MAR, 30/4/2024

Las superficies más comúnmente contaminadas fueron sillas, mesas de exploración y ordenadores.

Las superficies más contaminadas por bacterias en clínicas veterinarias

Sillas, mesas de exploración y ordenadores son las superficies donde la contaminación con estafilococos es más frecuente en las clínicas veterinarias, según un nuevo estudio

Los estafilococos son un tipo de bacteria que pueden habitar en la piel y las membranas mucosas y Staphylococcus pseudintermedius (SP) y Staphylococcus aureus (SA) actúan como patógenos importantes para los animales y las personas, respectivamente.

Investigaciones anteriores han identificado el papel potencial del medio ambiente en las infecciones asociadas a hospitales y la transmisión zoonósica en entornos veterinarios.

Por ello, un nuevo estudio piloto ha tratado de determinar la prevalencia ambiental de Staphylococcus coagulasa positivo (CPS) en un hospital veterinario y evaluar así la relación entre la contaminación y los factores ambientales y clínicos (número de casos, listas de verificación de limpieza y número de personal) que influyen en su presencia.

Asimismo, en el estudio se evaluó el cumplimiento de los protocolos de limpieza y desinfección. En este sentido, el cumplimiento de la limpieza y desinfección, basado en listas de verificación completadas por el personal, se revisó durante los tres turnos inmediatamente antes de la toma de muestras.

Los investigadores plantearon la hipótesis de que, con el tiempo, la contaminación ambiental aumentaría a medida que se desarrollara la clínica y aumentara el número de casos y el cumplimiento de las listas de verificación de limpieza disminuiría al aumentar el número de casos.

De esta manera, durante 18 meses, se recolectaron 351 muestras ambientales en cinco momentos de muestreo (el muestreo se realizó antes de la apertura del hospital y cada 3 a 6 meses a partir de entonces).

La contaminación general con CPS fue del 30,8% (108/351), con SA (16,8%) y con SP (13,1%) identificados en las superficies contaminadas. En general, las cepas resistentes a la meticilina (MRSA y MRSP) se detectaron con poca frecuencia.

La prevalencia puntual de contaminación por CPS fue relativamente estable durante el período de estudio (22,5%-28,4%), con la excepción de un aumento en el cuarto muestreo (52,9%).

El cumplimiento de la limpieza varió durante el período de estudio (57,9%-100%); la limpieza más baja reportada coincidió con la mayor proporción de contaminación por CPS.

Las superficies más comúnmente contaminadas fueron sillas (46,7%), mesas de exploración (40,4%) y ordenadores (34,3%); estos elementos se incluyeron con poca frecuencia en las listas de limpieza.

Las superficies no incluidas en la lista de verificación tenían 2,3 veces más probabilidades de estar contaminadas por CPS que las incluidas. MRSA y MRSP rara vez se aislaron del medio ambiente en el hospital recién inaugurado, lo que indica que puede tomar tiempo que las cepas resistentes lleguen al medio ambiente y persistan en las superficies.

“Este estudio desataca la utilidad de las listas de verificación de limpieza para orientar las prácticas de limpieza y reducir la contaminación ambiental en las clínicas veterinarias”, señalan los investigadores en el estudio.