Instituciones veterinarias y médicas han realizado un estudio bajo el enfoque 'One Health' sobre la fiebre Q en Asturias, y han hallado el patógeno zoonósico que provoca la enfermedad en aerosoles y polvo en 20 de las 25 granjas analizadas
Hallan una seroprevalencia considerable de fiebre Q en ganado y fauna de Asturias
Instituciones veterinarias y médicas han realizado un estudio bajo el enfoque 'One Health' sobre la fiebre Q en Asturias, y han hallado el patógeno zoonósico que provoca la enfermedad en aerosoles y polvo en 20 de las 25 granjas analizadas
Alfonso Neira de Urbina - 28-05-2021 - 10:57 H - min.
Recientemente, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco informaba de 29 casos sospechosos de fiebre Q, con diez hospitalizados, que habían visitado las cuevas de Baltzola (Vizcaya). La fiebre Q es una enfermedad zoonósica y las autoridades cercaron las cuevas para impedir el paso de animales.
Unos días después de que se conociera la noticia, en la revista científica Animals ha sido publicado un estudio realizado en España, más concretamente en el Principado de Asturias, que ha investigado el patógeno causante de la fiebre Q, Coxiella burnetii, desde el enfoque 'One Health'.
De esta manera, el análisis de esta zoonosis ha sido realizado tanto por instituciones de medicina humana como veterinarias, tales como el laboratorio de salud animal del Principado, los departamentos de sanidad animal de Neiker y el Serida, o el Departamento de microbiología del Hospital Central de Asturias (Oviedo), entre otras.
Los investigadores explican que en la región en la que se basa el estudio es diagnosticado un número relevante de casos humanos al año y que, “aunque los animales son la única fuente de infección para las personas”, se trata del primer estudio que aborda en Asturias de forma integrada la infección de los animales domésticos, la fauna silvestre y el medio ambiente, así como las personas.
El objetivo del estudio era investigar la seroprevalencia de C. burnetii en rumiantes domésticos, ungulados silvestres y la situación actual de la fiebre Q en humanos, en una región, destacan los investigadores, en la que existe un estrecho contacto de la interfaz fauna silvestre-ganado-ser humano y de la que hay poca información sobre la fiebre Q.
La investigación ha desvelado una seroprevalencia de C. burnetii del 8,4% en ovejas, del 18,4% en vacas y del 24,4% en cabras y, además, los investigadores detectaron ADN del patógeno causante de la fiebre Q en polvo y aerosoles, mediante PCR en tiempo real, en muestras ambientales de 20 de las 25 granjas que se analizaron.
Además, el análisis de los sueros de 327 ungulados silvestres reveló una seroprevalencia menor que la encontrada en los rumiantes domésticos, con un 8,4% de ciervos rojos ibéricos, un 7,3% de rebecos, un 6,9% de gamos, un 5,5% de jabalíes europeos y un 3,5% de corzos que albergaban anticuerpos contra C. burnetii.
“Nuestros resultados revelaron que un porcentaje considerable de rumiantes domésticos y ungulados salvajes de todas las áreas geográficas de la región habían estado en contacto con el agente causante de la infección (Coxiella burnetii)”, apuntan los investigadores en el estudio.
Por último, los investigadores realizaron un análisis estadístico para investigar los factores de riesgo (edad, sexo, zona geográfica, etc.) de la población humana de la región y remarcan que sus resultados “facilitarán la aplicación de medidas preventivas en las explotaciones ganaderas afectadas”.
Cabe destacar que la fiebre Q, aunque se trate de una zoonosis, es poco conocida por el público general e, incluso, por los propios ganaderos. Por ello, Ceva Salud Animal dispone de una página web dedicada a esta enfermedad para mejorar el conocimiento a través de información valiosa y fiable.