El Ministerio de Agricultura ha notificado dos focos de viruela ovina y caprina en las provincias de Granada y Almería
La viruela ovina y caprina se extiende por Andalucía y llega a Almería
El Ministerio de Agricultura ha notificado dos focos de viruela ovina y caprina en las provincias de Granada y Almería
Redacción - 02-11-2022 - 12:00 H - min.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha notificado 2 nuevos focos de viruela ovina y caprina en 2 municipios de las provincias de Granada y Almería, Benamaurel y Oria, respectivamente.
Esto supone la expansión a una nueva zona, ya que, aunque en el caso de Benamaurel ya se venían registrando focos de la enfermedad, esta es la primera vez que se notifica en la provincia de Almería.
Si bien, se trata de un municipio limítrofe con la población granadina de Cúllar, que ya se ha visto afectado anteriormente por un foco de Viruela Ovina y Caprina.
Hay que tener en cuenta que hasta ahora los focos estaban localizados en su totalidad en la comarca ganadera de Baza (Altiplanicie Sur), por lo que la detección de un foco en Almería supone el salto de la enfermedad a una nueva zona.
La sospecha se originó por la aparición de lesiones compatibles con la enfermedad en animales de ambas explotaciones y los servicios veterinarios oficiales de la Junta de Andalucía procedieron de inmediato, siguiendo el protocolo establecido, a la toma de muestras y a su pertinente envío al Laboratorio Central de Algete. Las muestras se han confirmado como positivas por PCR-RT y secuenciación al virus de viruela ovina.
En los focos hay involucrados tanto ovinos como caprinos. En el caso de Benamaurel se trata de una explotación con 394 ovejas y en el de Oria, de 97 ovejas y 7cabras, según los últimos datos ofrecidos por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de Andalucía.
De forma inmediata, la Consejería ha adoptado las medidas de control contempladas, que incluyen el sacrificio de los animales, eliminación de los cadáveres en planta de trasformación, limpieza y desinfección oficial de la explotación, establecimiento de una zona de protección de 3km y una de vigilancia de 10km, con refuerzo de medidas de bioseguridad y vigilancia en las explotaciones, así como la aplicación de medidas de restricción de movimiento de animales y productos, además de la investigación epidemiológica para tratar de identificar el origen del virus, aún bajo estudio, así como los posibles contactos de riesgo que se hayan podido dar, entre otras.
Con estos dos nuevos focos ascienden ya a 19 el total de los registrados en España (11 de ellos en Andalucía) desde que el pasado mes de septiembre se notificara la enfermedad en el país, que llevaba sin registrarla desde 1968.
De hecho, la detección de brotes de viruela ovina y caprina este año en España ha tenido como resultado que el país pierda su estatus de libre de la enfermedad, estableciéndose restricciones a la exportación de animales por ello.
La Consejería de Agricultura ha puesto en marcha recientemente una línea de ayudas adicionales a los ganaderos destinadas a la alimentación del ganado inmovilizado como consecuencia de brotes de Viruela Ovina y Caprina con un presupuesto de 500.000 euros.
La tramitación se hará mediante una Orden y, una vez justificado el gasto por los ganaderos, se les hará el abono del importe en concepto de gastos por alimentación. Estas ayudas se suman a las ya existente para el perceptivo sacrificio de los animales de las explotaciones ganaderas afectadas.
A estas ayudas también se suman otras que están en marcha para ayudar al sector, como es el caso de la Medida 21 del sector ganadero, que cuenta con una partida de 70 millones de euros para fomentar los sistemas sostenibles de ganadería extensiva y las técnicas tradicionales de pastoreo; la exención del pago de tasas y ayudas concedidas por el sacrificio de animales.
Desde la Consejería se recuerda la importancia de aplicar unas adecuadas medidas de bioseguridad en las explotaciones de ovino y caprino, así como en el transporte animal. Asimismo, resulta fundamental garantizar el buen funcionamiento de los sistemas de vigilancia pasiva para detectar la posible entrada de la viruela ovina y caprina en otras explotaciones, de ahí la importancia de comunicar a los servicios veterinarios oficiales cualquier indicio de la enfermedad.