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Veterinarios especialistas en bovino dan las claves sobre la enfermedad hemorrágica epizoótica en Colvema

Los veterinarios especialistas en bovino Alberto Diez y Alfonso Monge han participado en un webseminar organizado por el Colegio de Veterinarios de Madrid al que asistieron 145 veterinarios

Los veterinarios especialistas en bovino Alfonso Monge y Alberto Díez y el presidente del Colegio de Veterinarios de Madrid, Felipe Vilas.
Los veterinarios especialistas en bovino Alfonso Monge y Alberto Díez y el presidente del Colegio de Veterinarios de Madrid, Felipe Vilas.

Veterinarios especialistas en bovino dan las claves sobre la enfermedad hemorrágica epizoótica en Colvema

Los veterinarios especialistas en bovino Alberto Diez y Alfonso Monge han participado en un webseminar organizado por el Colegio de Veterinarios de Madrid al que asistieron 145 veterinarios

Redacción - 13-09-2023 - 09:17 H - min.

El Colegio de Veterinarios de Madrid (Colvema) ha organizado este martes 12 de septiembre un webseminar para informar a sus colegiados sobre la situación actual de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) impartido por los especialistas en bovino Alberto Diez y Alfonso Monge, al que asistieron 145 veterinarios

La sesión fue presentada por el presidente del Colegio de Veterinarios de Madrid, Felipe Vilas, que recordó el papel fundamental del veterinario de explotación para la detección temprana de las enfermedades animales, su prevención y control. Vilas, presentó a los ponentes, prestigiosos veterinarios especialistas en ganado bovino, Alberto Díez Guerrier y Alfonso Monge.

El primero en intervenir fue Alberto Díez, veterinario especialista en bovino, vocal de la Junta de Gobierno de Colvema, profesor asociado del Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y miembro de Laboratorio de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET).

Díez explicó que el virus que causa la EHE pertenece a la familia Reoviridae, genero Orbivirus y que es una enfermedad infecciosa no contagiosa que se transmite por vectores (mosquitos del género Culicoides). En su origen afectaba a ciervos así como a corzos y gamos. Ahora se ha visto que afecta al bovino, la oveja se infecta pero raramente tiene síntomas y la cabra parece bastante resistente.

El especialista quiso dejar claro que "no es una enfermedad zoonósica en ningún caso, que por tanto no se transmite al hombre ni por picadura de mosquitos, ni por contacto directo, ni por el consumo de productos de origen animal".

Hay 7 serotipos del virus (es muy similar al de la lengua azul) y los que producen la enfermedad en bovino son el 2, 6, 7 y el 8, que es el que está en España y que viene casi seguro de África. La EHE es endémica en ciertas zonas de Estados Unidos, Japón, África y Australia.

En septiembre-octubre de 2022 se dieron los primeros casos en el sur de Italia y luego en España en la zona sur. En julio de 2023 se produjeron casos en Andalucía y de ahí se ha ido expandiendo prácticamente a todo el territorio nacional de forma muy rápida.

La enfermedad hemorrágica epizoótica es una enfermedad de declaración obligatoria según la lista de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), lo que afecta a los movimientos de animales y al comercio.

Se transmite por mosquitos culicoides que pican a un animal infectado y el virus multiplica su virulencia dentro del organismo del artrópodo y, cuando pica a otro animal, transmite la enfermedad. Afecta principalmente a bazo y pulmón.

El virus se replica en el epitelio vascular produciendo trombosis y hemorragias. También se replica en macrófagos y produce cuadros inflamatorios severos con importante necrosis tisular en mucosa oronasal y digestiva. Los animales pueden ser infectivos hasta 90 días. La respuesta inmunitaria inicial es determinante en la evolución de la enfermedad.

La enfermedad sobreaguda produce muerte fulminante y la aguda provoca hemorragias multifocales que pueden acabar con la vida del animal. En bovinos afortunadamente hay muchos animales asintomáticos.

La prevención pasa por el control de movimientos de zonas restringidas a zonas libres, la desinsectación de animales y transportes previos a los movimientos y se exige un certificado del veterinario o una declaración responsable del ganadero según el destino.

El mapa muestra las zonas geográficas de expansión de los diferentes serotipos del virus de la EHE

VACUNAS CONTRA LA ENFERMEDAD HEMORRÁGICA EPIZOÓTICA

Existen dos tipos de vacunas frente a EHE en Japón y Estados Unidos y están abiertas varias líneas de investigación, pero en Europa aún no existe una vacuna registrada y, por el momento, presenta escaso interés comercial por lo que no es previsible contar con una vacuna a corto y medio plazo.

Las vacunas atenuadas son las más eficaces, pero el mosquito puede picar a animales vacunados y pasar el virus a zonas libres, además del riesgo de recombinaciones y mutaciones vírales. “Los laboratorios, mientras no sea vacuna obligatoria, no se plantean hacer una vacuna”, trasladan desde Colvema.

Alberto Díez hizo hincapié en que los veterinarios rurales “tenemos un papel clave en el control de estas enfermedades y debemos proporcionar formación a los ganaderos”. Por otro lado, “debemos adoptar responsabilidades a la hora de administrar antibióticos para evitar su uso indiscriminado y masivo”.

A continuación, Alfonso Monge, veterinario especialista en rumiantes con una amplia trayectoria, fue el encargado de comentar los aspectos clínicos de la enfermedad. Destacó que el ciervo de cola blanca es la especie más afectada por la EHE que cursa con vasculitis y trombosis que provocan hemorragias en piel, corazón, pulmones y bazo, así como una grave deshidratación.

En ganado bovino, según su experiencia, la enfermedad no está todavía muy estudiada en el mundo. La morbilidad del serotipo 8 es del 60-90% (animales infectados, pero sin síntomas), presentan síntomas clínicos el 10-20% y la mortalidad está entre 0,5-3%, agravada con las olas de calor de este verano sumadas a la deshidratación que produce la enfermedad.

Entre la sintomatología encontramos: instinto de huida disminuido, fiebre, secreción nasal y ocular, anorexia, disfagia severa y estomatitis ulcerosa, enrojecimiento y descamación del hocico, úlceras mamarias (producen dolor y las madres no dejan mamar a los terneros), inflamación de párpados, conjuntiva y lengua, dificultad respiratoria, cojera, diarrea sanguinolenta, vasculitis diseminada con trombosis que provoca hemorragias y deshidratación severa.

El veterinario comentó que se están viendo ahora abortos, terneros que nacen muertos, momificación, síndrome del ternero débil (acaban falleciendo) y terneros con deformidades en extremidades posteriores.

Las vacas de carne suelen tener un solo ternero al año y, si lo pierde, deja de ser rentable para el ganadero con el consiguiente daño económico. El diagnóstico diferencial se realiza principalmente con respecto a la lengua azul, la diarrea vírica bovina y la rinotraqueitis infecciosa bovina.

En lo que respecta al tratamiento, se deben atajar los síntomas cuanto antes mejor. Para ello, se aplican cuidados paliativos: agua y sombra. La inflamación se trata con antinflamatorios no esteroideos (AINES) y corticoides. Para ello el veterinario de explotación es clave (sondaje para hidratación, inyecciones de corticoides, tratamiento de complicaciones secundarias como neumonía o diarrea que precisan antibióticos, etc ).

El segundo ponente del webseminar fue el veterinario clínico de rumiantes Alfonso Monge

PAUTAS DE ACTUACIÓN E IMPACTO PARA LOS GANADEROS

Durante su intervención el experto ofreció una serie de pautas de actuación ante sospecha de la enfermedad. Entre ellas compartió algunas como comunicar al veterinario, enviar muestras al laboratorio, notificar el caso positivo a las autoridades sanitarias, o usar insecticidas (deltametrina), repelentes (biozul) y larvicidas. “No son muy efectivos ya que el mosquito se reproduce en zonas húmedas y bosques donde usar larvicidas es complejo”, apuntan desde el Colegio.

Monge también abogó por la eliminación de purines y estiércol o el aislamiento de animales enfermos, aunque admitió que con una morbilidad tan grande y una viremia de casi 90 días es muy difícil.

Un aspecto importante que no quiso dejar de reseñar es la repercusión para el ganadero, que ya de por sí es una actividad estresante y poco remunerada. A esto se une una sequía severa (forrajes escasos y caros), el gasto veterinario (antiinflamatorio, antibióticos, insecticidas), la infertilidad (en vacuno de carne supone una gran disminución de la rentabilidad) o la mortalidad de esta enfermedad, junto a los animales crónicos.

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