio la razón a los veterinarios, pero los departamentos de Salud y de Función Pública no han terminado de aplicar estas sentencias. De hecho, en lo que va de año la situación no sólo no ha cambiado, sino que la incertidumbre ha ido en aumento.

Como explica Andreu Martí, coordinador del sector de la Generalitat de Comisiones Obreras (CCOO), en declaraciones para Animal’s Health, “tenemos informaciones de que a finales de año se pondrá en marcha la Agencia Catalana de Salud Pública, que ya se había aprobado en votación parlamentaria pero que no se había desarrollado. En ella se incluirá a los veterinarios, pero no sabemos qué va a ocurrir con ellos ni cómo serán sus condiciones laborales”, señala.

La llegada de una nueva consejera de Salud, Alba Vergés, tampoco ha servido para acabar con esta discriminación. “Estamos a la espera de reuniones, pero todo lo marcará el ambiente político de Cataluña. Estando como está la situación no sabemos qué va a pasar”, indica el portavoz sindical, quien señala que, pese a trabajar en el mismo espacio y realizar funciones parecidas, los veterinarios de este departamento también tienen una jornada distinta a la de los farmacéuticos, “lo que no tiene sentido”.

INCREMENTO SALARIAL

La situación política, añade Martí, también ha impedido que los veterinarios de la administración pública catalana se hayan beneficiado aún del incremento salarial que incluían los Presupuestos Generales del Estado de 2018, y tenían efectos retroactivos a 1 de enero.

Por otro lado, y aunque el colectivo ya se movilizó en 2017 para dar a conocer el problema de los horarios y la jornada laboral, por ahora el portavoz de Comisiones Obreras descarta que haya más movilizaciones porque, de nuevo la situación que vive Cataluña, “hace que también sea difícil unir al colectivo, y cierra muchas maniobras de unión”.

No obstante, Martí está a la expectativa de las reuniones prometidas por Salud Pública. “Quiero entender que hay voluntad de arreglar las cosas. Ya en su día nos dieron la razón, pero nos dijeron que es un proceso, y en eso estamos”, aclara.