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La enfermedad hemorrágica epizoótica se extiende por España: Expertos veterinarios explican si es una amenaza para los ciervos

Tres veterinarios expertos en fauna silvestre analizan la situación de la enfermedad y hasta qué punto puede acabar afectando a las poblaciones de cérvidos de España

De izda a dcha: José Luis Arroyo Cid, experto veterinario cinegético; Christian Gortázar, catedrático de Sanidad Animal e investigador en el IREC; y Nicolás Urbani, veterinario y asesor técnico de las federaciones de caza de Aragón y Navarra, y de la Española.
De izda a dcha: José Luis Arroyo Cid, experto veterinario cinegético; Christian Gortázar, catedrático de Sanidad Animal e investigador en el IREC; y Nicolás Urbani, veterinario y asesor técnico de las federaciones de caza de Aragón y Navarra, y de la Española.

La enfermedad hemorrágica epizoótica se extiende por España: Expertos veterinarios explican si es una amenaza para los ciervos

Tres veterinarios expertos en fauna silvestre analizan la situación de la enfermedad y hasta qué punto puede acabar afectando a las poblaciones de cérvidos de España

Jorge Jiménez - 13-07-2023 - 13:51 H - min.

El pasado año 2022, el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete confirmaba la llegada de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) por primera vez a España en dos explotaciones de bovino de las provincias de Cádiz y Sevilla.

A finales de ese mismo año, según trasladó Animal’s Health, también se investigaron varios casos de la enfermedad en cérvidos en España por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y la Junta de Andalucía, junto a otras instituciones como el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) y la Universidad de Córdoba (UCO), aunque no hubo comunicación oficial de ningún caso confirmado.

La llegada del invierno y las bajas temperaturas parece que hicieron desaparecer la enfermedad del panorama sanitario por unos meses, ya que sus vectores, insectos del género Culicoides, reducen su actividad con bajas temperaturas.

No obstante, se esperaba que la enfermedad hemorrágica epizoótica pudiera resurgir con la llegada de la primavera-verano del 2023, algo que finalmente ha ocurrido, ya que con las lluvias y las altas temperaturas el mosquito ha retomado su actividad, notificándose los primeros focos.

Así, el primer foco notificado este año se produjo en cérvidos —el primero confirmado oficialmente en estos animales en España— en el municipio de El Pedroso, en la comarca de Cazalla de la Sierra, en Sevilla. Tras él, se han notificado más focos, esta vez en ganado bovino, tanto en la propia Andalucía como en Extremadura; y los servicios veterinarios oficiales están investigando más casos en ciervos.

En concreto, la enfermedad se ha extendido por los ciervos de varias provincias andaluzas como Córdoba, Sevilla y Huelva, donde ya se tiene constancia de al menos 5 animales muertos, a los que se ha podido tomar muestras y analizarlas, y se están investigando más casos.

PREOCUPACIÓN EN EL MEDIO RURAL POR LA ENFERMEDAD HEMORRÁGICA EPIZOÓTICA

Al margen de las informaciones oficiales que se van conociendo sobre el avance de la enfermedad, lo cierto es que en las redes sociales circulan ya vídeos en los que se puede ver animales con sintomatología compatible y el temor ante la pérdida de animales por la EHE no para de aumentar en el ámbito cinegético, pero también en el veterinario y el ganadero.

En este sentido, José Luis Arroyo Cid, experto veterinario cinegético, ha señalado a este medio que el impacto de la enfermedad parece estar siendo desigual en función de las fincas. “Hay algunas en las que está pegando muy fuerte y otras en las que no tanto. No hay un patrón similar”, indica.

Además, el veterinario apunta a que tiene información de que la enfermedad en cérvidos ya habría traspasado los límites de Andalucía, llegando a zonas como Ciudad Real, donde ya podría haber algunos casos compatibles, aunque no están confirmados oficialmente.

“Al final es una enfermedad que se expande según se mueva el mosquito, así que podría llegar a nuevas zonas”, advierte, y teoriza que el comportamiento de la enfermedad en un futuro podría funcionar de manera similar al Covid-19.

De esta manera, explica que, al ser una enfermedad nueva en España, los animales aún no han desarrollado defensas inmunológicas contra ella, por lo que es normal que empiecen a morir los que tengan las defensas más bajas, aunque otros muchos animales acabarán desarrollando inmunidad y en un futuro acabarán adquiriendo resistencia.

“En el caso del ganado bovino la enfermedad es más fácil de controlar, porque son animales que se pueden meter en una manga, a los que se puede aplicar tratamientos y protegerles frente a la enfermedad, pero en animales cinegéticos, que no tengan posibilidad de manejo, es muy complicado”, apunta el veterinario. No obstante, Arroyo señala que aún no hay mucha información, ya que es una enfermedad que acaba de explotar en España.

“LA SITUACIÓN ACTUAL ES PARA ESTAR ALERTA”

Por su parte, Nicolás Urbani, veterinario y asesor técnico de las federaciones de caza de Aragón y Navarra, de la Interprofesional de la Carne de Caza y ARRECAL; y de la Federación Española de Caza, ha señalado en declaraciones para este medio que la enfermedad estaría circulando ya por muchas fincas cinegéticas españolas, aunque no estarían muchos de estos focos confirmados oficialmente.

Por ello, Urbani insta a todos aquellos que tengan conocimiento de casos compatibles que se pongan en contacto con las autoridades competentes. Por otro lado, pide al Ministerio de Agricultura que dé los medios para realizar las tomas de muestras y transportar los animales a los servicios de diagnóstico de fauna silvestre de las facultades de Veterinaria.

Y es que, para el veterinario resulta fundamental tener un mayor conocimiento de la enfermedad, que llegó el pasado año a los ciervos de España. Aunque admite que en el mundo no es tan nueva y, según detalla, en el caso de los Estados Unidos, lleva ya tiempo presente en el ciervo de cola blanca.

“Puede ser una enfermedad emergente y con un potencial de letalidad que no se conoce, principalmente porque no ha habido contacto previo entre este virus y el ciervo ibérico”, indica Urbani.

A este respecto, señala que por eso es fundamental analizar a los animales en los que se detecte sintomatología compatible, para poder ver cómo está cursando la enfermedad, qué lesiones están presentando los órganos, y en función de ello las posibles acciones que se puedan tomar.

“Se podrían buscar sistemas como por ejemplo insecticidas o cualquier otro sistema de prevención que ayude a bajar la carga de mosquitos de algunas zonas, por lo menos para la paliar la situación. Además, habría que tratar de controlar los movimientos que se pueden dar de este tipo de animales entre fincas, aunque no es algo muy habitual”, propone el veterinario.

En definitiva, Urbani destaca que “la situación actual es para estar alerta” aunque llama a la calma ya que, según apunta, las altas temperaturas que está sufriendo España estos días pueden estar agravando la enfermedad en los animales, que suelen sufrir cuadros febriles.

“LA MORTALIDAD POR LA ENFERMEDAD HEMORRÁGICA EPIZOÓTICA NO VA A SER ALARMANTE”

Por su parte, Christian Gortázar, catedrático de Sanidad Animal e investigador en el IREC, explica en declaraciones para Animal’s Health que “no hay que preocuparse de que vaya a haber una mortalidad alarmante o explosiva”.

“Hay algunos casos y son muy aparatosos y la gente saca vídeos y los sube a las redes. Entonces se crea una alarma. Si no es porque hay elecciones esto se convertiría en noticia única este verano”, señala.

Respecto al comportamiento que se espera que vaya a tener la enfermedad, Gortázar apunta que podría ser como la lengua azul en el caso de las vacas. En este sentido, apunta que las vacas tienen poca sintomatología de lengua azul, algo que se espera que pase con los ciervos.

La inmensa mayoría de los ciervos que se infecten van a ser asintomáticos. Habrá otros también que tengan una sintomatología leve que no les suponga algo más allá de un periodo de 10 días más débil”, adelanta el experto.

Además, remarca que todos estos animales desarrollarán anticuerpos, con lo cual al final de este año 2023, podría haber ya en España una proporción de un 20% o un 30% de animales con anticuerpos, que el año que viene se convertirá en un 60% o un 70%, para, en dos años, reducirse los casos de mortalidad a los animales muy jóvenes que no tengan anticuerpos y en zonas nuevas donde pueda llegar la epidemia.

“Los sitios que tenemos monitorizados nosotros están ahora mismo en mortalidades menores del 5%. Este porcentaje podría incrementarse algo, en función de lo que se extienda la enfermedad o de lo mucho o poco que dure”, indica.

De esta manera, Gortázar apuesta por que “no se va a pasar de una mortalidad muy muy moderada”. “Evidentemente habrá excepciones, dependiendo del estado de los animales afectados, de si hay coinfecciones y de si la población de vectores se mantiene activa”, apunta.

Respecto a la mortalidad que se está viendo estos días, el investigador asegura que es un pico fruto de los culicoides que criaron tras las lluvias de junio, pero que las actuales condiciones meteorológicas no son propicias para que estos vectores se reproduzcan.

“Lo normal es que la mortalidad pegue un bajón y vuelva a haber otro pico en otoño, cuando vuelva a llover, aunque es difícil hacer predicciones. Yo no creo que el nivel de mortalidad que tenemos ahora se mantenga más que unos días”, concluye Gortázar.

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