Un nuevo estudio ha analizado la prevalencia de miasis nasofaríngea en corzos de una zona con alta simpatría entre ungulados salvajes y domésticos del centro de España
Veterinarios españoles avanzan en el control de la miasis nasal que padecen los corzos en el centro peninsular
Un nuevo estudio ha analizado la prevalencia de miasis nasofaríngea en corzos de una zona con alta simpatría entre ungulados salvajes y domésticos del centro de España
Redacción - 25-06-2024 - 09:38 H - min.
Los oéstridos son parásitos que pueden estar presentes en rebaños de ovejas o cabras. Ahora, un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) demuestra que un control efectivo de estas especies animales podría ser clave para aliviar la miasis nasal en los rumiantes salvajes con los que comparten hábitat, como es el caso de los corzos que habitan en el centro de la Península Ibérica.
Esta es una de las conclusiones del artículo titulado ‘Prevalencia de miasis nasofaríngea en corzo (Capreolus capreolus) de una zona con alta simpatría entre ungulados salvajes y domésticos del centro de España’, en el que participa el Grupo de Investigación en Sanidad Animal: Galicia (INVESAGA) de la USC y que estudió 184 corzos entre enero y junio de 2023 para conocer la situación de las miasis nasofaríngeas que afectan a este animal en las provincias de Burgos, Soria, Segovia, Zaragoza y Guadalajara.
Tras el primer caso descrito del díptero Oestrus ovis en una corza de Guadalajara en 2022, se puso en marcha este estudio en el que 44 corzos (23,9% del total de animales analizados) resultaron positivos a diferentes estadios larvarios de oéstridos.
En concreto, el análisis detectó que 26 corzos (14,1%) fueron positivos a Cephenemyia stimulator (mosca de la nariz del corzo) mientras que 18 (9,8%) fueron positivos a Oestrus ovis (mosca de la nariz de las ovejas). No se encontró ninguna infestación mixta.
En cuanto a la distribución geográfica, las provincias de Soria y Burgos fueron las únicas con animales positivos para ambas miasis. En el caso de Zaragoza sólo se encontraron animales positivos a C. stimulator; en Guadalajara sólo se encontró positivo a O. ovis; y en Segovia no se encontró miasis. La mayoría de las larvas de C. stimulator se encontraron en la cavidad nasal, mientras que una pequeña cantidad residía en la faringe (3,2%). En el caso de O. ovis todos los ejemplares fueron identificados en la cavidad nasal.
El estudio demuestra que la prevalencia e intensidad de C. stimulator es inferior a la detectada por el equipo investigador en un estudio anterior en 2022. Asimismo, los datos revelan diferencias considerables entre las provincias analizadas, siendo desde el 0% en Segovia y Guadalajara hasta el 57,1% en Zaragoza.
“Las marcadas diferencias entre provincias vecinas como Burgos y Segovia o Zaragoza y Guadalajara se deben probablemente a una distribución irregular de la miasis dentro de estas provincias”, apunta el investigador predoctoral del Campus Terra de la USC, Néstor Martínez Calabuig, primer firmante del artículo. De hecho, en el caso de Zaragoza, todos los animales positivos fueron cazados en el norte mientras que los negativos fueron los más cercanos al límite con la provincia de Guadalajara. Del mismo modo, en Burgos la mayoría de los animales positivos se encontraron más lejos del límite provincial con Segovia.
Por otro lado, la notable incidencia de O. ovis en corzos indica que su presencia no fue un caso accidental, como se pensó tras el descubrimiento del primer caso. Por tanto, la alta frecuencia de O. ovis en ovinos y caprinos del centro de España unida a su proximidad con corzos y pequeños rumiantes en la zona de estudio “puede aumentar el riesgo de infestaciones cruzadas”, señala el grupo de investigación del Campus de Lugo de la USC en la Facultad de Veterinaria.
Además, la presencia de larvas maduras de O. ovis en corzos sugiere que esta especie es capaz de completar su ciclo biológico en este animal. Por este motivo, “el control de oéstridos en rebaños de ovejas y cabras en zonas donde comparten hábitat con rumiantes salvajes sería recomendable para conseguir un control óptimo de las miasis nasales”, explica Martínez Calabuig.