MAR, 30/4/2024

La ciencia demuestra que los gatos reconocen su nombre

Un grupo de científicos japoneses ha desvelado que los gatos domésticos son capaces de discriminar su nombre de otras palabras

Aunque los gatos lleven alrededor de 9.500 años domesticados y han desarrollado comportamientos comunicativos hacia los seres humanos, como los sonidos que emiten, que  son más agradables al oído humano que los de los salvajes, los investigadores han empezado recientemente a investigar las habilidades comunicativas de estos animales. Ahora, un nuevo estudio concluye que los gatos domésticos son capaces de discriminar el contenido de las expresiones humanas en función de las diferencias fonémicas (sonidos distintivos).

La investigación, realizada por la Universidad Sofía de Tokio y publicada en la revista científica Scientific Reports, explora este campo poco investigado, la habilidad de los gatos para comunicarse con los humanos. Concretamente, el estudio se centra en la capacidad que tienen de entender estos felinos (Felis Catus) las palabras articuladas por su dueños e, incluso, por desconocidos.

Los científicos, dirigidos por Atsuko Saito, utilizaron un método de habituación-deshabituación para investigar si los gatos domésticos pueden discriminar las expresiones humanas, más específicamente los nombres de los propios felinos, los comunes y los de los gatos que conviven con ellos.

Para desvelar si los gatos son capaces de discriminar palabras y de reconocer su nombre, los investigadores japoneses utilizaron dos tipos de población, por un lado felinos que vivían con sus dueños en casa y, por otro, ejemplares que un ‘cat café’, establecimiento en el que los visitantes pueden interaccionar libremente con felinos.

Además de que la voz de los dueños supone un estímulo para los gatos, los resultados de la investigación han desvelado que en función de la diferencias fonémicas, los felinos pueden discriminar el contenido de las palabras usadas por lo humanos.

Esto no significa que los gatos asignen un significado a las palabras humanas o a su nombre, algo que aún no ha sido demostrado. Según los experimentos efectuados, cuatro en total, en los que los gatos visualizaban un vídeo, de sus dueños u otro humano, en el que se leían cuatro nombres comunes o de otros gatos y el propio del felino, lo que sí que reconocen son las denominaciones con las que se les designa.

Curiosamente, mientras los gatos domésticos discriminaban su nombre de la de sus compañeros felinos, los que viven en el ‘cat café’ no lo hacían.

Ante el vídeo, muchos gatos reaccionaban al principio moviendo alguna parte de su cuerpo (cabeza, orejas o cola), pero al transcurrir el tiempo empezaban a perder el interés. Eso sí, los felinos respondían cuando escuchaban su nombre. Una realidad que podría ser fruto de que escuchan con mucha frecuencia su nombre y, aunque no entiendan las palabras, deducen que se refiere a su propia identidad.