Los veterinarios funcionarios que trabajan en la Generalitat mantienen una jornada de trabajo cuya modificación, en 2012, fue considerada ilegal por los tribunales
Los veterinarios de Cataluña, olvidados por la situación política
Los veterinarios funcionarios que trabajan en la Generalitat mantienen una jornada de trabajo cuya modificación, en 2012, fue considerada ilegal por los tribunales
Ángel Espínola - 07-03-2018 - 14:00 H - min.
La crisis política que vive Cataluña desde hace meses, y que impide formar un Gobierno estable, ha eclipsado las reivindicaciones del colectivo veterinario de la autonomía, especialmente de aquellos que trabajan en Salud Pública dentro de la Generalitat catalana.
Como explica Andreu Martí, coordinador del sector de la Generalitat de Comisiones Obreras (CCOO), en declaraciones exclusivas para Animal’s Health, este colectivo sigue manteniendo una jornada laboral y un horario que los tribunales ya consideraron ilegales hace más de un año, pero que por inacción política aún no se han modificado.
“Este colectivo tenía una jornada laboral normal y un horario especial, dada la labor que realizan. Si bien, en 2012 la Generalitat realizó una modificación de la jornada basándose en un supuesto acuerdo de 2002, que no está recogido en ningún documento, y estableció una jornada laboral especial, manteniendo el horario especial”, señala Martí.
En la práctica, esto supone que los veterinarios funcionarios de Salud Pública tienen una jornada laboral de 37,5 horas semanales durante todo el año, pero otros colectivos, como los veterinarios que trabajan en consejerías como la de Agricultura, reducen la jornada a las 35 horas semanales en períodos festivos como Semana Santa o Navidad.
Ante ello, los veterinarios recurrieron y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña les dio la razón, pero los departamentos de Salud y de Función Pública no han terminado de aplicar estas sentencias, salvo a quienes recurrieron de manera individual. Por ello, llegaron incluso a movilizarse a mediados de 2017.
“Estos veterinarios, que se dedican a hacer inspecciones o trabajan en los mataderos, quieren volver a tener una jornada semanal normal y un horario especial, porque se les quitó esta condición basándose en unos documentos que no existen”, indica Martí.
Junto a este aspecto, la situación política también afecta a los procesos de oposición donde “hay un retraso muy importante”, pese a que la Generalitat prometió la creación de 7.000 plazas para funcionarios en los próximos años.
Además, los veterinarios catalanes también se encuentran envueltos en un proceso judicial para poder acceder a plazas de titulados superiores en Salud Pública en igualdad de condiciones con farmacéuticos o médicos, y eliminar las distinciones de categorías, “porque ahora un veterinario y un farmacéutico, que realizan la misma labor, tienen el mismo puesto, pero uno tiene una jornada especial, y otro jornada normal, y durante una época del año el farmacéutico trabaja menos horas”, añade el portavoz sindical.
Para resolver todas estas cuestiones, asegura Martí, no bastará con que se fije un gobierno estable en Cataluña, sino que será necesaria voluntad política, “porque cuando entre un nuevo gobierno priorizará seguramente otras cosas que considera más importantes. Pero hay que recordar que llevamos 6 años en esta situación y aquí no ha cambiado nada”, asevera.